Este 08 de marzo se conmemora el “Día Internacional de las Mujeres” y lejos de celebrar esta fecha desde la Asociación Demográfica Costarricense (ADC), les invitamos a reflexionar sobre los pendientes en materia de derechos sexuales y derechos reproductivos que el Estado costarricense tiene para con las mujeres.
Si bien, son muchos los orígenes que se achacan a esta fecha conmemorativa, lo cierto es que se trata de tarea inconclusa a la cual nos vemos avocadas muchas mujeres e instituciones que siguen mirando las desigualdades de las que somos objetos las mujeres, aún en la actualidad. El ejercicio y reconocimiento pleno de los derechos para las mujeres todavía tiene pendientes. Entre ellos destaca el ejercicio pleno y responsable de sus derechos sexuales y derechos reproductivos.
En lo que corresponde a nuestro país, la imposibilidad de tener acceso a métodos de anticoncepción modernos desde la seguridad social, así como la ausencia de disponibilidad en el mercado de un producto dedicado para la anticoncepción de emergencia pueden ser considerados una forma de violencia, principalmente porque le resta a las mujeres la posibilidad de decidir sobre su propio cuerpo, sigue siendo un debate que sigue sin realizarse.
Esta situación se torna grave cuando personas opositoras, con poder de decisión, anteponen argumentos desfasados con bases morales, no científicas, políticas y de pura opinión personal, a los estudios especializados más recientes y actualizados, respaldados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras fuentes científicas confiables.
También está pendiente la formalización de un procedimiento o norma que posibilite el acceso de las mujeres, a la Interrupción Terapéutica del Embarazo, según lo permite nuestra legislación y que está claramente definido en la figura del aborto impune en el artículo 121 del Código Penal, que establece que: “ no es punible el aborto practicado con consentimiento de la mujer por un médico o por una obstétrica autorizada, cuando no hubiere sido posible la intervención del primero, si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y éste no ha podido ser evitado por otros medios.”
En esa misma línea relacionada con el derecho de las personas a disfrutar de los adelantos científicos y tecnológicos, nos encontramos frente a la paradoja de que Costa Rica es un país que se vanagloria de ser un Estado de derecho máximo ejemplo de cumplimiento en materia de derechos humanos y sin embargo, dilató de manera incomprensible el cumplimiento de la sentencia de un alto tribunal como lo es la Corte Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH) sobre la Fertilización in Vitro, con lo que muchas personas vieron frustrado su derecho a ser madres y padres.
Por lo anterior, desde la ADC, exigimos al Estado Costarricense comprometerse a revisar la inversión que se está haciendo en la actualidad para garantizar la salud de las mujeres. Son prioridad el acceso a los servicios, el respeto a los derechos sexuales y derechos reproductivos en especial el derecho al beneficio de los avances científicos y la garantía de una vida libre de violencia sin discriminación de ningún tipo.
“Hoy no se celebra el hecho de ser mujeres, si no la lucha de los derechos de las mujeres”.
(*) Lindsen Morera es Encargada de Proyectos, Asociación Demográfica Costarricense, (ADC).