domingo 10, diciembre 2023
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Un exgeneral emerge como inesperado paladín de la ultraderecha francesa

París, 11 feb (EFE).- Antiguo militar de elite, el septuagenario general Christian Piquemal emerge como el inesperado paladín de la ultraderecha francesa a raíz de la polémica surgida tras abanderar una manifestación antinmigrantes prohibida por las autoridades en Calais.

Megáfono en mano, este excomandante de la Legión Extranjera denunció el «inaceptable» campamento de refugiados instalado a las afueras de esa ciudad septentrional mientras le jaleaban un centenar de participantes, antes de ser detenido por las fuerzas del orden en un acto convocado por el movimiento islamófobo Pegida.

Tras pasar dos noches en el calabozo, Piquemal se enfrenta ahora a una pena de hasta un año de prisión firme por desobedecer a las fuerzas de seguridad.

Acosado por la polémica, el exmilitar ha tratado ante los medios galos de desvincularse del movimiento Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente), «un grupúsculo neonazi» con el que no tiene «nada que ver».

En cualquier caso, la organización, creada en Alemania en 2014, y la ultraderecha gala se benefician de un apoyo de primer orden, aunque el politólogo y experto en extrema derecha, Jean Yves Camus, descartó que Piquemal pueda convertirse en su adalid.

«Aunque es un hombre muy a la derecha, como evidencian sus ideas, no sigue la línea ideológica de la extrema derecha», explicó a Efe.

Piquemal preside la asociación Círculo de Ciudadanos Patriotas, que propugna los valores que han servido a la «grandeza y el resplandor de Francia» frente al «multiculturalismo impuesto» y el «radicalismo religioso».

En el blog de este grupo, defendió su desafío a la prohibición «abusiva y arbitraria» de manifestarse en Calais.

Detenido junto a una veintena de personas, Piquemal denunció la «violencia inaudita» de su arresto en declaraciones a la televisión francesa «BFM TV».

En defensa del que fuera comandante de la Legión Extranjera entre 1994 y 1999 se han alzado prominentes figuras de la extrema derecha, como Marine Le Pen.

La líder del ultranacionalista Frente Nacional subrayó en un tuit: «Un gran servidor de Francia tratado peor que un delincuente».

Pero Jean-Yves Camus consideró que, aunque a la formación «le gustaría» que un militar de alto rango se sumara públicamente a su causa, Le Pen no desea que surja un «icono» que pueda contestar su liderazgo.

Por su parte, el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, condenó el proceder de Piquemal al subrayar que un general jubilado no puede «erigirse por encima de las leyes de la República».

Antes de aparecer en el radar mediático, el general describió Francia como un país en «declive» en una entrevista a la revista católica «Item» en 2010.

«Un país multirracial solo puede serlo si las personas que constituyen Francia desde su origen no empiezan a ser minoritarias», señaló entonces.

Nacido en 1940 en el departamento sureño de Haute Garonne, se unió en 1963 a la Legión Extranjera, unidad de elite compuesta por miembros de muy diverso origen.

Frente a la controversia, la Federación de Antiguos Miembros de la Legión Extranjera (Fsale) precisó que Piquemal actuó a «título personal» y recordó que el código de honor de los antiguos legionarios les prohíbe asociar este cuerpo a «actividades políticas».

Un hecho que utilizó Piquemal para sacudirse las acusaciones de racismo: «Hay 140 nacionalidades dentro, así que, si hay alguien al que no se pueda tachar de racista, ese soy yo».

Entre 1989 y 1992 formó parte del gabinete militar de tres primeros ministros socialistas y dos años más tarde pasó a dirigir la Legión Extranjera.

Tras retirarse, presidió entre 2004 y 2014 la Unión Nacional de Paracaidistas (UNP), que reúne a exmilitares.

Ahora, a sus 75 años, su rebeldía contra la autoridad, poco frecuente en militares de su rango, le ha valido una gran notoriedad mediática. EFE

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