Bogotá, 5 oct (Sputnik).– El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el exmandatario Álvaro Uribe señalaron este miércoles, después de cuatro horas de reunión, que tienen voluntad para sacar adelante el proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
Uribe, quien se dirigió primero a los medios, pidió a las Naciones Unidas que acompañe la renegociación de los acuerdos firmados por Santos con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
«Pedimos a las Naciones Unidas que acompañe esta nueva etapa de la democracia colombiana, porque los resultados del domingo rechazaron los acuerdos pero reafirmó (sic) el deseo unánime de paz», dijo Uribe.
El derechista senador encabezó el «No» a los acuerdos, que se impuso por una apretada mayoría al «Sí» en el plebiscito del domingo, dejando la situación jurídica del país en un limbo.
Uribe pidió descartar el estatus de Acuerdo Especial que se dio al pacto entre Santos y las FARC en el marco del derecho internacional y que obligaba a las partes a cumplir lo pactado, porque no pueden asimilarse a ese tipo de instrumentos, «menos después de haber sido rechazados por el pueblo».
El exmandatario insistió en la necesidad de un alivio judicial sin impunidad para los integrantes de las Fuerzas Armadas incursos en delitos en el marco del conflicto armado, y cuestionó que personas responsables de delitos de lesa humanidad puedan gozar de derechos políticos, como señala el Acuerdo Final de Paz con las FARC.
De igual modo, dijo que en el marco de la reunión se presentaron preocupaciones por los secuestrados, «de quienes nada se sabe», así como «por los miles de niños reclutados que no han regresado a sus hogares».
Tras reiterar que los promotores del «No» pondrán todo su esfuerzo para destrabar el proceso de paz, Uribe señaló que instituciones como la justicia deben ser mejoradas, «pero no sustituidas», con lo cual descartó la conformación del Tribunal Especial de Paz, previsto en los acuerdos.
El senador también volvió a criticar otros contenidos de los acuerdos, referidos a la devolución de tierras a los desplazados, regularización de la propiedad agraria y desarrollo rural, al sostener que se opone a «un acuerdo que ponga en riesgo la iniciativa privada».
¿PAZ CERCANA?
«Estamos muy cerca de lograr la paz; una paz estable, duradera y con un apoyo ciudadano más amplio; si todos tienen esa voluntad y contribuyen con responsabilidad, realismo y celeridad, lo conseguiremos», dijo por su parte Santos en una alocución transmitida por la Presidencia de Colombia.
El jefe de Estado resaltó varias veces que es su obligación constitucional consolidar y fortalecer la paz, para lo cual persistirá «con responsabilidad y con decisión en ese propósito».
Respecto del cese del fuego bilateral con las FARC, vigente desde el 29 de agosto, señaló que puede ser ampliado más allá del 31 de octubre, fecha que en la noche del martes había anunciado como perentoria.
Esto generó rechazo de los promotores del «No», que lo interpretaron como una medida de presión para agilizar los acuerdos, al tiempo que generó confusión en las FARC, cuya dirigencia se preguntó si después de ese día vendría la guerra.
Sin embargo, Santos sostuvo el miércoles que «quiero insistir en el tema de la celeridad», pues «la administración del cese al fuego y de hostilidades en las condiciones de incertidumbre actuales conlleva muchos riesgos».
El mandatario agradeció a la Organización de las Naciones Unidas «que haya manifestado que continuará con su presencia por un tiempo» en este país para supervisar el cese del fuego bilateral con las FARC, y dijo que entiende su llamado «a que en la incertidumbre no podrá permanecer indefinidamente».
Asimismo, agradeció a la comunidad internacional por su voluntad de mantener su apoyo a Colombia en la búsqueda y consolidación de la paz.
«En este momento debemos todos deponer los antagonismos, las rencillas y unirnos como nación en aras del bien común», recalcó Santos.
Colombia atraviesa por un trance incierto luego de que el domingo una mayoría apretada de ciudadanos votaron «No» a la refrendación de los acuerdos de paz con la guerrilla.
El mandatario hizo un recuento de las reuniones de las últimas horas con los diferentes sectores que promovieron el «No» y señaló que su propósito es escucharlos y atender sus observaciones y propuestas.
«Todo esto deberá, como es natural, ser tratado con la delegación de las FARC en La Habana», señaló Santos.
MOVILIZACIONES POR LA PAZ
Entre tanto, organizaciones sociales, partidos políticos, estudiantes, sectores agrarios y étnicos se movilizaron este miércoles en varias regiones de Colombia a favor de la implementación de los acuerdos de paz firmados con las FARC y el sostenimiento del cese del fuego.
Las marchas, que comenzaron a las 17:00 hora local (22:00 GMT), se llevan a cabo en las ciudades de Cartagena, Barranquilla, Santa Marta (norte), Bogotá (centro), Cali, Quibdó (suroeste), Bucaramanga (nordeste) y Medellín (noroeste).
De forma paralela, miles de universitarios marcharon en la noche del miércoles en Bogotá hasta la céntrica Plaza de Bolívar para hacer un minuto de silencio en honor a las víctimas del conflicto y en reclamo de que se ponga fin a más de medio siglo de lucha armada. (Sputnik)