Mujeres afganas que huyeron de la provincia de Kunduz reciben ayuda en Badakhshan (Afganistán. EFE
Kabul, 11 oct (EFE).- Los combates en la provincia de Kunduz han generado unos 100.000 desplazados internos en Afganistán, que dependen de la ayuda internacional ante la falta de medios de un país azotado por años de guerra, informó hoy el Gobierno.
«El número de familias que hasta ahora se ha registrado con nosotros es de alrededor de 20.000, desplazadas desde Kunduz (norte de Afganistán)», dijo el ministro de Refugiados afgano, Sayd Husain Alami Balkhi, en rueda de prensa en Kabul.
El ministro explicó que «si contamos cinco miembros por cada familia, entonces alrededor de 100.000 personas se han desplazado», a las provincias de Sar-e-Pol, Balkh, Baghlan, Takhar, Badakhshan, Parwan, Panjshir y Kabul.
«El Ministerio de Refugiados no tiene presupuesto para los desplazados internos y no podemos proveerles de refugio, comida, dinero o ropas. Es un cuerpo coordinador, que solo identifica y registra a los desplazados», advirtió.
Balkhi añadió que la ayuda queda a merced de organizaciones humanitarias internacionales, en especial de organismos de Naciones Unidas.
Kunduz es desde hace días escenario de combates entre tropas afganas e insurgentes, que el 28 de septiembre llegaron a tomar la capital de la provincia y, aunque fue después recuperada por el Ejército de Afganistán con apoyo aéreo de Estados Unidos, aún se registran enfrentamientos en algunas partes de la ciudad.
Al menos 400 supuestos talibanes y 80 civiles murieron en los combates, según datos oficiales.
La toma de la ciudad de Kunduz fue el mayor logro militar de los talibanes en catorce años, desde que en 2001 su régimen fue derrocado por la invasión estadounidense.
Desde 2002, el conflicto armado con los insurgentes ha generado cerca de 873.000 desplazados internos en Afganistán, de acuerdo con datos de Naciones Unidas y del Ministerio de Refugiados afgano. EFE