Moscú, 31 oct (Sputnik). – La OTAN prefiere la guerra informativa a un diálogo con Moscú, en particular sobre la situación en Siria, declaró este lunes el embajador ruso ante la Alianza del Tratado Atlántico Norte, Alexandr Grushkó.
«Me impactó el nivel de histeria, sobre todo en los medios de comunicación, por el paso del portaaviones Admiral Kuznetsov y los barcos auxiliares por el canal de La Mancha, parece que la OTAN no tiene otras cosas en que pensar que la dimensión de la solidaridad de la Alianza en caso de que algún que otro país hubiera permitido el repostaje», dijo Grushkó.
Añadió que «todo muestra que la guerra informativa llegó a su cota máxima».
Grushkó subrayó que «las personas razonables deben entender que la participación de Rusia en la operación en Siria es un factor clave para todo el proceso del arreglo pacífico».
Y agregó que «antes de que la OTAN haya abandonado su doble rasero, será muy difícil hablar de acciones que contribuyan al arreglo de la situación y al diálogo constructivo sobre la manera de llevar a cabo una política que respete los intereses de unos y otros».
La escuadra conformada por el portaviones Admiral Kuznetsov, el crucero Petr Veliky, los destructores antisubmarinos Severomorsk y Kulakov y otros barcos auxiliares zarpó el 15 de octubre desde el norte de Rusia rumbo al Mediterráneo.
El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, expresó el miércoles sus temores de que Moscú utilice su grupo naval para apoyar los ataques aéreos contra los terroristas en Alepo.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
Los enfrentamientos han causado 300.000 muertos, según datos de la ONU.
La cifra difiere de un informe elaborado por el Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia basado en datos de la oficina siria de estadísticas.
Según la entidad rusa, en la guerra murieron 105.000 personas, entre ellas 36.000 civiles, la mayoría a manos de los terroristas y de la denominada oposición «moderada». (Sputnik)