Sídney (Australia), 4 abr (EFE).- La relatora de la ONU para los derechos de indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, criticó al Gobierno de Australia por las carencias en los derechos de los aborígenes australianos, una comunidad estigmatizada en el país oceánico, informan hoy medios locales.
En su informe preliminar tras realizar una visita de dos semanas, Tauli-Corpuz expresó el lunes en Camberra su profunda preocupación por la alta tasa de aborígenes en las prisiones del país, incluidos adolescentes en centros de internamiento.
En declaraciones a la edición australiana del diario «The Guardian», la relatora dijo que los casos de menores indígenas apartados de sus familias se multiplican por 10 frente a los procesos donde hay menores no aborígenes.
La representante de Naciones Unidas también criticó con dureza los abusos cometidos en los centros de internamiento, revelados por un programa del canal ABC, en los que guardias arrojaban gas lacrimógeno y propinaban palizas a los adolescentes recluidos.
Según datos oficiales, al 30 de junio de 2016 había unos 10.596 indígenas en las cárceles australianas, lo que equivale a un 27 por ciento de la población penitenciaria.
Tauli-Corpuz ofreció al Gobierno australiano una serie de recomendaciones para enmendar las faltas en los derechos como mejorar el sistema jurídico o fondos para la inclusión de la minoría, con el objetivo de proteger a esta población.
Los aborígenes australianos han sido víctimas de constante maltrato desde la colonización, además de desposeídos de sus tierras y discriminados sistemáticamente.
Incluso durante décadas y en pleno siglo XX sus hijos les fueron arrebatados para ser cuidados por familias o instituciones de blancos en lo que se denominó «la generación robada», que afectó a unos 100.000 menores aborígenes separados de sus familias entre 1910 y 1970. EFE