sábado 15, febrero 2025
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«Sembrando esperanzas»

«La toma del poder sólo tiene sentido si lo recupera su legítimo dueño: el Pueblo trabajador, honesto, fraterno y ecologista»
El próximo domingo siete de febrero las y los costarricenses tienen la oportunidad constitucional -pues de hecho lo deben hacer día  día- de retomar el dominio sobre su Gobierno Local que, mediante toda clase de trucos, manipulaciones y leguleyadas, le ha robado, desde hace muchos años, la «argolla» económico política e ideológica dominante.
El Gobierno Municipal es sumamente importante pues es, en buena medida, el encargado de orientar y administrar, en sus líneas generales fundamentales, el proceso de desarrollo integral de cada uno de los 81 cantones constitutivos de nuestra Patria, según lo establecen, entre otros, los artículos del Código Municipal -ley 7794 de nuestro Ordenamiento Jurídico-. que en este documento señalan las funciones que le corresponde desarrollar al Gobierno Municipal como un todo -artículo 13-, al Alcalde Municipal -artículo 17-, a los Regidores Municipales -artículo 27-, de la Presidencia del Concejo -artículo 34- y a los síndicos y a los Concejos de Distrito -artículo 57- los cuales podrían resumirse, en apretada síntesis, planteando que al Concejo Municipal le corresponde definir en todos sus aspectos el proceso de desarrollo -económico, político, social, cultural, ecológico, espiritual, etc.- al que se deben someterse los municipios -conformados por el territorio de cada Cantón y sus habitantes- y expuesto en el programa de gobierno inscrito por el alcalde electo; definir los servicios que esta entidad brinde a la comunidad cantonal -agua potable, adecuado tratamiento de las servidas y pluviales y de los desechos sólidos, aceras adecuadas y vías cantonales de comunicación, protección de los recursos naturales, planificación territorial y urbana, desarrollo cultural integral, vigencia de los Derechos Humanos, etc, etc.-; conforme a la prestación de esos servicios, determinar, seleccionar e incorporar al personal correspondiente, su dotación salarial y su relación laboral con el mismo; fijar y recaudar los impuestos y contribuciones que cobrará, por ejecutar esas tareas, a la comunidad, definir y aplicar los reglamentos que regirán sus relaciones de todo tipo con ésta; recibir y procesar hasta satisfacerlas plenamente todas las necesidades que por las vías adecuadas le presentará la población del Cantón, definir y ampliar  esas vías, conforme evolucionen los medios para lograrlo; impulsar políticas ambientales, sociales, económicas, deportivas y culturales cuya realización fomenten constantemente el logro del bienestar integral de las y los habitantes del territorio bajo su administración. Obligatoriamente, todas sus actividades deberá realizarlas con estricto apego a las más claras normas de honradez, eficiencia, legalidad, calidad, transparencia y fomentando, en todas ellas la participación de toda la comunidad y sus organizaciones comunales, cívicas, culturales, deportivas, religiosas y sin discriminaciones de tipo alguno.

Nótese que estas tareas tan amplias y variadas son las que básica y elementalmente debe realizar todo gobierno local, por desgracia, en algunos casos no se cumplen, en otros se realizan a medias y, en otros, se quedan como espectativas propagandísticas que se esgrimirán en el período en que ahora estamos, como simples planteamientos demagógicos. ¿Por qué se dan estas falencias tan graves que conspiran constantemente contra el desarrollo integral de nuestros cantones y, desde luego, de nuestro país en general? Múltiples son las respuestas por lo que mencionaré las que considero las más importantes:

Superposición de los intereses de los miembros del Consejo por sobre los sagrados derechos comunales y, estos intereses son variados: en primer lugar aparecen los suyos propios como acrecentamiento de sus pecunios, construcción de infraestructura que eleve el valor de sus propiedades, ascenso a puestos políticos superiores -diputaciones, ministerios, presidencias, etc.- y, en segundo lugar, defienden los intereses de sus grupos de pertenencia empresariales, sociales, políticos, religiosos, y afines.
Incapacidad personal para desempeñar las tareas que al asumir sus puestos deben realizar. Estas carencias pueden ser intelectuales, académicas, profesionales y culturales en general.
Falta de apoyo a nivel regional y/o nacional e, incluso, internacional y, aquí reiteraré la tesis que plantee en  el artículo en el que explicaba, días atrás, por qué no votaré por un  partido cantonal: los problemas de nuestros cantones son, en la mayoría de los casos tan importantes que, solamente se resolverán coordinando plenamente esfuerzos con las comunidades vecinas, con las regionales e, incluso, con la nacional como un todo por lo que se requiere, para facilitar estos procesos, tener el apoyo de gentes de absoluta confianza en esas comunidades y cuáles mejores que las que son plenamente coopartidarias lo que implica, desde luego, compartir ideologías -principios incluidos desde luego- absolutas confianzas y lealtades indiscutibles a nuestro Pueblo y, la correspondiente sincronía de acciones.
Carencia de formación política ideológica. A este respecto debemos recordar que, sin un adecuado fundamento teórico, las acciones se convierte generalmente en un «volar sin rumbo» y, en su consecuente desperdicio estúpido de energía y que, a la inversa, igualmente una tesis teórica sin su comprobación práctica concreta, conduce a la misma estéril frustración. Por ello se hace indispensable que quienes asuman puestos en nuestro gobierno local tengan, mediante la respectiva preparación previa, una clara concepción del mundo que pretenden plasmar en el futuro inmediato de nuestro planeta, nuestra región, nuestro país y nuestro cantón. Por desgracia, quienes han gobernado nuestro Cantón no poseen ese bagaje teórico fundamental y, simplemente, se mueven en busca de materializar, como apuntamos supra, sus ambiciones cortoplacistas personalísimas, de sus amigos más cercanos y de la «argolla» capitalista hegemónica en sus partidos.
Prejuicios generados por fanatismos religiosos y sin fundamento real, puestos en sus mentes por los aparatos ideológicos -«lavacocos»- usados por la reducida aristocracia económico política dominante en nuestra patria y sus pares transnacionales.
Notables son, en quienes han ejercido el poder cantonal, sus fobias por el comunismo, el sindicalismo el ateísmo, y otros «ismos» -que la mayoría de las veces no sabrían explicar rigurosamente-, lista  a la que se agregan, generalmente, su aversión a reconocer integralmente la diversidad sexual y la plena libertad de la comunidad LGTB -lésbico, gay, transexual y bisexual- para disfrutarla sin obstáculo alguno e, incluso, varias formas de discriminación racial, religiosa, política y hasta por los avances científicos como Fecundación in Vitro (FIV).

Las semillas de la esperanza están constituídas por partes iguales de Justicia, Solidaridad, Honestidad, Libertad, Humanismo, Ecologismo, Análisis, Creatividad, Eticidad y no moral hipócrita y trasnochada, Cientificidad que libera de toda mitológica futilidad y, de Optimismo Antropológico que concibe al ser humano como un constante constuctor  de las mejores condiciones de todo tipo, para sus congéneres y el resto de la Madre Naturaleza; por lo tanto, al sembrar esas semillas, y comprometerse e integrarse plenamente en su desarrollo, nuestro Pueblo tiene la garantía de cosechar de por vida -pues es de esas plantaciones que, en vez de perecer, constantemente reverdecen y generan mejore frutos- y para su pleno disfrute, niveles cada vez mayores de Bienestar Integral en perfecta armonía con la Pachamama.

Desde luego, las y los integrantes de las papeletas municipales del Frente Amplio, son esa poderosa simiente que debe sembrarse, el próximo siete de febrero, en los 81 gobiernos locales de nuestros cantones, si realmente queremos cosechar esa nueva Costa Rica de pleno confort, paz, equidad y auténtico progreso total en medio de un ambiente natural inteligentemente protegido. La escogencia de ellos y ellas ha sido muy cuidadosa lo que garantiza que poseen plenamente la honradez a toda prueba, los conocimientos profesionales y empíricos, la capacidad para diagnosticar y prescribir los correspondientes procedimientos, planificarlos, ejecutarlos, evaluarlos constantemente haciendo las correciones necesarias para garantiza la óptima materialización y disfrute comunal de los mismos; las cualidades indispensables para formar alianzas regionales y zonales y, desde luego, el apoyo garantizado de las estructuras en todos esos niveles del Frente Amplio y otros grupos que, de buena fe, coinciden y se integran en sus mismas luchas por la resolución de los grandes problemas que azotan a nuestras comunidades y la construcción de su mejor futuro posible.

A todo esto agregan las y los candidatos del Frente Amplio esos particulares elementos que muchos otras papeletas contendientes no poseen: compromiso único y exclusivo con nuestro Pueblo pues no tienen amos ni argollas económicas ni políticas que les conviertan en sus títeres; prescindencia de intereses personales, esto es, de búsqueda de «chorizos» y «mordidas» pues, si los deseasen, estarían integrados -y por sus capacidades muy bien instalados- en los demás partidos; mentes libres de prejuicios y dirigidas, reiteramos, por dos valores fundamentales servir a la Humanidad que se lo merezca y a la Naturaleza que es nuestra Madre Nutricia.
Finalmente y como un plus realmente invaluable, son socialistas científicos lo que significa que, superando todos los estúpidos temores que nos han metido en la cabeza los grandes capitalistas neoliberales nacionales y transnacionales y sus cómplices -medios de «comunicación como la radio, TV, periódicos, curas y pastores fanáticos, politiqueros, sindicalistas y educadores pusilánimes  y vendidos, etc., etc. que predican la criminal competencia y la consecuente resignación para los perdedores- que hoy superexplotan, degradan y destruyen a los Pueblos del mundo y sus recursos naturales, han comprendido que la raíz de los males está en la privatización de los grandes medios de producción -la tierra, las máquinas, las grandes herramientas y sus motores, las grandes instalaciones industriales, los medios de transporte y comunicación, los energéticos, los demás aparatos y útiles empleados en estas grandes producciones, etc.etc.- que permite, a la vez, privatizar las ganancias exigiendo, eso sí, la socialización del trabajo -pues la gran mayoría de la población debe trabajar a cambio de los miserables salarios que le decretan los gobiernos títeres de los dueños de los grandes medios de producción- y la socialización de las pérdidas pues, como es sabido, cuando la fábrica quiebra, previamente sus propietarios huyen con cualquier recurso valioso y a sus trabajadores los dejan, en el mejor de los casos, peleando con los acreedores las miserias que quedaron.
Por ello, nuestros candidatos comprenden que, estos grandes medios de producción. deben se socializados, es decir, cooperativizados paulatina pero irreversiblemente, para empezar a resolver realmente flagelos tan graves como la pobreza que degrada constantemente a nuestro Pueblo, condenándolo de por vida a soportar todo tipo de privaciones e, incluso, obligándolo muchas veces a delinquir de diversas formas para sobrevivir.
Como un ejemplo contundente de la necesidad de socializar los grandes medios de producción -nunca los medianos y pequeños con los que, esforzada y honradamente produce y vende nuestro laborioso Pueblo sus productos, sin especular con sus precios, pagando adecuados salarios y los impuestos correspondientes- me permito proponerles hacer el siguiente ejercicio: tomen y sumen el capital personal de los individuos que, según la organización Oxfam -tomado de Informa-TICO.com  Diario digital de Costa Rica: 20/01/2016-  son los diez más ricos del mundo, como resultado de esa suma – yo obtuve $ 556.000.000.000=- divídanlo entre la población mundial al 2015 que es, en números redondos de 7500,000.000= de seres humanos , a mi me resultaron 74.13 millones de dólares para cada ser humano. Evidentemente, quien posee esa cantidad, deja de inmediato de ser pobre, se libera de los problemas que hoy lo martirizan y en muchos casos lo eliminan. ¡Ojo!: y solamente socializamos el capital acumulado de los diez más ricos. Por ello, la semilla de la esperanza es socialista auténtica pues nada tiene que ver con los farsantes «socialdemócratas» ni socialcristianos», que son simplemente mal disfrazados Neoliberales, de la misma calaña de los libertarios y de esos oportunistas, que como nadie les dio bola en los partidos tradicionales, aparecen encabezando nuevos partidos que son tan amargos y frustrantes, como el vino nuevo en los odres viejos de las capitalistas ideologías tradicionales que nos tienen donde estamos.
Por ello respetuosamente le sugiero a nuestro Pueblo honrado y laborioso, que sea agricultor de su propia redención sembrando, el domingo 7 de febrero, la semilla AMARILLA -energía- Y NEGRA -fértil- ESPERANZA en las urnas de la Patria.
(*) Luis Ángel Salazar Oses es profesor de filosfía jubilado UCR

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4 COMENTARIOS

  1. ¿Son o no cogobierno?
    Si no lo son parecen serlo y llevados, de no serlo no veo el intento de cambiar nada.
    ¿De la campaña y sus propósitos de llegar a la asamblea, cuáles han cumplido?

  2. la integridad física de una persona y su propiedad privada son inviolables, cualquier amenaza de este tipo no debe ser tolerada porque privar a alguien de lo suyo por la fuerza es robo, porque quitarle el fruto de su labor es esclavitud.

    porque una sociedad no prospera a través del robo, sino del trabajo, somos un pueblo honesto y de paz, váyanse de acá con sus ideas violentas, sus amenazas y falsas promesas.

    la historia está repleta de ejemplos donde estos planes se implementaron y todo salió al revés, los precios incrementan, la pobreza se desborda, la inseguridad es insoportable, los mercados negros polulan, la escacez de productos se generaliza y al final, quedamos con una cúpula adinerada y un pueblo pobre, hambriento sin oportunidades de mejora o escape

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