Río de Janeiro (Brasil), 19 mayo (Sputnik).- El Tribunal Supremo Federal (TSF) de Brasil aceptó este jueves el recurso interpuesto por la Asociación Médica Brasileña (AMB) y suspendió ley que autorizó la producción, venta y consumo de la fosfoetanolamina sintética o «píldora del cáncer» que combate el desarrollo de tumores aunque su eficacia nunca ha sido testada clínicamente.
Precisamente, la demanda de la AMB se centró en la irresponsabilidad que supone legalizar un medicamento sin haber sido testado anteriormente: «Está siendo autorizado el uso de una substancia que las comunidades brasileña e internacional no conocen en relación al cáncer. Para qué sirve, su dosis, cómo o por quién deber ser usado, no sabemos absolutamente nada».
La mayoría de los magistrados, 6 el total de 11 que componen el TSF, exigieron la suspensión del fármaco atendiendo a las recomendaciones de los especialistas mientras que los 4 magistrados a favor únicamente pretendieron su liberación para aquellos pacientes en fase terminal que decidiesen consumirla como última opción y tras un tratamiento convencional.
El pasado 14 de abril, la presidenta suspendida de la República de Brasil, Dilma Rousseff, autorizó el uso del polémico medicamento fosfoetanolamina sintética para los pacientes diagnosticados con tumores malignos, una decisión que causó una fuerte polémica entre profesionales de la medicina y la farmacia del país pero que fue muy aplaudida por la sociedad.
Entre los artículos de la ley 13.269 ratificada por Rousseff se especifica que «esta ley autoriza el uso de la fosfoetanolamina sintética para pacientes diagnosticados con neoplasia maligna» y que «podrán hacer uso de la fosfoetanolamina sintética por su propia voluntad mediante la firma de un acuerdo de responsabilidad».
Cabe recordar que el pasado 25 de marzo, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) de Brasil solicitó el veto presidencial sobre la producción, distribución y uso de la fosfoetanolamina sintética debido al peligro que supondría autorizar un medicamento que hasta el momento no ha sido convenientemente probado en humanos.
«Será una medicamento sin lote o fecha de fabricación, necesitamos saber si es realmente esa substancia o alguna persona sin escrúpulos la está falsificando», argumentó en una entrevista con el canal brasileño TV Globo el presidente de la ANVISA, Jarbas Barbosa, quien añadió que «creará una sombra sobre la salud de quien lo consume».
La historia de la «píldora del cáncer» se remonta en más de 20 años cuando el investigador actualmente jubilado de la Universidad de Sao Paulo (USP), Gilberto Chierice, desarrolló el medicamento casi de manera accidental y, al no conseguir la autorización para el test en seres humanos, decidió distribuir el medicamento de manera gratuita entre sus pacientes durante décadas.
Según los cálculos del Tribunal de Justicia de Sao Paulo, al menos 5.000 pacientes de cáncer acudieron a la justicia del estado brasileño en los últimos meses exigiendo la liberación del medicamento mientras que el Instituto de Cáncer de Sao Paulo realiza los primeros test en seres humanos, una exigencia que finalmente fue reconocida por Rousseff. (Sputnik)