Sídney (Australia), 14 jun (EFE).- El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, dijo hoy que la colonización británica de Australia a finales del siglo XVIII puede describirse como una «invasión» de las tierras aborígenes.
«Pienso que puede ser justamente descrita como tal y no tengo duda. Obviamente, los primeros australianos, los aborígenes australianos la describen como una invasión», dijo Turnbull a periodistas.
«Como se sabe, nos referimos a un argumento histórico sobre el mundo. Los hechos son bien conocidos. Este país fue tierra aborigen, fue ocupada por el pueblo aborigen hace decenas de miles de años, 40.000 años», acotó el mandatario.
La Corona Británica declaró a finales del siglo XVIII, que el territorio conocido hoy como Australia estaba deshabitado y se amparó en el concepto de «Terra Nulis» (Tierra de Nadie) para reclamar su posesión.
Los colonizadores, cuya primera flota llegó a Sídney en 1788, intentaron asimilar a las comunidades indígenas, pero ello dio lugar a conflictos por la posesión de los territorios y derivó en muchos casos en matanzas e incluso cacerías de aborígenes.
Actualmente los indígenas, que representan el 3 por ciento de la población de más de 22 millones, viven en su mayoría sumidos en la pobreza, en zonas remotas o pobres, y con unos ingresos por hogar que apenas alcanzan el 62 por ciento de la media nacional. EFE
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Juan Huezo Zúñiga
Cualquier parecido con la América, incluida Estados Unidos, es pura y mera coincidencia. Una historia que se repite, aún en el siglo veintiuno. Seguimos con los sutiles prevalentes subliminales taparrabos y plumas mentales que siguen permitiendo y explotándonos hasta la fecha. Nuestro destino no puede estar eternamente supeditado y alcahueteado por la mafia política vigente. Despertemos. La «invasión» en América persiste.