San José, 12 Ago (Elpaís.cr) – El hasta hoy seleccionador de Costa Rica, Paulo Wanchope, se disculpó por los actos bochornosos que protagonizó la noche del pasado martes en Panamá y se manifestó arrepentido por la «reacción» adoptada tanto por él como por el guarda de seguridad privada en la tribuna del estadio Maracaná.
En una conferencia de prensa brindada esta tarde en el Poyecto Goal, el exentrenador de la «Tricolor» dio la cara para explicar lo sucedido, que a su vez fue el detonante para que en horas de la mañana decidiera renunciar a su cargo.
“(Pido) disculpas a todo Panamá por el incidente y obviamente a Costa Rica… Somos seres humanos y reaccioné de una manera indebida por el puesto en que estoy… No es posible que entre dos seres humanos tengamos esa reacción”, explicó «Chope» en el comienzo de su comparecencia ante los medios de comunicación.
El extécnico de la nacional admitió que desde su nombramiento oficial en febrero de este año tras haber sido interino desde agosto del 2014 por la salida de Jorge Luis Pinto, su paso «en este proceso ha ido cuesta arriba por muchas situaciones» y la gresca «de ayer podría agravar el ambiente alrededor de la selección”, razón por la que prefirió hacerse a un lado.
Otra de las causas y quizá la principal que lo motivó a dejar el banquillo de la «Sele» según reveló, es el sufrimiento de su familia y principalmente de sus hijos, una niña de 12 años y un niño de siete.
Por otra parte, Wanchope contó su versión de cómo ocurrieron los hechos que derivaron en la pelea a mano limpia con el guarda de seguridad privada, que a la postre le haría unas horas después tomar la dura decisión de renunciar.
“(Había) dos formas para poder irse al vestuario, una es por el portón donde sucedió todo y la otra salirse del estadio y dar una vuelta para llegar al vestuario», indicó el exseleccionador costarricense.
Continuó relatando que en el medio tiempo sí le abrieron dicho el portón e incluso, estuvo dando algunas recomendaciones al entrenador de la Sub-23, Luis Fallas, y a los jugadores, pero que cuando quiso hacer lo mismo al término del cotejo el miembro de seguridad «me negó la entrada, aunque yo estaba identificado con el gafete, forcejeamos, decidí abrir el portón y ahí vino el empujón del guarda privado y la reacción mía de empujarlo también”.
“En ningún momento la intención mía era ir contra un menor de edad”, agregó, en alusión al leve empujón que se observa le dio involuntariamente a un recoge pelotas que estaba cerca del lugar en el que se desarrollaron los actos bochornosos.
“Fue una reacción que no tuve que haber tomado… Me queda reflexionar bien de lo que pasó y tomar lo buen de esta experiencia para ser más fuerte en lo que viene”, remarcó.
Asimismo, enfatizó en que «en Costa Rica hay una doble moral» porque pese a que lamentó su manera de proceder en este caso, planteó la duda de quién sabe «cómo habrían reaccionado otras personas (sus críticos)» al ver que les ponían la mano encima.