Hace escasamente pocos años sucedieron cosas que nadie recuerda, por desmemoriados o por mezquino interés político. Y aprovechando esa característica tan propia del costarricense -el ser más olvidadizo que cualquiera- un peligrosísimo personaje para el país tiene a sus correligionarios en vilo, sin declarar si se lanzará como precandidato presidencial en su desprestigiado partido político. Nadie recuerda el desastre que causó este dechado de soberbia y narcisismo en las finanzas públicas, por ejemplo.
Una de ellas es que Costa Rica cerró el 2010 (año final de su segundo período de gobierno) con el déficit fiscal más alto de América Latina. Como señaló en su momento Juan Carlos Hidalgo, (que aunque no es santo de mi devoción no puedo negarle que en algunas cosas no le falta razón) no fueron Gobiernos populistas, como el de Hugo Chávez en Venezuela o el de Cristina Fernández en Argentina, los que disfrutaron tan dudoso honor, sino la Costa Rica de Óscar Arias. Y es gracias a este hueco fiscal, equivalente a un 5,5% del PIB, que la administración Chinchilla, en alianza con el Partido Acción Ciudadana, impulsó un masivo paquete de impuestos que prometía encarecer el costo de vida de los costarricenses y ahuyentar la inversión extranjera del país. Cuatro años transcurrieron del desafortunado gobierno Chinchilla (su heredera designada y luego repudiada) y la reforma fiscal no prosperó, heredándole al gobierno Solís Rivera un panorama aún peor, pues el déficit creció a puntos ya insostenibles.
Como continúa señalando Hidalgo, esta situación era lamentable e innecesaria puesto que hacía tan solo 3 años el país disfrutaba de un superávit fiscal, el primero en décadas. No obstante, la administración Arias, utilizando la excusa de la crisis financiera internacional, se embarcó en una vorágine de gastos sin precedente en la historia reciente de Costa Rica. Aun cuando los ingresos fiscales del Gobierno central se contraían en 2 puntos porcentuales del PIB a raíz de la crisis económica, la Administración Arias disparó el gasto público del 15,7% del PIB en el 2007 al 19,8% en el 2010. Según un informe de la CEPAL, Costa Rica fue el país de América Latina que más aumentó el gasto público en el 2009. Un reportaje de El Financiero a inicios del año encontró que el segundo Gobierno de Oscar Arias ha sido el más gastón en las últimas dos décadas.
El enorme gasto incurrido por este faraón de pacotilla no se fue en infraestructura, educación, asistencia social, seguridad ciudadana… no… se fue en mayor burocracia, al mejor estilo liberacionista, pues ése ha sido siempre un instrumento utilizado por ese partido político para ganar adeptos que les deban el favor de un puestecito en la administración pública. Durante su administración, el número de empleados públicos aumentó un 20% (más de 35.000). No solo creció la burocracia, sino que se incrementaron los salarios públicos desmedidamente, incluido el sistema de bonificaciones mediante pluses, que ahora carcome las finanzas públicas.
Hoy los mismos miembros de su partido político reconocen el desbarajuste causado por este señor de tan peligrosa actitud, y colaboran con el actual gobierno para poner parches o solucionar algunos problemas, aunque no lo hicieron al principio. Pero como sueñan con volver al poder. El poco sentido común que les quedaba les dio por pensar que no podrían heredar el desmadre que inició su sumo pontífice, si fueran gobierno nuevamente.
Tampoco recuerdan estos desmemoriados de que venimos hablando los fiascos en el tema de las relaciones internacionales. Por ejemplo, la supuesta carta que Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, le prometió en apoyo al TLC, regañando a nuestros obispos por su posición ante el tratado; misiva que nunca llegó y fue anunciada en primera página de los diarios. ¡Tamaño fiasco!
Los dimes y diretes con el Gobierno cubano, haciendo alardes de democracia, cuándo aquí en su propio país, Costa Rica, se negaba a escuchar el clamor de una inmensa mayoría de hombres y mujeres que se oponían a su TLC. Y, sin embargo, no solamente permitía sino que alentaba la intervención de medios norteamericanos en apoyo de su proyecto de venta del país, descaradamente y hasta mintiendo abiertamente.
Los discursos de Arias en los foros internacionales, fueron otra muestra de tales desaciertos y contrariedades; mientras con su acostumbrada soberbia y narcisismo le decía y le dictaba a la comunidad internacional que hay que terminar con la producción y el tráfico de armas, aquí en nuestro país el mismo Arias, con su Ministra de Salud firma un decreto ejecutivo que regula la producción, almacenamiento y distribución de armas; reglamento que por lo demás se ajustaba al pie de la letra a lo que se establece en el TLC sobre la materia.
Pero lo peor de todas sus actuaciones fue la entrega del país a los intereses extranjeros, dejando montado un TLC que en nada cumplió las promesas que tanto cacareó. Los contratos (incluso declarados de interés nacional) para concesiones mineras y construcción de infraestructura vial, con sus terribles consecuencias, unas por mala construcción, otras por costos que se pagaron apresuradamente al cancelar la concesión, porque había que cubrirle a la empresa las coimas ya pagadas.
Y por último, nadie recuerda el ridículo de inaugurar obras sin terminar o que ni siquiera estaban programadas, pues la soberbia, la vanidad y el narcisismo así se lo demandaban.
Cuando he leído sus intervenciones ante los cuatro gatos que hicieron el ridículo de peregrinar hasta su casa para rogarle que se postulara, y sobre todo la frase de que solamente aceptaría postularse si le dejaran hacer lo que él quiere (así como lo leen) como todo lo que dice Oscar Arias Sánchez, es una verdad a medias; o sea, una falacia; pura demagogia y retórica política para ensalzar su ego y megalomanía y a la vez, para desacreditar a los demás; aunque sean de su propio partido, como ha quedado demostrado a través de los años.
Por ello no me explico cómo los medios de comunicación le siguen poniendo atención, y como en caso del fascista Thrump en los EEUU, le allanan el camino sin costo alguno para él. Cuando la mejor acción debería ser el ignorarlo absoluta y totalmente, y dejar que viva en paz su vejez, disfrutando de sus sueños de grandeza y realizando declaraciones irrespetuosas sobre otros países y sus gobiernos, como si fuera el oráculo inefable.
(*) Alfonso J. Palacios Echeverría
7 Comments
R. C. B.
¿Todos esos ‘respetables romeros’ lame-suelas se sienten muy caracoles caracolas?
R. C. B.
¿Como es que a algunos (algunas) no les cuesta nada caer tan bajo?
Dr Joaquin Alfaro
La burocracia creada nos tiene a los costarricenses contra la pared con un deficit fiscal enorme.Como solucionar este problema ?
Es una situacion dificl pues muchos puestos administrativos de la epoca llegaron a la CCSS.Esto ha creado problemas financieros y operativos en nuestra querida institucion.
Es muy interesante la lectura de Hidalgo,quien dice las cosas tal como son ,sin rodeos.
Y ahora con los sindicatos defendiendo estas «conquistas» como le hacemos ?
Sera que Arias el que hizo el nudo sea ahora quien lo desenrede ? Pareciera ser esa su intencion al pedir que quiere llegar a gobernar por consenso.
Victorinox
No señores, toda la culpa es la ignorancia política del costarricense. Un gran porcentaje de la población costarricense no lee, no se informa y es perezoso hasta para ver las noticias y enterarse de la realidad económica, ambiental, política, social, etc. Sabemos como se maneja todo la información en este país por parte de los medios de comunicación, pero de algo nos enteramos. Lamentablemente una gran mayoría ni siquiera sabe dónde está parado y de eso se aprovecha esta plétora de sinvergüenzas políticos criollos. Pero pregúnteles de futbol, la novela de moda o de algunos programas de TV basura a ver como reaccionan. En eso son expertos!!!
Sólo espero que se logren establecer los mecanismos apropiados, a nivel de nuestra población para impedir que este personaje oscuro y nefasto para nuestra querida Costa Rica NO regresar a Zapote. Por último, yo esperaba ver a las «perreras» recorrer parte de la capital hasta los edificios de los Tribunales con este personaje adentro, pero algunas marionetas no nos dieron ese placer.
Franklin Rojas H.
Victorinox, totalmente de acuerdo con su comentario. El verdadero problema es la ignorancia política del pueblo costarricense.
Hugo
Mientras sigamos en el analfabetismo político, seguiremos validando a Arias y sus secuaces en el plan desmantelar y privatizar lo que queda del estado costarricense.
Pero no cerremos los ojos a lo que pasa con los servicios de salud en suramérica… no cerrremos los ojos a la crisis de las AFP´s—- que es lo que este señor quiere recetar antes de retirarse completamente.
Adrian H
Quién sabe que planes tiene el palomo de la paz con su amiguita Hillary, si llegan a ser presidentes , me acuerdo del golpe de estado en Honduras donde estos dos se llevaban muy bien..será que van por Venezuela