Las noticias internacionales nos señalan que el miércoles pasado, el Parlamento Europeo aprobó por 304 votos una resolución (no vinculante) que sugiere que los países que integran la UE «enfrente las campañas y propaganda de desinformación de países como Rusia, y de actores no estatales como el Daesh (conocido también como Estado Islámico), Al-Qaeda y otros grupos terroristas yihadistas violentos». (Observen cómo la resolución agrupa por igual al gobierno ruso y dos organizaciones terroristas de forma claramente intencionada) El documento sostiene que Rusia ha proporcionado apoyo financiero a partidos y organizaciones políticas de oposición en los Estados miembros de la UE para dividir la comunidad. Otros 179 se manifestaron en contra y 208 se abstuvieron, o sea, que los que no estaban de acuerdo eran más que los que votaron aprobando dicha resolución.
Europa acusa como principales amenazas relacionadas con la información a la agencia Sputnik, al canal RT, al portal informativo Russki Mir y la agencia federal Rossotrudnichestvo, subordinada al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. «Los autores de iniciativas como estas tienen miedo del eficaz trabajo que hacen los medios de comunicación y canales de noticias de Rusia, incluyendo RT. El deseo de prohibir algo es siempre una muestra de debilidad«, declaró el Comisionado de la Cancillería rusa.
La resolución llama a aplicar medidas de censura contra estos medios y a implementar «iniciativas jurídicas concretas para ser más eficaces y responsables en la solución del problema de la desinformación y la propaganda».
En el intento de desacreditar a Rusia, la convierten en un país que parece que no tiene el derecho a tener su propio punto de vista. Como correlato obligado a las personas no se les permite hablar positivamente acerca de Rusia. Esto, por supuesto, plantea serias preocupaciones y es claramente contrario a los ideales del liberalismo.
Estamos claros que los miembros del Parlamento, siguiendo las instrucciones de sus respectivos gobiernos, están en total libertad de votar de la manera que consideren conveniente a sus intereses, pero tergiversar los hechos para sustentar la política de guerra fría en contra de Rusia, por un temor alimentado por los Estados Unidos, se parece mucho a lo que hizo el canal CNN en Costa Rica, cuando la campaña para consultar a los ciudadanos sobre el Tratado de Libre Comercio con los EEUU, que mintió descaradamente, tergiversó las informaciones, y logró que los más desinformados les creyeran, con las consecuencias que conocemos.
Por otro lado, según ha afirmado la médica, profesora y candidata presidencial del Partido Verde de Estados Unidos, Jill Stein, cuando ha comentado la última resolución anti rusa del Parlamento Europeo: los medios de comunicación de Rusia se han convertido en una plataforma de expresión para los disidentes políticos que, por diversas razones, no reciben cobertura en los principales medios occidentales.
Stein asegura que en EE.UU. «muchos disidentes políticos, como yo, básicamente están bloqueados de la cobertura de los medios corporativos», con lo cual «nos dirigimos a RT para acceder al público estadounidense», debido a que es una de las pocas plataformas que permiten expresar su opinión a las personas que no están de acuerdo con el Gobierno norteamericano.
Así, esta política norteamericana se ha lamentado sobre el hecho de que, «desafortunadamente, no tenemos muchas opciones para hablar con el público estadounidense» y ha asegurado que «no entiende» cómo se puede denominar a RT como una «peligrosa amenaza similar al Estado Islámico«.
Lo interesante de todo este embrollo es la forma retorcida, mal intencionada y tendenciosa que los medios europeos y norteamericanos le han dado a las noticias, dando una muestra más de que estamos ante una guerra no tan fría…
La resolución del Parlamento Europeo en contra de los medios rusos debe convertirse en una oportunidad para que los propios medios y sus periodistas inicien un debate sobre su autonomía e independencia respecto de la política, ya que actualmente hay una actitud de «repulsa» contra los medios de comunicación que toman una posición frente a determinados hechos de la sociedad y «olvidan la imparcialidad y el derecho a la información».
En este marco, las decisiones políticas tomadas en torno al tema mediático son parte de una «nueva guerra informativa» cuyo trasfondo tiene la función de impulsar intereses concretos, sean nacionales, corporativos o sociales donde una de las primeras sacrificadas es la libertad de información y la verdad. Estamos, pues, claramente inmersos en lo que podríamos llamar una guerra psicológico informativa.
Para poder entender cuáles son los orígenes del término Guerra Psicológico-Informativa (GPI) se hace necesario remontarse a tiempos remotos pues su surgimiento, o mejor dicho su empleo data de la época anterior a nuestra era, pero lo que más nos interesa es su utilización en los conflictos modernos de los siglos XX y XXI.
Mucho se ha hablado de la Guerra Psicológica, como componente de la actual GPI y de cómo durante la historia de los conflictos armados esta se ha empleado con el objetivo de obtener ventajas que permitan lograr los objetivos militares trazados. En los últimos tiempos el término de Guerra Informativa se ha ido posicionando en el argot de los analistas, que de una forma u otra estudian e investigan estos procesos.
No es un secreto para nadie que a partir del derrumbe del campo socialista y el reposicionamiento de partidos y movimientos de izquierda en el mundo, el lenguaje de la guerra predomina en el ámbito internacional, Yugoslavia, Afganistán, Iraq, Sudan, Ruanda, Somalia, Libia, Haití, Honduras, Bosnia-Herzegovina y en la actualidad Siria, Irán, Corea del Norte, Venezuela y la nunca olvidada Cuba, son ejemplo de ello.
Si seguimos el criterio de los especialistas, la definición del término Guerra Psicológica (GP), está más relacionado con acciones desarrolladas por las Fuerzas Armadas, para el logro de objetivos militares. Por su parte el concepto de Guerra Informativa (GI), se asocia con mayor frecuencia a actividades desarrolladas por los aparatos gubernamentales con empleo de los Medios Masivos de Difusión (MMD) y otros recursos diplomáticos, informáticos, financieros y de inteligencia.
Existen múltiples definiciones relacionadas con la Guerra Psicológico-Informativa. Limitarse a una, podría no ser conveniente y no dar una imagen completa de lo que estamos tratando. Por eso me permito exponerles varias opciones que pudieran mostrar con mayor nitidez lo que estamos tratando.
- La GPI representa los distintos niveles de confrontación de las partes en conflicto, realizada mediante los medios psicológicos e informativos, para el logro de objetivos políticos y militares.
- La GPI es una forma de enfrentamiento prevista de conformidad con el escenario de relaciones públicas, cuya finalidad no es la destrucción de las fuerzas vivas y medios del enemigo, sino el logro de un efecto de relaciones públicas.
El creador del término Guerra psicológica Paul Lainbardger la define en su libro homónimo editado en 1948 de la siguiente forma: en el sentido más estrecho, la guerra psicológica representa en si el empleo de la propaganda en la lucha armada, al mismo tiempo que se realizan estas operaciones combativas, las cuales son complementadas por la propaganda. En correspondencia la propaganda puede ser definida como el convencimiento organizado sin el empleo de medidas de fuerza. La misma guerra, conjuntamente con otras medidas, se puede calificar como la influencia y convencimiento con ayuda de la fuerza.
Lo que parece en la actualidad es la aparición de una más sofisticada modalidad de guerra psicológico informativa, no ya impulsada por un grupo armado en medio de un conflicto violento, sino por un grupo político interesado en manipular la conciencia ciudadana a favor de determinados intereses. Y esta manipulación puede llevar, luego, a la justificación de acciones violentas (guerras en su sentido clásico) por parte de las masas previamente convencidas por los medios.
(*) Alfonso J. Palacios Echeverría
Ahora somos testigos oculares de la realidad: Se le cayó la máscara a todos esos fascistas europeos que suelen servir al fascista mayor de nuestros tiempos, o sea al gobierno gringo.
Lo vivo repitiendo con la esperanza de ayudar a ver la realidad: USA y sus colonias europeas odian la democracia. Su ideología es fascista. Lo que sucede es que se disfrazan de democracia cuando están en pleno control de la mayor parte de los centros de poder, tales como las fuentes de producción, los partidos políticos, sistema masivo de «información», los poderes del estado y sus ministerios, etc. Pero cuando se les empieza a voltear la tortilla, entonces es cuando «la democracia» deja de ser un disfraz conveniente y utilizan medidas totalitarias que emborronan sus santurrones discursos de libertad y derechos.
Este ataque flagrante a la libertad de expresión y al derecho de información es una clara muestra de la sangre fascista que corre por las venas de estas organizaciones pro-gringas.
Me pregunto qué se han hecho toda esa jauría de organizaciones que defienden la libertad de expresión y periodismo? Las ha oído usted referirse a esta descomunal agresión? Será que están tan ocupadas atacando a países progresistas en Suramérica que no han visto la viga que hay en el ojo de la Unión Europea? Es una prueba más de su naturaleza como instrumento gringo de agresión. Lo de luchar por la libertad de prensa es sólo el disfraz que usan para esconder su verdadero ataque político.
No me sorprendería que un día de éstos, algún borrachón asalariado por los gringos se le ocurra censurar a los medios rusos en nuestro país también. La máscara de democráticos se les está cayendo en la misma medida que se les cae el control sobre la sociedad.
Pragma-tico (Pragmatico), creo, es mas estoy seguro, que para Ud. la «verdadera» libertad de expresion es la que «existe» en Cuba: «Pais Insignia de la Flota de la Prensa Libre»; y me viene a la memoria Jose Marti cuando dijo: «DE LOS DERECHOS Y OPINIONES DE SUS HIJOS TODOS ESTA HECHO UN PUEBLO, Y NO DE LOS DERECHOS Y OPINIONES DE UNA CLASE SOLA DE SUS HIJOS» y «CUANDO UN PUEBLO EMIGRA SUS GOBERNANTES SOBRAN»; Y El Cdte. Fidel Castro, cuando dijo»: «CUANDO SE SUPRIME UN DERECHO SE TERMINA POR SUPRIMIR TODOS LOS DEMAS DERECHOS, DESOYENDO LA DEMOCRACIA. LAS IDEAS SE DEFIENDEN CON RAZONES, NO CON ARMAS. SOY UN AMANTE DE LA DEMOCRACIA» (Declaraciones a la Prensa – 7 de Ene./1959).
Se desenmascara el poder mediático occidental.
No hay peor abuso que mantener a la ciudadanía desinformada.
No es extraño que haya surgido Wikileaks.
No es suficiente leer sino determinar cuáles son las fuentes
La verdad nos hará libres