Managua, 20 sep (dpa) – El vicepresidente de Nicaragua, Omar Halleslevens, llamó a indígenas y colonos de la región autónoma del Caribe Norte a resolver mediante el diálogo el conflicto territorial que en los últimos años ha dejado nueve muertos y numerosos heridos, según medios de prensa.
La noche del pasado lunes un líder de la etnia miskita resultó muerto y hubo ocho heridos en un confuso incidente con agentes de la Policía Nacional, que ha enviado tropas especiales a la zona del municipio de Waspam -632 kilómetros al noreste de la capital- para frenar la invasión de tierras por colonos procedentes de la región del Pacífico y evitar una escalada de los enfrentamientos armados.
«Los amigos (indígenas) de las comunidades (caribeñas) tienen sus planteamientos, tienen sus razones. El gobierno trabaja en titular las tierras que les pertenecen a las comunidades, ahora hay problemas con otros hermanos nicaragüenses, creo que lo que debe privar aquí es que se sienten a platicar» dijo Halleslevens al diario «La Prensa» en Managua, que publica este domingo una entrevista con quien fuera jefe del Ejército nicaragüense.
Halleslevens habló con representantes del rotativo tras participar la víspera en un acto de recibimiento del escuadrón de entrenamiento de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón, en el Puerto Corinto, en el litoral del Pacífico.
En el curso de la semana el gobierno del líder sandinista, Daniel Ortega, ordenó el envío de fuerzas especiales de la policía y el Ejército a la zona de Waspan, cerca de la frontera con Honduras, para tratar de frenar las hostilidades entre colonos invasores e indígenas miskitos que defienden la tierra que ancestralmente les pertenece.
En la región autónoma del Caribe Norte, las tensiones aumentaron después de que el lunes agentes antimotines de la Policía Nacional dieran muerte a un líder miskito e hiriera a ocho más en un incidente en que las partes se acusan mutuamente de iniciar las hostilidades.
Dirigentes comunitarios acusan a grupos mafiosos que trafican con madera, oro y armas de azuzar la invasión de colonos a las reservas forestales que durante décadas han pertenecido a pueblos originarios del Caribe, que mantienen una relación armonioso con la naturaleza. En cambio los colonos destruyen los bosques para apacentar ganado.