Panamá, 24 jul (EFE).- La vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo, aseguró que la educación sexual es un «tema de equidad» y que el retraso en su implementación en las escuelas públicas perjudica a los estudiantes de menos recursos.
«El tema, al final, es un tema de equidad. No nos engañemos. Aquí los niños que tienen oportunidades de estar en escuelas privadas, tienen las herramientas o se las dan en su hogar, y retrasan su sexualidad», dijo De Saint Malo en una entrevista divulgada hoy por el canal local TVN.
La vicepresidenta lamentó el rechazo que han causado en distintos sectores un proyecto de ley y unas guías del Ministerio de Educación sobre el tema, lo que atribuyó a la ignorancia sobre las iniciativas.
«Esas jóvenes que se embarazan a los 12 y 13 años, ¿qué proyecto de vida tienen?, ¿y dónde están la mayoría de esas jóvenes? en estratos populares que no están teniendo la educación. Es un tema de equidad», insistió.
De Saint Malo invitó a los grupos que se oponen -en su mayoría relacionados a distintas iglesias-, a que tengan confianza: «A mayor información, los jóvenes se comportarán más responsablemente y eso significa, dentro de los valores, dentro de la aspiración de guardar las relaciones sexuales para un momento de madurez», sostuvo.
Grupos religiosos y que dicen abogar por la familia rechazan las guías en las que trabaja el Ministerio de Educación (Meduca), así como el proyecto de ley 61 por el cual se adoptan políticas públicas de educación integral, atención y promoción de la salud, que está en agenda para recibir el segundo de tres debates obligatorios en la Asamblea Nacional (AN-Parlamento).
Los oponentes aseguran que estas guías son una especie de imposición internacional en temas de educación sexual, con información que no está apegada a las tradiciones panameñas. Por ejemplo, niegan que los niños tengan que aprender a diferenciar entre sexo y género.
«Decir que esto es una franquicia internacional es decir falsedades», sostuvo De Saint Malo, quien aclaró que son los panameños los que han trabajado en estos documentos que servirán de herramienta para los docentes.
Los sectores tradicionales lograron el pasado 13 de julio, con una multitudinaria marcha, que los diputados consideraran retrasar a primer debate el proyecto de ley, que ya había salido de una comisión después de una discusión con grupos de la sociedad, y esperaba un segundo debate en el pleno.
Los detractores rechazan, por ejemplo, que los adolescentes puedan consultar a un médico sin consentimiento de sus padres.
Ante el retraso del proyecto, la vicepresidenta dijo que «el país no puede darse el lujo de que por una confrontación» la iniciativa se quede en el «tintero» como ha ocurrido en otras oportunidades.
Aseguró que el Gobierno seguirá con el proyecto de guías de educación sexual, pero que el rechazo «nos obliga a ser más cautelosos y a tener más consultas de las que ya tenía» la iniciativa.
Con ese diagnóstico, De Saint Malo consideró que Panamá no está en «el momento» para analizar otros temas, como la unión de parejas homosexuales, aunque, dijo, «es un tema que sí requiere mucho debate (…) todos los debates son sanos, pero no hay que mezclar una cosa con otra».
El proyecto legislativo de educación sexual ha divido a la sociedad panameña, aunque todos los sectores se muestran alarmados por el auge de casos de niñas y adolescentes embarazadas, a lo que debe sumarse también el aumento de las enfermedades de transmisión sexual entre esa población.
Decenas de asociaciones civiles han mostrado su respaldo a la iniciativa, que de acuerdo al Observatorio de los Derechos de la Niñez y Adolescencia (ODENA) «lleva dos años esperando el segundo debate» y fue sometida a un profundo análisis que generó modificaciones consensuadas con todos los sectores de la sociedad que participaron.
En 2015 se registraron en Panamá un total de 10.976 embarazos adolescentes, lo que representa un aumento del 2,2 % respecto a 2014. EFE