Ciudad de México, 8 ago (Sputnik).- El Ejército de México ha sido desplegado en la Sierra Norte de Puebla y Veracruz, luego que el presidente Enrique Peña ordenó el lunes una coordinación urgente del gobierno con esas entidades afectadas por la tormenta Earl que ha causado 46 muertos.
La operación de emergencia de la peor tragedia por un fenómeno natural desde 2014, ha sido ordenada por el mandatario para » brindarles el mayor apoyo, no sólo a las familias que perdieron a algún ser querido, sino también a la población que registró daños y perdió su patrimonio».
La operación ha sido ordenada «para hacerle frente a la devastación que han causado las lluvias intensas de este fin de semana y las que eventualmente se presenten en los próximos días, en los que estaremos monitoreando de manera muy cercana».
Las acciones de los militares y cuerpos de socorro -que elevaron el balance de 41 a 46 muertos la tarde del lunes, mientras hay zonas aun incomunicadas desde el fin de semana- buscan » levantar los censos correspondientes en regiones dispersas de la geografía de cada entidad, para que la población reciba el apoyo y la ayuda correspondiente», dijo el presidente en un discurso en un acto público sobre igualdad de género.
El jefe del poder Ejecutivo ha dado las instrucciones las secretarías federales de Gobernación (Interior), Desarrollo Social, y Desarrollo Agrario para «mantener una gran coordinación con los gobiernos locales de las entidades que afectadas por los efectos del huracán Earl».
La semana pasada el fenómeno meteorológico llegó como vientos de huracán desde el Caribe, se debilitó al cruzar la península de Yucatán, volvió al mar en el Golfo de México, donde se reforzó y entró como tormenta tropical con lluvia abundantes el sábado.
NUEVA ALERTA: TORMENTA JAVIER
Debido a Earl, el presidente canceló sus vacaciones veraniegas la semana pasada en playas del Caribe mexicano y se trasladó a otro centro vacacional en el Pacífico norte, en el estado de Sinaloa, y ha respondido a críticas sobre la escasa alerta, afirmando que «desde que se previno este evento alertamos a la población, se instalaron los albergues correspondientes».
De parte de las autoridades «se tomaron acciones en estricta y cercana coordinación con las autoridades locales de las diferentes entidades donde se presentó este fenómeno natural», que causó desborde de ríos y desgajamientos de cerros en zonas de riesgo, dijo Peña.
El presidente también advirtió de los riesgos de otra tormenta tropical, Javier, que se mueve hacia las costas del Pacífico norte mexicano y podría tocar tierra el martes, «a efecto de brindarles el mayor apoyo, no sólo a las familias que perdieron algún ser querido, sino también a la población que registró daños y perdió su patrimonio».
En el mensaje hizo un llamado para estar «muy pendiente de las alertas que los mecanismos de Protección Civil estén haciendo para que la población quede a buen resguardo y pueda tomar las providencias necesarias para enfrentar estos fenómenos naturales».
Agentes de la Gendarmería de la Policía Federal y tropas militares fueron desplegadas sobre todo en el poblado colonial de Huauchinango, unos 200 km al este de la capital, para ayudar en el desalojó de personas afectadas, que aún permanecen en sus casas.
En la sierra norte de Puebla suman 32 fallecidos, por los deslaves de toneladas de lodo, otras 13 muertos en Veracruz, y uno en Hidalgo por el derrumbe de un cerro, en las regiones del macizo montañoso de la Sierra Madre Oriental, de la que forma parte la Sierra Norte de Puebla y Veracruz.
Aunque los vientos de Earl cesaron, introdujo enorme nubosidad que causó lluvias intensas que reblandecieron zonas de riesgo en zonas cruzadas por ríos y quebradas de montaña.
La peor destrucción en una temporada de huracanes, que suele prolongarse hasta octubre en el país latinoamericano, ocurrió en septiembre de 2013, cuando 157 personas murieron por la combinación de los huracanes Ingrid y Manuel, en el sureño estado de Guerrero (sur).