Este artículo lo he escrito, porque tengo el deber moral de defender a mi país. El expresidente Guillermo Endara, acuño la frase “ el mundo nos mira “, referente a los problemas de la dictadura militar de la época, 25 años después, nos vuelven a mirar, pero en esta ocación, con ojos acusadores de manera injusta. Veamos cómo se desarrollo toda esta novela detectivesca.
El Consorcio de periodistas internacionales (que no sabemos, quién los contrató para hacer ese trabajo tan fino), han cometido el error de poner el nombre de “Panama papers”, a las tramoyas, de la firma Mossack- Fonseca, y sus clientes, toda vez, que este bufete es una empresa privada, y no representa a Panamá, como Estado.
Por otro lado la creación de compañías offshore, no es exclusivo de Panamá, porque en Europa, y Estados Unidos, también las hay, y no veo que las hayan mencionado, por lo que crea un sesgo en su investigación. También se dice que, la información usada en el caso Panamá papers, fue hackeada, si eso fue así, ese proceder raya en el delito cibernético y la ética periodística. Una vez hecha esa aclaración veamos el fondo del asunto.
La firma de abogados Mossack- Fonseca (MF), se han dedicado por décadas a crear y vender compañías offshore, “a clientes selectos”, entre los cuales están, políticos de alto perfil, deportistas, empresarios etc, que al parecer se han dedicado a delinquir burlando las leyes de otros países, realizando presuntas actividades de blanqueo de capitales, lavado de dinero, evasión y defraudación fiscal, a esconder bienes, y otros delitos, penados en casi todo los países.
Aunque todo indica que, hay otras firmas de abogados, que se dedican a estas mismas actividades, con el tiempo saldrán sus nombres, así que vayan poniendo sus barbas en remojo, porque no demoran en echarles el guante. Lo delicado del asunto es que estos señores MF, se han metido con el poder financiero mundial, que estos representados por las IFIS, OCDE, GAFI etc, no están dispuestos a tolerar esas acciones delictivas, por lo que pueden venir represalias mayores, para estos señores MF, y de carambola a nuestro país.
Aunque la ley panameña obliga al abogado a conocer s su cliente, estos alegremente se han dedicado presuntamente a actividades ilícitas, así que esa explicación, que no saben los que hacen sus clientes, como que no es válida, ni la van a aceptar estos señores de OCDE.
Lo sorprendente, que sea Francia, la cabeza visible, de darle el zarpazo a Panamá, sin que se sepan, cuáles son las verdaderas intenciones, de toda esta trama, toda vez que los franceses están en deuda con Panamá, por aquello del problema que nos dejo el Buneau Varilla, con la firma del tratado de 1903, conocido como Panamá cede”, que nos costó un siglo de luchas, para recuperar el canal. Lo que si sabemos de ese país es que esta azotado por el terrorismo, desempleo, problemas migratorios, y que próximamente tienen elecciones, y no andan bien parados con el electorado. Así que buena cuartada, para desviar la atención o hacer el mandado.
Una percepción que no ayuda a Panamá, es que los dos socios principales de la firma Mossacks- Fonseca, son funcionarios de este gobierno, informan que se han separado de sus cargos, pero no han renunciado hasta donde se sepa. También se cuestiona la pasividad del ministerio público, en allanar las oficinas de MF, tejiendo una serie de dudas y conjeturas, cuando en otros países ya se procedió de manera diligente.
Creo que el gobierno tiene la obligación de iniciar una ofensiva diplomática creíble, para limpiar el buen nombre de Panamá, porque la firma Mossacks-Fonseca, no es Panamá, ni lo será.
(*) Diego Espinosa G. Docente- Escritor