Columna Poliédrica
¿Por qué hay costarricenses que le dan importancia a los comentarios que hacen los mexicanos en relación con el fútbol costarricense?
Siempre me ha llamado la atención la necesidad que tienen muchos costarricenses, no todos, de estar pendientes de los comentarios que hacen los mexicanos en materia futbolística. LLama la atención porque no solo ellos hacen comentarios del fútbol de Costa Rica, existen comentaristas de otras nacionalidades que se expresan bien o mal de nuestro fútbol y, sin embargo, no se le da la importancia que sí se le otorga a los que realizan los originarios de México.
Este fenómeno no es nuevo y se viene dando desde hace muchos años. Sin ir muy largo en el tiempo, durante el mundial de Italia en 1990, recuerdo a personas estar muy pendientes de observar y escuchar qué decía José Ramón Fernández sobre las actuaciones de Costa Rica en aquel evento futbolístico; es decir, hay una necesidad de verificar si estos comentaristas ignoran o no lo hecho por los seleccionados ticos, se trata de una especie de narcisismo futbolístico que está en función de los comentaristas mexicanos.
El narcisismo futbolístico dependiente se amplía cuando se ha conseguido resultados que no se habían logrado antes. Por ejemplo, con lo sucedido en el campeonato mundial de fútbol Brasil 2014, una buena cantidad de costarricenses estaban pendientes de las cadenas internacionales (Fox o ESPN), donde los comentaristas son en su mayoría mexicanos, para observar si alababan o no el fútbol tico y cómo se expresaban de lo realizado en aquel momento.
No obstante, casi siempre esos mismos costarricenses, no todos, aparte de mostrar una personalidad narcisista, también se comportan de manera masoquista. En efecto, cuando al fútbol de Costa Rica no le va bien, también están pendientes de lo que dicen esos mismos comentaristas mexicanos; es decir, pareciera que disfrutan del maltrato y la humillación que muchos de ellos hacen en esos momentos en que ha habido un mal resultado o las cosas no han salido de la mejor manera.
Esta conducta masoquista de una buena cantidad de costarricenses, no todos, no solo es patológica sino que evidencia una autoestima baja de aquellos que están pendientes de los comentaristas mexicanos. Dicho en palabras sencillas, alguna gente en Costa Rica disfruta que haya extranjeros, en este caso mexicanos, que puedan reafirmar algunas ideas que algunos grupos a lo interno se ha encargado de meterle en la cabeza al tico, a saber: no somos capaces de hacer las cosas bien, todo en nuestro país se hace mal, somos subdesarrollados en lo futbolístico y como país, todo lo bueno lo hacen los extranjeros y un largo etcétera.
Vivir pendientes de lo que dicen los demás nos hace dependientes mentalmente. Lo peor de todo es que hay comentaristas en Costa Rica, no periodistas, que se prestan para hacer de caja de resonancia de los comentaristas mexicanos; en palabras sencillas, se convierten en reproductores y cómplices de fomentar esas conductas narcisistas y masoquistas que generan en una buena cantidad de fanáticos esa dependencia mental que, desgraciadamente, trasciende a otras esferas de la actividad de los costarricenses.
En lugar de una dependencia debemos procurar una independencia mental. En lugar de estar pendientes de qué dicen los comentaristas mexicanos, es necesario desarrollar la capacidad de autocrítica para corregir los errores que se han hecho; sin embargo, algunos costarricenses, no todos, en lugar de buscar la corrección para seguir avanzando, se regodean en el masoquismo o en un narcisismo enfermizo que nos condena a seguir teniendo una dependencia mental y a seguir cometiendo los mismos errores.
Fue la Selección de fútbol de Chile la que goleó a la Selección de fútbol de México, no la de Costa Rica. ¿Por qué mi alegría depende de lo que haga otra selección que no sea la costarricense? ¡Otra vez dependiendo de los demás! ¿Cuándo seremos independientes realmente?
(*) Andi Mirom es Filósofo
Andi Mirom: Yo me alegré que la Selección de México fuera escandalosamente goleada de la misma forma en que me alegraría si el Ejército de Estados Unidos perdiera una guerra en forma aplastante y de la misma forma en que me alegraría si a alguien que me cae muy mal le pasa algo muy malo. Creo que es una reacción natural, porque si a mí me gusta mucho un equipo de fútbol o simpatizo con un país que no es Costa Rica o me cae muy bien alguien, me voy a alegrar si cosas buenas les suceden a todos ellos. Es más: Por qué cuestionar la independencia de Costa Rica en si nos fijamos en lo que hacen otros países o en lo que sucede en ellos? Costa Rica no es el centro del mundo, y aunque lo fuera, igualmente estaría rodeada de otros pueblos a los que no veo nada malo en fijarse en ellos para ver qué hacen distinto a nosotros. Es más, por qué yo tengo que darle prioridad a Costa Rica? Solo porque nací aquí? De hecho sí se la doy, pero me pregunto si es correcto dársela…
Totalmente de acuerdo con don Andi Mirom, y aqui el mejor ejemplo de esos ticos que no saben discernir ni pensar. Gracias por su ejemplo Andrey, y tiste ver que existan ticos como usted. Usted dice que se alegra de que a las personas que no le caen bien les pasen cosas malas. Ejemplos de anti-valores que nuestra sociedad se enorgullece de tener, bueno como dice Andi, no voy a generalizar, algunas partes de nuestra sociedad las enarbolan como su estandarte.
¿Cuándo seremos independientes realmente? pues nunca, ud mismo responde esa pregunta al acertar en el subdesarrollo que como país y personalidad tenemos y sin afán de herir susceptibilidades, a las pruebas os remito.
Por puro complejo de inferioridad autoimpuesto por una «prensa» mejenguera. Los pueblos ignorantes son felices consumiendo esa y otras inservibles drogas.
refiriendose exclusivamente a lo futbolistico uno se alegra por lo sucedido,es como si la providencia hiciera justicia de algo que nosotros mismos ni sabemos la razon,es como si mexico nos hiciera bullying en futbol,y que de pronto apareciera chile al rescate como si de super heroe se tratara,pero estoy seguro que ya para este momento ese sentimiento que sentiamos el sabado por la noche ya para hoy lunes Habra casi desaparecido,porque extrafutbol sinceramente nosotros los ticos queremos a los mexicanos y les deseamos simpre lo major,ademas ya tienen ellos mismos para rato solo recorder ese 7 a 0.
Don Andy Mirom:
Tristemente, o alegremente, según las circunstancias, la dependencia que Costa Rica tiene de Méjico es histórica. Sin siquiera ir a antes de la «conquista», sino bastante más para acá, recordamos la insistencia de una buena parte de la población para que Costa Rica se integrara al «Imperio» de Iturbide. Libros de texto, periódicos, noveles escritas (hablo de tiempos antes de la TV), ese amor por las «rancheras» (inexplicable «culturalización» del amor al guaro, los «machos muy machos»), el cine mejicano, modismos, comidas, y más acá, revistas cómicas, la invasión de telenovelas mejicanas por parte de Telecentro Canal 6, estrategia seguida por Canales 4 y 9 allá por los años 60 del SXX, los «programas cómicos» de Viruta y Capulina, los 3 hermanos Valdez, Los Polivoces, «Chavelo», la «música de la nueva ola» y hasta revistas como Selecciones del Reader’s Digest, National Geographic, y todo eso sin mencionar a un grupo de pachucos (curioso término adoptado del «idioma» mejicano») de los cuales hace pocos días falleciera uno, el «tuteo» y un largo etc. ligan a este país, para fortuna o desfortuna, con la tierra de «Los Tigres del Norte». Hasta un presidente amante de Méjico, casado con una mejicana, hemos tenido.
Y seguimos. Hasta los programas de TV y las películas «nos hacen el favor» de traducir en Méjico. Cada vez se importan más y más pachucadas. ¿Cómo no le va a rendir pleitesía este país a Méjico, un «hermano mayor»?
Acá termino. Tengo el estómago revuelto. Aprovecho para dar las gracias, infintas, a Chile.