Madrid/Barcelona, 3 ago (dpa) – El presidente de Cataluña, Artur Mas, convocará hoy oficialmente elecciones anticipadas en la región del noreste de España con la intención de convertirlas, el 27 de septiembre, en un plebiscito sobre la independencia.
La firma del decreto en Barcelona se esperaba inicialmente para el mediodía (local). Sin embargo, se aplazó hasta la noche, según confimaron fuentes del Ejecutivo catalán, en medio de la expectación mediática y social por el nuevo paso de calado en el proceso hacia la separación de España que el líder catalán inició hace casi tres años en abierto desafío al gobierno de Mariano Rajoy.
No solo se desconoce la hora, sino si habrá un acto público para ello. Medios españoles especulan con que el secretismo sea una medida de precaución ante la hipotética tentación de Rajoy de anticipar para la misma fecha las elecciones generales españolas que por calendario deberían tener lugar a finales de año. Hoy es el último día de plazo legal para la convocatoria de unos comicios el 27 de septiembre.
La intención de Mas es dar un carácter plebiscitario a las elecciones catalanas: si la candidatura de unidad que ha auspiciado con otra formación independentista y las principales asociaciones secesionistas obtiene un respaldo mayoritario en las urnas, dará pasos legales e institucionales para proclamar unilateralmente la independencia en ocho meses. No ha desvelado, sin embargo, qué mayoría considera suficiente y necesaria para hacerlo.
Rajoy ha vuelto a repetir recientemente que en ningún caso habrá independencia de la región, que cuenta con 7,5 millones de habitantes y, pese a su fortaleza económica, es también una de las más endeudadas.
La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, instó hoy al líder catalán a atenerse a la ley en esta convocatoria de elecciones anticipadas y respetar la «imparcialidad» en su condición de jefe del Ejecutivo regional. Disolver el Parlamento catalán y convocar elecciones regionales «es lo único que puede hacer y para lo único que está legitimado», dijo en Madrid.
La figura de unas elecciones plebiscitarias no existe en el ordenamiento jurídico español, por lo que Mas firmará un decreto que carezca de mención alguna a ese término, para evitar una posible impugnación por parte del gobierno de Rajoy. Será «escrupulosamente legal», confirmó una portavoz de su partido.
El pulso del líder catalán con el conjunto del Estado es el de mayor envergadura que ha vivido España en democracia. Los puentes entre el gobierno regional y el central están rotos y el diálogo institucional entre ellos es prácticamente inexistente.
Las del 27 de septiembre serán las terceras elecciones catalanas en cinco años y las segundas que Mas anticipa desde 2012, cuando comenzó a caminar por la senda secesionista, en abierto desafío a Rajoy y su gobierno, después de que este se negara a otorgar a la región una financiación preferente.
En este tiempo, Mas fracasó en el intento de celebrar un referéndum legal sobre la secesión de la región; su partido, Convergència, perdió diputados en el Parlamento regional y, recientemente, también el acompañamiento de Unió, con la que formó equipo durante 37 años, por la oposición de esta última formación a sus planes secesionistas.