En la Asamblea Legislativa se ha formalizado una “alianza neoliberal”, cuyo programa es atacar, menoscabar y destruir los derechos conquistados por los trabajadores en muchos años de lucha por la justicia social.
Mientras tanto se miente y se calumnia a los trabajadores, principalmente, en este momento, a los que sirven en el sector público.
Su nefasta pretensión es resolver las secuelas que han dejado la corrupción administrativa, los desfalcos, los robos descarados, la dolosa evasión y elusión de impuestos, así como la conocida complicidad del Poder Judicial y sus organismos adjuntos, eliminando las conquistas legítimas de la clase trabajadora.
No puede considerarse democrática ninguna institucionalidad política en la que no se garantice el derecho de los trabajadores a la organización y el respeto de sus conquistas que, a todas luces, están jurídicamente consolidados y forman parte de los derechos humanos fundamentales.
En nuestro país no existe plena libertad sindical y no se respeta, a la mayoría de los obreros, ni siquiera el pago del salario mínimo legalmente fijado; tampoco se respetan importantes derechos establecidos en el capítulo de la GARANTÍAS SOCIALES de la Constitución Política.
Nunca antes, al menos en el pasado inmediato, los trabajadores han sido sometidos a un régimen de expoliación y de precariedad de derechos como el que sufren en este momento.
A esta grave situación se suma ahora una maniobra más, la más sucia imaginable. La subcomisión de Sociales pretende utilizar sus facultades para dividir a los trabajadores.
Pretenden crear dos estamentos diferenciados entre trabajadores que están en la misma situación social y jurídica, por lo mismo con idénticos derechos. Tratan de eliminar para unos las gravosas condiciones que se imponen a los otros.
El plan de la maniobra divisionista consiste en privilegiar a los trabajadores del Ministerio de Educación e imponer nuevas cargas al resto de los empleados públicos.
Los proponentes de semejante despropósito seguramente recordaron el viejo y maquiavélico adagio: “divide y vencerás”.
Para los supuestos privilegiados de hoy tienen preparada una guillotina para mañana. Esto es seguro. Nadie puede esperar ningún trato honesto de parte de diputados que están al servicio del gran capital y de la nefasta ideología neoliberal.
Nada les impedirá presentar y tramitar un nuevo y lesivo proyecto, en cualquier momento, cuando hayan desmontado la unidad de los trabajadores.
Puede ser también que le den la tarea a la Sala Constitucional, la que en derecho y con mucho gusto podría declarar la inconstitucionalidad de ley que discrimina a unos frente a otros iguales.
No sería de extrañar que tengan otras maniobras preparadas. Los docentes tienen suficiente experiencia para saber que la Asamblea Legislativa ha sido un nido de enemigos de la educación y de sus servidores.
Esperamos que todos los docentes y otros servidores de la educación rechacen la maniobra.
La fuerza de los trabajadores es su unidad, la dispersión su debilidad.
Aceptar la maniobra divisionista, lo decimos con respeto pero también con la mayor firmeza, significa traicionar no solamente a otros trabajadores, si no a la patria que merece un mejor destino.
(*) Partido Vanguardia Popular
San José, 27 de octubre 2016
Y no era que todos somos iguales ante la Constitucion !!!
Diputados neoliberales, ¿serían todos los que están ahí? Digo, pregunto…