Terminaron los primeros quince años del Siglo XXI y el balance que nos queda no es en nada alentador en ninguna parte del mundo. Todo parece estar sumido en el caos, que se inició en Europa, cuando decidieron sustituir la social democracia por una oligarquía financiera, comandada por Alemania, y que llevo a la ruina a Grecia, España y Portugal. Aunque el inicio de todo ello es muy anterior, y causado por el ataque indiscriminado al Estado que viene perpetrando el neoliberalismo impulsado en su inicio por la dupla Reagan-Thatcher hace ya bastantes años.
La primavera árabe que aparento un avance para el cercano oriente y el norte de áfrica, que rubricaba la derrota del islamismo frente a las reivindicaciones de los jóvenes revolucionarios, quedó en prácticamente nada, pues en lugar de llevar a los revolucionarios laicos al poder, las elecciones posteriores han visto el triunfo de los partidos islamistas en Túnez, Marruecos, Libia y Egipto. Pero no hay que ignorar que el islamismo gozaba en esos países y sigue gozando del prestigio que les han dado décadas de enfrentamientos a los autócratas que fueron derrotados por los levantamientos de lo que tristemente se llamó primavera a los clamores del desierto.
En nuestra América Latina la voluntad norteamericana de recuperar terreno se ha manifestado de diversas formas. Por ejemplo, Uribe, el más fiel peón de los EEUU creo un partido político de ultraderecha, para oponerse a la moderación de la política de Santos. En Paraguay la escandalosa destitución del presidente Lugo por un golpe de estado parlamentario, apoyado por los latifundistas y por los EEUU, que tiene dos bases militares en el Paraguay, borró las lejanas posibilidades de una mayor justicia social.
El narcotráfico, estimulado por el consumo desaforado de droga en los países europeos y en Norteamérica, convirtió el triángulo del norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) en la zona más mortífera del mundo. La violencia desatada en México, en donde la guerra en contra de los cárteles, que ha causado más de 60,000 muertos desde la presidencia de Calderón, llega a desafiar al propio Estado. O más bien, a corromperlo aún más de lo que estaba como resultado de los gobiernos sucesivos del PRI, en donde la policía, el ejército y la misma prensa participan en el reparto de los beneficios que otorga la protección del mundo de la droga.
En medio de la crisis global, parecía que tan solo América Latina pudiera haber iniciado una evolución positiva, dando un importante giro hacia la prosperidad, disminuyendo las desigualdades y mejorando las clases medias, gracias a una política económica expansiva, que se ha estado ralentizando visiblemente. Y en campo de lo político con la creación del CELAC y el enfrentamiento que hizo fracasar la Cumbre de las Américas en el 2012, como consecuencia del rechazo norteamericano a incorporar a Cuba. Todo lo cual impulso al Imperio Norteamericano a esgrimir una política más agresiva hacia los países latinoamericanos que se opusieran a sus dictados.
Otro gran fracaso proviene de la postura de los EEUU acerca de la forma en que hay que practicar la lucha contra las drogas, que pretende cargar el peso de la represión sobre los países productores, cuando más del 90% del beneficio obtenido en los países consumidores es blanqueado por los bancos de esos mismos países, lo cual ayuda en cierta forma las economías desarrolladas.
Lo anterior es solamente una muestra de todo lo que ha sucedido en estos años, donde relucen también el desastre causado por Maduro a la obra de Chávez en Venezuela, y la continua y sostenida masacre genocida israelí en contra del pueblo palestino.
En nuestro país las cosas tampoco han estado muy bien, y la muestras son la enorme corrupción que se instauró como forma de gobierno del neoliberalismo propulsado por el Partido Liberación Nacional y sus títeres cristianos y socialcristianos, el deterioro de las organizaciones públicas intencionadamente provocado por esas mismas políticas, el deterioro de la clase media, la especulación inmoral de las entidades financieras, públicas y privadas, el despilfarro de los fondos públicos en variadísimas formas de beneficiar a amigos y correligionarios políticos, los desastres causados por la concesiones a la empresa privada extranjera (con excepción del aeropuerto internacional), y así muchas cosas más.
Son quince años que necesitaran muchos más para iniciar una recuperación de los daños causados, y la educación ocupara un lugar especial en ella, pues el abandono de la ignorancia y la indiferencia que genera un pueblo más educado es, al fin y al cabo, la única esperanza en contra de la voracidad del capital, que es realmente quien ha causado todo lo señalado.
Alfonso J. Palacios Echeverría
Se equivoca quien piense que la «educación» es la solución. Hoy en día existen más gente «educada» que en toda la historia anterior, cada día el mundo genera un montón de «gente educada» y sin embargo las cosas van cada vez peor.Para mí el problema radica en la muerte de la devoción espiritual en muchos seres humanos, los cual los ha volcado a una situación muy poco favorable ante la providencia. Todas las culturas de la antiguedad han hecho incapie en que se debe seguir un camino derecho para que las cosas anden bien, abundan las referencias en las mitologías en las que se explica que la mala conducta colectiva de los seres humanos acarrea desdichas anivel colectivo. Esta es una verdad tan simple y tan universal que yo no entiendo porqué los que dicen que saben no se han percatado de ello..ah sí!!! Suena a que existe Dios y como ahora la perversión «está de moda» y hablar de Dios «no está de moda» ( como que si Dios fuera una moda solamente, cuando es una realidad cósmica)….y todavía se preguntan porqué todo anda mal.
Estimado lector: no consuma noticias ni se crea mucho lo que los braguillas de los periódicos le quieren decir para inflamarle la voluntad en la dirección en la que ellos quieren…mejor comience por verse a sí mismo e iniciar un acercamiento a Dios, es lo que todos tenemos que hacer para cambiar las cosas, no estar leyendo tanta basura en internet ni preguntarle a «expertos» que al final han mostrado ser puro adorno y nada más!!!
Quiere ver el poder de los expertos? Ahí están los que estudian el clima, hablando de «cambio climático» y toda esa patraña de que se reúnen los políticos (precisamente los títeres de la élite que destruyen el mundo) para según ellos luchar para «disminuir el cambio climático»…usted cree esa mentira de que esos incompetentes por los que usted vota cada 4 años de verdad tienen capacidad para otra cosa que no sea destruir y echar a perder? Depositar usted su confianza en esos individuos es como necesitar usted una operación quirúrgica y dar su confianza a que un chimpancé sea el cirujano que lo va a operar y esperar que la cirugía tenga éxito!!! O serán los intelectuales la solucion? El presidente actual de costa rica es un académico profesor de la «mejor universidad de Costa Rica»!!!
El problema a todo esto es espiritual, aunque muchos quieran empeñarse en ignorarlo.
Una vision triste.
Hay que ver los cambios positivos.
Cambios en Argentina,Venezuela y Brasil traeran mas porvenir y libertades que se habian perdido como la de la libertad de expresion,insignia de las democracias.
En nuestro pais,la falta de conocimento del manejo economico,y las malas influencias en el gobierno actual nos llevan por mal camino.
Pobre y alejada visión de la realidad efectiva y de lo que está sucediendo en Argentina, Venezuela y Brasil en estos días la de doña Flor María, quien parece que no se informa más que por los medios de la dictadura local. La libertad de expresión se ha venido perdiendo -si es que alguna vez existió de verdad-en esos y otros países de la región por la dictadura empresarial en el campo de la comunicación colectiva que tienen grupos como El Clarín y La Nación de Buenos Aires o de la monopólica prensa brasileña, dirigida por grupos como los de O Globo, además de que en Venezuela la gran mayoría de los medios de comunicación social son propiedad de empresarios opositores al chavismo. Estas empresas han monopolizado el campo de la comunicación colectiva apoderándose de buena parte del espacio radioeléctrico de la Argentina y han logrado que el nuevo gobierno de la derecha totalitaria y prepotente de Mauricio Macri, con sus arbitrarios decretos haga nula la ley de medios de comunicación que obligaba a democratizar el campo de la comunicación, poniéndole un límite a las prácticas monopólicas en ese ámbito tan esencial para el ejercicio democrático y que fue el resultado de una gran consulta a la ciudadanía argentina. Por cierto, no puedo dejar de pensar en cuanta falta hace una ley de medios en este país donde La Nación y Canal 7 se apoderado de la conciencia ciudadana y ni que decir de Repretel un grupo de televisoras en manos de empresarios extranjeros, sobre todo si queremos algún día tener una democracia de verdad en Costa Rica. Por lo demás, comparto las inquietudes planteadas por el autor en este artículo acerca de la locura homicida de que ha dado muestras la humanidad en este cambio de siglo.
¡TSE!, la crisis de España, Portugal y Grecia no fue causada por el Euro, el Euro disipo la ilusión que esos países vivían.
El Euro no es lo mejor, de echo debería desaparecer, pero de eso al manejo económico actual que se basa en la creación de dinero ficticio para mantener mentiras es mucho mejor, el Euro funciona como un patrón oro, deficiente, pero funciona como uno.
Esto le impide a los políticos Populistas, mal llamados “Social Demócratas”, el comprar votos y pagar gollerías, pasando de administrar ilusiones a administrar lo “Que hay”, o la “Miseria” como ellos lo llaman, bueno, si hay miseria entonces generen riqueza.
En Venezuela no pasó nada, Maduro no destruyo nada, es la normal evolución del proceso Chavista y la situación actual es la misma que hubiese pasado estuviese Chávez en la silla presidencial o no, de hecho, a veces creo que Chávez lo nombro Presidente para que la historia lo usase de chivo espiratorio.
Luis Guillermo Solís perdió la oportunidad de oro para hacer historia. Con su slogan: «el pueblo decidió cambiar», el tipo lo que cambió fue solamente los nombres de los que ocupan los puestos públicos.
Cuando le echamos una primera mirada a las grandes autoridades que se supone dirigen el mundo, lo primero que nos llama poderosamente la atención es la canalla gobernante. ¡Qué gentuza! Ladrones, mafiosos, buscones, chulos, rijosos, criminales, mentirosos, psicópatas, prevaricadores, visionarios, traidores a sus propios conciudadanos y fantoches de toda ralea son los que en estos momentos –y creo que así ha sido siempre– tienen las riendas de este enorme rebaño humano extendido por toda la superficie del planeta.
Pero una vez más nos asalta la pregunta: ¿Cómo es posible que individuos de esta calaña lleguen a esos puestos? Porque la realidad es que muchos de ellos son presidentes en países que aparentemente tienen regímenes democráticos y en donde las elecciones se celebran limpiamente. Efectivamente se celebran elecciones y en la mayor parte de los casos limpias aparentemente, pero la manipulación de las masas por parte de los medios de comunicación, la escasez de políticos honestos y evolucionados y el atontamiento y borreguismo de nuestra sociedad son tales, que es como un cáncer sistémico que ha invadido ya la esencia de muchas de las instituciones que constituyen el meollo de una verdadera democracia y en las que se basa nuestra convivencia. La independencia de los tres poderes es una pura utopía.