jueves 30, noviembre 2023
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Desde el diario La Nación declaran la guerra a la democracia costarricense

“Qu’est-ce que le néolibéralisme? Un programme de destruction des structures collectives capables de faire obstacle a la logique du marché pur » Pierre Bourdieu.

Durante las semanas anteriores hemos venido oyendo y leyendo, de manera reiterada y atemorizante, la afirmación de que los problemas de orden fiscal en este país se deben a los altos salarios y pensiones de los trabajadores del sector público, todo esto en medio de una satanización de los sindicatos y las convenciones colectivas de trabajo, por cierto inexistentes ambos en las empresas privadas del país, por ser Costa Rica uno de los países latinoamericanos donde hay menos libertades sindicales, además de que se trata de un público meta, por lo general carente de otras fuentes de información sobre los temas económico y fiscal, además de no tener en la gran mayoría de los casos, las herramientas analíticas para interpretar esa información, en el caso de que pudieran acceder a ella.

De esa manera, se pretende dividir a la población, enfrentando a los trabajadores del sector privado o de las áreas periféricas del país con los del sector público de la actividad económica, acusando a estos últimos de ser privilegiados en relación con los primeros y responsabilizándolos de las consecuencias de la aplicación durante más de tres décadas de los modelos de la política económica neoliberal, como resultado de cuya aplicación jamás se vendrá a mejorar la situación de los trabajadores del sector privado quienes, en su gran mayoría, viven dentro de un régimen de arbitrariedad y despidos antojadizos para desconocerles hasta sus mínimos derechos laborales. Esta campaña mediática lo único que pretende es rebajar al mínimo los derechos y condiciones de vida del conjunto de los trabajadores del país, pero jamás lograr un cambio en la situación de los trabajadores de la empresa privada (que, según afirman los ideólogos del CINDE produce libertad), cuando la verdad es que debería hacerse una campaña para impulsar la sindicalización y las convenciones colectivas hacia el interior de las empresas privadas, un sector acostumbrado a pagar salarios miserables y a desconocer la legislación laboral existente en el país. Estamos notificados todos nosotros: el diario La Nación le declaró la guerra a las libertades y derechos de toda clase trabajadora costarricense o es que acaso les interesa a sus editores, siquiera por un momento, la situación en que viven las poblaciones periféricas de las áreas fronterizas o marítimas, a las que en un escenario óptimo para ellos quisieran poner en contra de los trabajadores del sector público, los que sí tienen algo esencial en esta lucha y es la fuerza, unida a la trayectoria de sus organizaciones sindicales.

Esta campaña, terrorista e intimidatoria, se viene realizando bajo el impulso de los grupos o lobbies de pensamiento de la derecha radical y totalitaria, teniendo como mascarón de proa al diario La Nación de San José Costa Rica y a los principales noticieros de la radio y la televisión locales. El fenómeno se agudiza por el hecho de que este país casi no existen medios de comunicación alternativos y las pocas excepciones no tienen la cobertura de los medios ya mencionados, estando la mayor parte del aparato mediático al servicio de la dictadura neoliberal en democracia, una democracia restringida donde los dogmas neoliberales son algo así como una especie de normas pétreas por las que se rigen la vida política, económica y social cuyos actos más importantes están en menos del poder decisorio de los poderes fácticos. Se hacen elecciones para elegir a los gobernantes y a los parlamentarios, pero no se permite modificar la política económica y social propia de este régimen de dictadura en democracia. Cualquier intento de alterar o variar ese camino es ferozmente resistido por el coro mediático y una legión de cortesanos, de todo tamaño y pelaje. En términos de la oferta periodística existen más posibilidades de encontrar información y distintas posiciones ideológicas en un país como Venezuela, pues en Costa Rica un día domingo sólo circulan dos diarios propiedad de una empresa de filiación conservadora: El grupo periodístico La Nación. Dígase lo que se diga, no se puede ocultar el hecho de que en Venezuela la mayor parte de los medios de comunicación social son privados y pertenecen, por lo general, a empresarios opositores a los gobiernos bolivarianos de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros. La nota plural la ponen el gobierno y los sectores que le son afines, a partir de los medios de comunicación que ha, podido crear e impulsar, en el transcurso de los últimos años, tales como TELESUR y la página web www.aporrea.org. Lo mismo sucede en otros países de la región, por lo que Costa Rica resulta ser un caso extremo de una prensa tendenciosa y monocolor, incluso en cierto contraste con la vecina Panamá.

Es por todos estos elementos que, estando la opinión pública de este pequeño país centroamericano al que llamamos Costa Rica, poco más o menos que secuestrada por el efecto residual de las persistentes informaciones/desinformaciones que publican, un día sí y otro no, los más importantes medios de comunicación social existentes, resulta de suyo muy difícil construir o representar en nuestras mentes algo así como un conjunto de ideas e imágenes, a las que pudiéramos calificar como los componentes de una opinión o la asunción de una postura propias acerca de la valoración de un tema determinado y de una serie de dimensiones que se intersectan o discurren paralelas u opuestas a él, sobre todo si se trata de asuntos de la vida pública por lo general revestidos de una complejidad no siempre explícita, razón que torna audaz e irresponsable la actitud de muchas gentes, acostumbradas a opinar a la ligera sobre asuntos de los que no han tenido suficiente información previa, además de presentar una notoria carencia de procedimientos para el análisis correspondiente de la poca información que suelen poseer. A pesar de todo lo anterior, resulta muy fuerte la tentación de hablar de lo que no conocemos o de repetir sin juicio crítico alguno los mensajes equívocos, además de malintencionados, que machaconamente nos presentan u ofrecen, casi a diario, los más importantes medios de comunicación social.

Durante las últimas semanas, los principales diarios, noticieros de las empresas de televisión y emisoras de radio le han dado declarado la guerra a las grandes mayorías nacionales, buscando enfrentar entre sí a los distintos sectores sociales que lo por lo general resultan ser las víctimas o chivos expiatorios de los inicuos procedimientos del régimen imperante. En esta tarea de demoler la posibilidad de construir conocimientos y opiniones más apegadas a la verdad, el ya mencionado diario La Nación sigue jugando un rol esencial para intoxicar a la población, de una manera tal que termine por responder a los intereses que están detrás de esa publicación y que no son necesariamente los suyos, una empresa periodística, convertida desde hace muchos años en el principal partido político del país y encargada de dictarles a los restantes lo que tienen que hacer.

Con todo este panorama, ahora resulta que los grandes problemas de orden fiscal o aquellos relativos al relanzamiento de la economía nacional hacia la materialización de metas importantes, sobre todo en materia de crecimiento de la economía o de generación de empleo son culpa de los trabajadores del sector público. Olvidando, o haciéndonos querer olvidar, que la meta más importante del neoliberalismo imperante viene a ser la reproducción sin obstáculos del capital financiero y la concentración monopólica de la riqueza en detrimento del capital productivo y el empresariado nacional, los epígonos de la dictadura neoliberal en democracia se dedican a lanzar sus dardos sobre el chivo expiatorio que encontraron: los trabajadores del sector público y sus organizaciones, dentro de lo que constituye una guerra más que avisada.

(*) Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica.

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19 COMENTARIOS

  1. Excelente nota don Reogelio, mis respetos.
    Ojalá mucha gente la vea y analice, desgraciadamente, como usted lo menciona, la gran mayoría de medios informativos parecen estar aliados a estos neoliberales y mal informan a la gente, hasta miedo da que el pueblo por tanta mala información arme una revolución que termine en tragedia para nuestra querida Costa Rica….

  2. Muy cierto. Algo que a mi me preocupa es el hecho que a un tal Figuerez le dediquen páginas de páginas, acaso el pueblo olvidó lo que él hizo? acaso el pueblo olvidó que estuvo fuera del país y regreso a burlarse de nosotros?

  3. La Nacion nace en 1946 ,cuando gobernaba don Teodoro Picado,llegara en el 2016 a 7 decadas de existencia,gozando de la credibilidad y confianza de un pais entero.1400 personas laboramos en La Nacion,y lo hacemos con gusto y dedicacion,trabajando,don Rogelio, inclusive los domingos.
    Los ataques son parte del oficio.A muchos no les gusta que se sepa la verdad,prefieren el secretismo, especialmente los miembros de la nomenclatura,que disfrutan de tanto privilegio a costa de los demas y en nombre de los demas.

  4. Con todo respeto. Venezuela es el que controla lo que el venezolano ve y escucha. Con 4 canales que les les pertenece, con cadenas de 8 horas hasta mas. Con cierres de televisión, diarios o simplemente les ponen multas extremadamente fuerte que los medios terminan cerrando. No solo tiene telesur. También VTV, Globovision que fue la ultima en quitar por una multa impagable. Y dos más.

  5. Nuestra democracia cada vez está más disminuida, reducida a una simple máscara para exibir. La gran prensa es totalmente neoliberal y están en sintonía con las cámaras empresariales, no hay pluralidad. Dónde hay prensa más plural es en internet, pero ya sabemos el poco acceso del público en general a este recurso.
    El neoliberalismo es un gran peligro para la democracia.

  6. Está más que demostrado con datos que el principal detonante del déficit fiscal es la evasión de impuestos. También ha quedado en evidencia que La Nación es uno de los más grandes evasores del fisco, por eso ahora pretende echar una cortina de humo para ocultarlo.

  7. A doña Flor María quiero aclararle que el problema no es que exista el diario en que ella trabaja y se muy bien lo que implica el trabajo de la comunicación colectiva, sobre todo porque en mi juventud traté de ser periodista en algunos noticieros radiofónicos de la época, el problema es que existan sólo diarios de tendencia conservadora y además le aclaro que no hay verdades únicas, en cambio hay muchas verdades a medias y mentiras deliberadas, es por ello que hace falta pluralidad en los medios de este país para que la gente pueda conocer otras informaciones y puntos de vista que no aparecen destacados en el diario La Nación y La Teja que son de la misma empresa y los únicos que circulan en este país un día domingo, a diferencia por ejemplo de Panamá donde hay mucha más variedad de diarios y otros medios de información para leer en un fin de semana. A don Orlando Díaz le aclaro que con independencia de lo que uno piense del gobierno venezolano, en ese país tan satanizado hay más pluralidad de la oferta periodística e informativa(lo se de buena fuente)que en Costa Rica pues, a pesar de lo que usted indica la gran mayoría de los medios siguen siendo propiedad de empresarios opositores no sólo en escala nacional, sino también en cada uno de los estados o provincias de ese país, cosa que he podido constatar tanto en Mérida como en el oriente venezolano. En todo caso, en lo esencial sigo sosteniendo lo mismo para el caso de Costa Rica, cosa que resulta muy grave, sobre todo cuando La Nación y los noticieros de televisión y radio informan de manera bastante sesgada.

  8. Don Rogelio, ¿usted le daría los mismo beneficios laborales a la señora que le ayuda con las tareas del hogar? ¿le daría 5% de anualidad? ¿Si la señora saca un curso de manipulación de alimentos, le daría un aumento? Ahora, ¿haría lo mismo si sus ingresos no tuvieran aseguradas aumentos año a año?

  9. La situación actual de Costa Rica es la suma de múltiples factores internos y externos, entre los cuales se deben corregir de inmediato el sobre gasto público, y el déficit fiscal. Todos debemos ceder un poco para que Costa Rica gane!

  10. Estimado don Rogelio, soy un trabajador del sector privado y le cuento lo que pasa desde este otro lado para que no sesgue su juicio. En el sector privado existen también beneficios para los trabajadores, pero esas políticas van a depender de cuanto gana la empresa. Las grandes empresas tienen mayor capacidad de pagar altos salarios, pero las pequeñas no lo tienen. En las empresas se ha estado trabajando mucho los temas de responsabilidad social y existen empresas privadas que premian a sus trabajadores de acuerdo a su productividad. Sin embargo los beneficios dependen de la productividad de cada trabajador. ¿Esto es neoliberalismo? Yo creo que no, porque el modelo económico liberal de los S. XIX y principios del S. XX se aprovechaba de masas desempleadas y pobres para pagarles una miseria y de esa forma formar imperios económicos, no dando lugar a la competencia. Lo mismo pasó con el comunismo de Stalin, pero en este caso, era el estado quien se aprovechó del pueblo para crear un estado fuerte e industrializado.
    Nuestro país ha adoptado el modelo de República democrática donde coexiste los derechos y deberes. Uno de esos derechos es el de expresión, el cual consideró que aunque no le guste, la opinión de otros medios de comunicación no se deben coartar y decir que estamos peor que Venezuela, es como decir que la URSS dio libertad a los países detrás de la cortina de hierro. Al expresar usted su opinión, se observa que no hay nadie que le ponga una mordaza. La discusión es sana, pero respetando al otro. También están los deberes que todos tenemos ante la sociedad, entre ellas las de pagar impuestos y respetar la opinión de los demás.
    Aquí es donde me cuestiono a muchos servidores públicos: Conozco personas que trabajan medio o cuarto tiempo, pero ganan igual que una persona que trabaja tiempo completo en el sector privado, así como muchos empleados públicos que tienen una baja productividad; están los beneficios adquiridos pero si son poco productivos, ahí siguen, pagándosele con los impuestos que pagamos todos y que nos piden pagar más. ¿Es justo para el desarrollo del país? pero no crea que tengo una visión sesgada del empleado público, porque tengo amigos en el sector académico que son muy productivos y sus trabajos han trascendido las fronteras de nuestro país, por lo cual su salario lo vale.
    Espero que entienda que no es que la sociedad se ha polarizado por la opinión de un grupo económico, sino que estamos cansados que a todos nos piden deberes, mientras que otros solo reclaman derechos, sin dar nada a cambio, lo cual nos lleva a un sistema asimétrico de deberes y derechos.

  11. El Prespuesto Nacional se destina mayoritariamente al pago de salarios públicos, estos recursos son captados de la producción q genera «el sector privado» de manera q el tema «salarios si demanda una prioridad especial»; máxime si algunos son excesivos y el pueblo tiene derecho a exigir transparencia.

  12. Pues si creo que Venezuela está mejor que Costa Rica, pude ver en globovisión ataques furibundos contra el gobierno, nunca he visto nada en Costa Rica, la prensa aquí se acomoda. Señor Maynor, siempre hablan del montón de millones que se le pagan a los empleados públicos, nunca se habla de cuánto de ese dinero vuelve a las arcas del estado vía impuesto de renta, si porque los ricos empresarios saben mil mañas para defraudar y lo hacen. en cuánto a la señora de LN, que bueno ya sabe lo que se siente cuando atacan tu salario, es cierto que hay malos empleados públicos, igual hay muchos malos empleados privados y ahí están, no veo tanta diferencia igual hay favoritismo, igual hay otros intereses que no son precisamente solo las ganancias. LN, tergiversa, miente y manipula cuando quiere, hay defraudado al fisco, sinceramente señora yo no creo que tengan autoridad moral para criticar a otros, si tan mal están los salarios en el sector privado luchemos por mejorarlos, pero no mientan lo que buscan son otros intereses, cuando se ha visto que los empresarios y sus escuderos políticos como Otto Guevara defiendan a los pobres NUNCA. Así que lo que están defendiendo son otros intereses, si es así díganlo pero no lo disfracen de genuino interés en los problemas fiscales que tiene el país.

  13. Los seres humanos por lo general somos egoístas y de eso se valen los manipuladores, para confundir a la opinión pública. En el caso de algunos trabajadores de las instituciones públicas que reciben mejores salarios que la gran mayoría del sector privado, se debe a que cuentan con un instrumento llamado “Convención Colectiva De Trabajo”, creado para mejorar las condiciones socioeconómicas de los asociados y no asociados del sindicato del sitio donde laboran. Digo algunos trabajadores, porque hay instituciones que no cuentan con esa herramienta que los podría beneficiar. En este tema de salarios públicos, los medios de comunicación junto con el diputado Otto Guevara, han manipulado a la gran mayoría de los ciudadanos y trabajadores privados para crear animadversión hacia el sector público; no dicen la verdad porque hay muchos empleados públicos que no reciben los mismos beneficios. Lo justo sería que todos los trabajadores contaran con los mismos derechos laborales y no pretender eliminarlos. Claro, esto nunca pasará por la mente de quienes tanto pregonan en campaña electoral “LUCHAMOS CONTRA LA POBREZA”.

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