Beirut, 26 abr (EFE).- La Defensa Civil siria, una organización de voluntarios que presta atención sanitaria en zonas controladas por la oposición, atribuyó hoy a la ONU y a Rusia la responsabilidad del ataque de hoy contra una de sus bases en el norte de Alepo, donde murieron cinco de sus voluntarios.
En un comunicado, la Defensa Civil siria, también conocida como «Cascos Blancos», achacó a la comunidad internacional «el fracaso en la protección del centro de atención primaria» atacado y exigió que se tomen medidas contra este tipo de crímenes.
La nota explica que su base en Atareb, en el norte de Alepo, fue objetivo de cinco bombardeos consecutivos de aviones de guerra, cuyo origen no precisó.
Cuarenta y cinco minutos después de los ataques aéreos, el edificio fue blanco del disparo de proyectiles.
Anteriormente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos había informado de que seis miembros de la Defensa Civil habían perecido por los bombardeos en Atareb.
En las últimas semanas, las hostilidades se han multiplicado en la provincia de Alepo, pese a que está en vigor en Siria un alto el fuego, aceptado por el Gobierno de Damasco y la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda) están excluidos del acuerdo de tregua. EFE