Por Hallgrimur Indridason y Lennart Simonsson (dpa), Reykjavik, 7 sep (dpa) – La histórica clasificación a la Eurocopa de Francia 2016 desató la euforia en Islandia, envuelta desde el domingo por la noche en festejos multitudinarios.
«Jaaaaaaaa!»(Siiiiiii!)», título el sitio web «Kjarnin» tras el empate sin goles del domingo ante Kazajstán, que aseguró a la pequeña nación del norte de Europa un cupo en la máxima cita del continente.
Miles de personas salieron a las calles de Reykjavik a celebrar la primera clasificación de Islandia a un gran torneo, con la plaza de Ingolfstorg como centro de los festejos.
Con una población de apenas 330 mil personas -alrededor de 21 mil juegan activamente al fútbol-, Islandia se convirtió en el país más pequeño en disputar una Eurocopa. Y lo hizo tras superar un exigente grupo en el que se enfrentó a rivales como Holanda, Turquía y República Checa.
Contra todo pronóstico, Islandia batió las dos veces a Holanda -la última de ellas el jueves pasado en Ámsterdam- y dejó a la «oranje» agonizando por un lugar en la repesca.
A falta de dos partidos, Islandia comparte con República Checa el liderato de su zona con 19 puntos, con seis victorias, un empate y apenas una caída.
«Felicitaciones a todos por estar viviendo uno de los días más grandes en la historia del deporte de Islandia», escribió en su Facebook el primer ministro David Gunnlaugsson, quien lamentó no tener el poder para «darle a todos un día libre en estas ocasiones».
El diario «Frettbladid» hizo una especial mención al sueco Lars Lagerback, el entrenador de Islandia desde 2012. «Gracias Lars», título el periódico.
El experimentado entrenador, de 67 años, demostró una vez más su capacidad tras guiar a distintos Mundiales a selecciones como Suecia y Nigeria.
«Estar en Francia con estos muchachos es absolutamente fantástico. No encuentro palabras para describirlo. Puedo sentir lo orgullosos que están los islandeses de estos muchachos», expresó.
Ya Islandia había estado cerca de lograr un gran hito cuando quedó afuera del Mundial de Brasil 2014 en un «playoff» ante Croacia. Tras aquella derrota, el equipo siguió progresando y ahora cosecha sus frutos.
«Siempre creímos que podíamos estar en una Eurocopa o un Mundial, incluso después de haber perdido con Croacia. Era la única manera de volver después de eso», recordó el mediocampista Gylfi Sigurdsson.
El éxito de la selección vino acompañado por un desarrollo general del fútbol en el país. En los últimos años se construyeron numerosas canchas de césped artificial, muchas de ellas techadas, lo que facilitó la práctica del deporte en los fríos y ventosos meses del invierno en la isla. Y tras el hito logrado el domingo, se espera que el «boom» futbolístico no haga sino profundizarse todavía más.