La Haya, 12 ago (dpa) – En el minuto 95, con 2-1 abajo en el marcador ante el PSV Eindhoven, el arquero del ADO Den Haag holandés Martin Hansen subió a buscar el empate para su equipo en un tiro libre. Era el todo o nada.
Fue el todo: Hansen metió el gol del empate de taco, en un gesto más propio de un delantero con clase que de un portero. Su toque desvió el balón, que entró pegado al poste y provocó el delirio de sus compañeros e hinchas.
«Fue un final de locura», dijo Hansen, de 25 años, tras el 2-2 logrado el martes ante el PSV Eindhoven, uno de los equipos más fuertes de Holanda, en la primera jornada de la Liga holandesa (Eredivisie).
«No sé lo que ha pasado, fue el instinto», añadió el arquero danés, que anotó el primer gol de su carrera. ¡Y qué clase de gol!