Todos los costarricenses transitamos día a día por la Ruta de la Mediocridad, esa que atraviesa a éste país de extremo a extremo y no hace diferencia ante nada ni nadie, ya que nos enfrentamos a situaciones que son el reflejo de una cuestión cultural que forma parte de la idiosincrasia de muchos en Costa Rica, donde hay que aprender a vivir más allá de todo.
Y con esto me refiero a vivir más allá de: la corrupción política, los jueces leguleyos y de cuello blanco, los alcaldes estafadores, los policías acosadores, la violencia de género, la cultura machista, los funcionarios públicos burócratas, la comercialización de la justicia, los sacerdotes pedófilos, la intolerancia religiosa, la mercantilización de la fe protestante, la evasión de los impuestos, la violación a los derechos de los minusválidos, la mala praxis médica, el tráfico de órganos humanos, el robo de los territorios indígenas, el racismo en los estadios, la xenofobia callejera, el antisemitismo solapado, la islamofobia desatada, el acoso sexual callejero, los esclavos importados de Asia, la competencia desleal, el tráfico de drogas, armas y personas, los sicarios a sueldo, el caos vial, la platina, los picones nocturnos, los alcohólicos al volante, los oficiales de tránsito deshonestos, la trocha fronteriza, el oscurantismo de la sexualidad.
Los embarazos en adolescentes, el monopolio de la fe, el amarillismo y sensacionalismo de algunos medios de comunicación para elevar el rating de sus canales de televisión, la manipulación de la información, la corrupción en el futbol, la educación privada mediocre, el turismo sexual, la prostitución infantil, el coyotaje en las fronteras y para cerrar con broche de oro, el choteo o serrucho costarricense que impera en cada hogar como parte de la identidad nacional y que en la actualidad se impone frente a cualquiera que pretenda vivir en medio de todo eso.
Por ello, cuando vemos a Andrey Amador, ciclista orgullo nacional, (solo cuando se trata del Giro d´Italia o el Tour de Francia), pedalear por la Ruta 27, ese robo al descampado que pagamos todos los costarricenses y que ni siquiera tiene aceras y menos ciclo vías, donde es un peligro transitarla en automóvil en invierno por los derrumbes y ni que decir de las personas minusválidas en relación con los famosos puentes peatonales, no podemos dejar de criticar.
Pero esto: que tenemos una autopista especial para los PICONES, esos que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes no se atreven a Multar y menos Empujar, como empujó el oficial de tránsito a Andrey Amador, este pasado martes 13 de diciembre.
De tal forma todos esos costarricenses que se dedicaron a Chotear al deportista en diferentes medios de comunicación, también deberían de transitar por la Ruta de la Mediocridad, pero para pedalear fuera de ella y exigir a los organismos competentes en este caso el MOPT y la Fuerza Pública que se amarren los Pantalones y que detengan a los Picones en Rio Oro de Santa Ana y en los peajes a Puntarenas los fines de semana, donde no se atreven a llegar y menos hacer ni un solo parte, ni aunque uno los llame al 911 o se apersone a las casetillas del tránsito y denuncie que tienen la Ruta 27 tomada para hacer los famosos piques.
Aunque en este caso fue todo un show montado por el oficial de tránsito que debería de presentarse con la misma diligencia frente a Rio Oro de Santa Ana, ya que por lo visto es el oficial de la zona, a detener a los picones que los vecinos ya están cansados de denunciar una y otra vez y que ésta semana pasada, fueron los responsables del choque que hubo en el puente y donde BRILLÓ POR SU AUSENCIA, la policía de tránsito con la inoperancia e ineficacia de siempre para enfrentar este tipo de situaciones donde no es un ciclista y su teléfono celular el que lo espera al bajarse de su moto, sino una turba de ampones con armas de grueso calibre…
(*) Marisol Chévez Hidalgo es Licenciada en filosofía, Universidad de Costa Rica.
Que clase de comentario más absurdo; semejante perodata para solicitar policias en una ruta; que se me hace que vive por ahí o al menos algun familiar.
Si por una desgracia; a este muchacha lo atroñella un vehículo; un sin numero de personas se irian en contra del trafico por no prevenirlo o bien hacer cumplir la ley.
Como dirian los abuelos; sigue petra de necia.
Señora que se tomó que clase de hablada más incoherente y perdida debería dedicarse a política que sólo habla y habla y hablan y no hacen nada, mejor hágale una carta al ministro del MOPT y le pideque exija mejoras en la ruta 27 sin tanta hablada de paja.
El comentario iba muy bien, hasta que empecé a leer el párrafo final.
A doña Marisol, la autora del artículo, le felicito por su forma de pensar, y coincido con muchas de sus palabras, pero debería ser más objetiva y estar mejor informada. El show de Andrey Amador no fue montado por el Oficial de Tránsito, sino por el mismo Amador quien fue el primero en subir el video en Redes Sociales.
El Oficial de Tránsito, y en general, la Policía de Tránsito, hicieron uso de su Derecho de Respuesta cuando hicieron público el video de la cámara del Oficial.
«Show montado por el oficial de tránsito» perdón pero quien montó el show y le salió BIEN mal fue Andrei Amador. Además aquí hay dos temas TOTALMENTE distintos, que parece ser usted licenciada en filosofía no logra identificar de forma independiente. Una es la responsabilidad de nosotros como ciudadanos de reclamar nuestros derechos como el de calles en buen estado y lugares aptos para recrear, que usted menciona, y otro es la responsabilidad que TODOS tenemos de cumplir la normativa para una convivencia adecuada. Porfavor concentremos en este caso y si usted vio esta irregularidad en los piques y se sintió afectada y vio la inoperancia del estado, diríjase a la sala constitucional e interponga un recurso, no solo llame al 911 y se quede esperando por la ruta de la mediocridad para después escribir esto tan poco fundamentado. En el caso específico me parece que se marcó un precedente muy importante, nadie tiene que transitar por esa ruta en bicicleta, para usted podrá ser una tontera que no se compara a los piques. Pregúntele a alguien que ha atropellado y peor aún a acabado con la vida de un ciclista que transita por una zona prohibida para estos, el proceso por el cual debe pasar esta persona, tanto legal como sicológico. Así que mejor antes de escribir tratemos de ponernos en los pies de todas las partes, y no transitar por la ruta de mediocridad.
Excelente comentario, que ira a pasar en mi lindo pais, llegara alguien que cambie este pauperrimo estado …que triste.
Ella tiene razón Guido. En este país de mierda donde todos comemos de a callado hay que decir la verdad aunque chime. Si a usted u otro familiar lo llega a atropellar o a chocar uno de esos ridiculos wanabes toretos de los picones me gustaría ver si no tiraría azufre por la boca hablando de los oficiales de tránsito. Andrey la cagó al meterse a la 27 pero el tránsito la recago al agredirlo. Más que expuestos los procedimientos tercermundistas q se siguen en esa «empresa estatal». Tamaño alivio saber q personas así de preparadas estan velando por nuestra seguridad….»foc dad shet»
Me parece que le verdadera ruta de la mediocridad es criticar absolutamente todo del país, que no deja de tener razón en todo lo expuesto, pero cuando se trata de alguien famoso (independientemente de la razón por lo que lo sea) debemos medirlo con otra vara, debemos de mirar a otro lado por el Tour y por el Giro.
Mucho mas mediocridad, por lo menos de criterio, es pensar que los hechos que significan el violar la ley son excluyentes según su gravedad y la efectividad de las autoridades para luchar contra esos hechos.
Como hacer piques es más grave y al parecer las autoridades no hacen nada andar en bicicleta en una zona prohibido no es tan malo y no deberían hacerme nada. Que clase de mensaje se esta transmitiendo?
Al parecer (sólo en algunos casos), el problema también se da en la educación pública. Con esto último me refiero a la autora de este artículo tan vacío y si se quiere irresponsable.
Concuerdo en que todos esos problemas país son reales, pero no justifico jamás la forma de reaccionar de ese muchacho, nadie está por encima de la ley y eso debe quedar claro. Sobre el asunto de los picones tiene mucha razon, y se requiere mucho más que sólo la policía de tránsito para resolverlo.
Me extraña que este artículo sea de una licenciada en filosofía. Lo interpreto como una queja, con su grado de razón, del desorden que existe en nuestro país tiempo ha. Dos cosas que no son ciertas: el oficial de tránsito no empujó al ciclista, fue una reacción cuando el joven abalanzó sobre él y también no fue un show montado, se desprende muy bien del vídeo del oficial. De una filósofa esperaría yo una reflexión más profunda a partir de lo que habla en el primer párrafo. Quizá muchos de esos problemas se derivan del irrespeto al Ser (así con mayúscula), de no ahondar, de no ver más allá de lo físico ( inconsciencia de lo metafísico) de ahí que alguien crea que su bicicleta vale más que el Ser a quien tiene enfrente.
Aproximadamente 40 aspectos negativos para plantear un asunto impregnado de subjetividad.
Deje de leer cuando entre tanta hablada escribió, funcionarios públicos burócratas, de ahí en adelante fue como presenciar un discurso y el orador con un frijol en los dientes
Totalmente de acuerdo con Marisol, eso fue puro protagonismo, mas bien debió escoltarlo hasta adonde Andrey iba. Como dijeron por ahí, el oficial debió haber visto en Andrey a Alvarez Desanti y así no hubiera hecho nada.
Así que esta inmensa infracción merece tal infamia. Mi pregunta es ¿dónde están estos valientes defensores de la justicia el resto de las 24 horas de cada día? Tal vez deberían haber ofrecido una escolta con luces intermitentes en la búsqueda para llevar honor a su búsqueda
En el vídeo se aprecia que alguien empuja a Amador, si fue el oficial de transito quien lo hizo, definitivamente hay que estar en los zapatos de amador para saber que hubiera hecho cada persona ante tal situación, usted ha visto escenas en las calles y puede haber tenido experiencias, así que sabe cual reacción hubiera tenido el tico promedio en palabras y actos ante el empujón. Atravesar la moto a la bicicleta, cuyo conductor le está haciendo señas de que paren un poco más adelante es algo innecesario y hasta pudo causar un accidente. El error de Andrey fue entrar en una ruta no permitida para ciclistas y luego alardear de quien es, lo segundo lo hizo ya con los ánimos alterados por la provocación.
Ahora, el tema de los picones que es otro aparte, siempre me ha llamado la atención por lo siguiente: Es fácil de remediar, reconozcamos que que no es un acto secreto; es público, escandaloso y hasta concurrido. Sacar de circulación autos y licencias de picones se trata solamente de ir, ver quienes participan de ello y con unos pocos oficiales de transito y policía hacer los decomisos. Este otro punto es el clave, el ámbito de los picones goza de una impunidad de gente en el poder que no permite que el decomiso fácil se ejecute ¿Protección hijos, familiares, algún interés especifico? Pareciera mentira, pero un tema como este ocupa mucha emoción en quienes controlan los poderes de la república.