Caracas, 31 jul (dpa) – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, criticó este viernes que su colega guyanés David Granger se niegue a sostener un diálogo «cara a cara» sobre el centenario diferendo por el territorio del Esequibo, que Venezuela reclama como propio.
«¿Por qué creen que actúan de esa forma? Es una provocación. ¿Quién está detrás de esta actitud? ¿Por qué se envalentona y toma este tema para crear un conflicto?», preguntó Maduro en un acto oficial.
El presidente agregó que Granger ha roto las reglas de convivencia binacional: «Es el Álvaro Uribe de Guyana, que lo han colocado en la presidencia de Guyana para crear un conflicto con Venezuela».
Maduro dijo que estuvo esta semana en las Naciones Unidas para pedirle al secretario general Ban Ki-moon que reactive el mecanismo de buen oficiante, que contempla el acuerdo de Ginebra de 1966 para la búsqueda de una solución pacífica al reclamo venezolano.
«(Ban) dijo que llamaría al presidente David Granger, quien se había negado a dialogar en términos diplomáticos con Venezuela», aseveró.
Venezuela reclama la soberanía sobre el Esequibo, un territorio de más 160 mil kilómetros cuadrados, apoyado en el acuerdo de 1966. Granger rechaza ese acuerdo y se inclina por llevar el tema a un tribunal internacional.
En 1899 un laudo arbitral dio la razón a la excolonia británica, pero Venezuela lo denunció como írrita en las Naciones Unidas, que aceptó el reclamo y apoyó los mecanismos de solución del acuerdo de Ginebra de 1966.
Maduro dijo que Granger mantiene un plan de «provocación», que es apoyado por la derecha opositora venezolana, que según el presidente tiene la «tarea de confundir al pueblo» en el tema del Esequibo.
Dijo que la cancillería de Guyana declaró que no quiere una reunión cara a cara con Maduro.
«No está abierto a un mano a mano con el presidente Maduro, no nos reuniremos, dijo el canciller de Guayana», señaló Maduro.
Antes, la Cancillería venezolana publicó una declaración rechazando el contenido de un reglamento publicado por Guyana que propone regular aspectos relacionados con las aguas interiores de ese país.
