Madrid, 11 jun (EFE).- El Partido Popular (PP centroderecha) y Unidos Podemos (izquierda), los dos primeros según las encuestas, se presentaron hoy como las únicas opciones para gobernar España, e ignoraron al PSOE, que pugna por no quedar como partido bisagra, tras gobernar España durante 21 de los 38 últimos años.
En el primer fin de semana de campaña antes de las elecciones del del 26 de junio, el presidente de Gobierno español y candidato del PP, Mariano Rajoy, advertió a los electores de que solo hay dos opciones: o un gobierno encabezado por el PP «o un gobierno nucleado en torno a Podemos, a los radicales y los extremistas».
«Y la alternativa a todo eso es ninguna», añadió el candidato popular, descartando así al PSOE.
Rajoy, que ganó los comicios del pasado 20 de diciembre aunque no tuvo mayoría suficiente para formar gobierno, insistió en que España necesita un gobierno «moderado y razonable», después de seis meses de un ejecutivo en funciones y que solo puede ofrecerlo el PP.
Por su parte, el candidato de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, se mostró convencido de que el 26 de junio pueden ganar a los populares, pero no mencionó en ningún momento al PSOE, ni habló de su voluntad de dialogar y llegar a acuerdos con los socialistas para formar gobierno, como si había hecho en otras ocasiones.
Iglesias, que este sábado estuvo en Barcelona, dirigió su mensaje a los catalanes, a los que garantizó «respetar siempre vuestro derecho a decidir porque somos demócratas», aunque insistió en que «no queremos que os vayáis».
Hacía referencia al referéndum sobre una posible independencia de Cataluña que demanda parte de los partidos catalanes y al que se oponen los socialistas.
El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, pugnó por hacerse un hueco entre el proyecto del «miedo» del PP y el de la «ruptura» de Podemos, con una oferta «valiente» para reconstruir el estado del bienestar y «sacar al país del lodazal de la corrupción del PP.
Para romper la inercia de las encuestas, volvió a llamar a la movilización y afirmó: «vamos a ganar las elecciones como nos gusta a los socialistas. Calle a calle, plaza a plaza, voto a voto».
Todas las encuestas, la última la del oficial Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dan como ganador al Partido Popular, por delante de Unidos Podemos, coalición formada por Podemos e Izquierda Unida.
Estos resultados relegarían al PSOE al tercer lugar, por primera vez desde la restauración de la democracia en 1977 y después de haber gobernado España durante 21 años desde entonces.
Por su parte, el líder de Ciudadanos (liberales), Albert Rivera, que todas las encuestas sitúan en cuarto lugar, definió a su partido como el voto «útil» capaz de dialogar y llegar a acuerdos.
No obstante, según todos los sondeos, ningún partido conseguiría mayoría suficiente para gobernar, por lo que todos intentan aprovechar estos días de campaña para mejorar los resultados del pasado 20 de diciembre y movilizar a los indecisos, que según el CIS alcanzaría más del 30 % de las personas con intención de votar.
En este escenario, cobra especial importancia el único debate televisado que se celebrará el próximo lunes día 13 entre los cuatro principales candidatos: Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera. EFE
1 Comment
Pragma-Tico
«los radicales y los extremistas». Me imagino que para Rajoy, las medidas implementadas por los partidos tradicionales en España no son radicales ni extremistas. Lo que si es claramente radical y extremista es la horrible crisis que se vive en España desde hace años y que ha dejado en el desempleo a una cantidad «radical» de españoles, especialmente a los jóvenes, ni que decir de los desalojados de sus viviendas y la protección estatal a la banca salvaje que en España hace lo que se le antoja. También «radical y extremista» ha sido la mutilación a las leyes laborales y su consecuencia directa, el desvanecimiento de los derechos laborales y la vergonzosa explotación laboral. Igualmente radical fue la participación de España en guerras ajenas, como la de Irak y Afganistán. Para estos fraudulentos líderes de derecha (más cerca del extremo que del centro), solo los izquierdistas son extremistas, como si nosotros no tuviéramos ojos y neuronas para entender que las situaciones «radicales y extremas» que se viven hoy en buena parte de Europa se la debemos a los derechistas pro-gringos, de los cuales Rajoy es uno del montón.