Columna Poliédrica
Cuando hablamos de la Derecha, evidentemente, estamos cometiendo un reduccionismo. Detrás de esa palabra se esconde una variedad de grupos de interés que no siempre son coincidentes entre ellos, sin embargo, en lo que sí coinciden es en poner en práctica una serie de acciones para lograr que las personas menos favorecidas les voten y así seguir protegiendo sus intereses económicos.
La Derecha como término aplicado en la Política engloba o describe a grupos que se comportan conservadoramente. Lo anterior implica que están a favor de mantener las condiciones existentes en la sociedad y evitar que haya grupos que intenten cambiar la forma de organización social; en general, se trata de grupos cuyo orden favorece sus intereses, especialmente, económicos.
En los últimos tiempos, nuevamente, la Derecha ha ido ganando terreno en Europa. Pareciera que con la crisis del año 2008, al contrario de lo que se podría pensar, los grupos financieros y aquellos que fueron afectados directamente por dicha coyuntura, lejos de perder poder lo incrementaron; en efecto, lograron que a pesar de los fraudes financieros que realizaron, los gobiernos de los diferentes Estados utilizarán dinero público para inyectar capital y así salvarlos de la quiebra.
Lo más patético fue que los fraudes que venían haciendo y que estallaron con la crisis de 2008, terminaron siendo pagados por todos los contribuyentes de los diferentes Estados nacionales. Y todavía más demencial ha sido que los instrumentos ideológicos de la Derecha han logrado que los contribuyentes piensen que la crisis fiscal generada por dicha acciones, se deben al gasto social y a los empleados de los diferentes gobiernos.
Y es que la Derecha tiene una serie de acciones que le permiten, siempre, aprovecharse de los fondos públicos con el consentimiento tácito de la mayoría de pobladores de un determinado país. Esto lo logran porque, en primera instancia, tienen el control de los entes financieros y eso les brinda una ventaja comparativa en relación con los otros grupos políticos; dicho en palabras de nuestro pueblo, controlan el dinero y ya todos sabemos que: “quien pone el dinero manda en la fiesta”.
No obstante, además de tener el control financiero de los países, también han logrado imponerse en el plano político. No es casual que en las elecciones generales de España el oficialista Partido Popular obtuviera más escaños que los partidos de izquierda; tampoco debe de sorprendernos que en el referendo celebrado en Reino Unido, los argumentos conservadores y nacionalistas hayan calado entre la población de aquellas latitudes.
Vivimos una época incierta en la que los grupos de Derecha han logrado imponer su visión del mundo. Normalmente lo hacen apelando al miedo de la población y enarbolando valores como la seguridad y la identidad nacional; en otras palabras, hemos venido retrocediendo y nos encontramos como si estuviéramos antes de la II Guerra Mundial.
¡Un fantasma recorre … !
(*) Andi Mirom es Filósofo
Lo peor de todo son los pocos escrúpulos que la derecha manifiesta aquí, allá y dónde sea para hacer prevalecer sus intereses, para manipular, mentir y manejar descaradamente a la opinión pública a su favor.
Se recuerda la sucia manipulación en el 2007 para aprobar el TLC, la injerencia de medios extranjeros y nacionales para meter miedo y coaccionar a los incautos, los memos del miedo y otras joyitas de las que son capaces en la derecha. La democracia les vale un pito.