“Toda acción origina una reacción”, es un principio aplicado en las ciencias naturales, pero que es de utilidad en todas las actividades del hombre. Siempre se creyó que los recursos naturales eran inagotables, de ahí se generó su uso y abuso. En todos los periodos de la historia los imperios se han afincado, sometiendo a los pueblos, para desde ahí controlar los recursos naturales.
Ahora esos recursos han hecho crisis, y tienden a deteriorarse con el paso del tiempo. Esto tiene su génesis en dos vertientes, una global y otra local, pero que están íntimamente relacionadas entre sí. Veamos la situación:
Tendencias globales: Han sido originada por un mal uso de la tecnología, como lo son la emisión de gases de efecto invernadero, lo que origina el recalentamiento del planeta, y con ello el rompimiento de la capa de ozono, el deshiele de los casquetes polares, el aumento de las masas oceánicas, esta última afecta a los países costeros e insulares. El asunto es tan grave, que un alto funcionario del programa de cambio climático de la ONU, ha dicho, que “ aunque dejara de contaminar el planeta, pasarían mil años, para recuperar su estado natural “, aunque ya algunos países han ido tomando medidas, no son lo suficientes, y además el daño ya está hecho y prácticamente irreversible. A pesar que se hacen “Cumbres del Clima”, los gobiernos toman medidas tibias, para no enfadar al poder financiero. Aunque al final el efecto del cambio climático, nos afectara a todos, ricos y pobres.
Tendencia Local: Esta tiene relación con las actividades antropogénicas y la falta de una conciencia ecológica cimentada. Es así, que vemos una deforestación galopante, se habla de 50,000 has/ año, y en lugares como Azuero los bosques prácticamente han desaparecido (Así lo muestran las imágenes de satélite.). Esta situación de tala interrumpe el ciclo hidrológico, no permitiendo que ocurra el proceso de la transpiración, y por lo tanto no llega agua a la atmósfera. Ocurriendo una baja precipitación, el nivel freático cada vez más profundo, afectando directamente a la población, ganadería, cultivos, y actividades agroindustriales. Hay refrán que dice “donde no hay árboles no llueve”.
Como ya tenemos el problema, hay que ver cómo se resuelve, aunque sus resultados se verán a largo plazo. Medidas sugeridas:
- Implementar un macro proyecto de reforestación.
- Diseñar un programa de educación ambiental y de extensión rural
- Proteger las cuencas hidrográficas, para evitar su deterioro
- Suspender todo tipo de tala legal.
- Construir viveros con plantas nativas, según su zona de vida.
- Establecer estrategias de alimentación animal, creo que el Idiap, tiene mucho que aportar.
- Desarrollar sistemas de cosechas de agua.
Para llevar a cabo ese magno proyecto, El ministerio de Ambiente (Miambiente), y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, deben unir esfuerzos y recursos técnicos, llamando a los gremios profesionales, y las asociaciones de productores, a fin de planificar las acciones a tomar. Estas medidas no deben tardar, y deben tomarse pronto, aprovechando la llegada del ciclo de las lluvias, porque el problema tiende a agravarse con el tiempo. Por otro lado el Gobierno Nacional debe declarar a Azuero “Zona de emergencia “, y enfilar sus recursos, ayudando a aliviar la situación.
Un llamado a los productores y a la población en general, que cuando uno es parte del problema, también debe constituirse en pate de la solución. De tal manera que la solución del problema tiene que hacer de manera mancomunada, solo así podrán ver mejores días.
(*) Diego Espinosa G.
Ingeniero Forestal- Escritor
Falta cultura en casa y en las escuelas para que la poblacion tome conciencia