Río de Janeiro, 26 jun (Sputnik). – La secretaria especial de Derechos Humanos del Gobierno de Brasil, Fávia Piovesan, señaló que la tortura sigue siendo una práctica habitual en el país debido en parte a la herencia dejada por la dictadura militar (1964-1985).
«La tortura aún persiste en el paisaje brasileño como un continuismo autoritario del pasado; tenemos que fortalecer las políticas públicas de prevención, combate y erradicación», explicó Piovesan en una entrevista publicada este lunes por la Agência Brasil.
La representante del Gobierno defendió la necesidad de fortalecer instrumentos como el Mecanismo Nacional de Prevención y Combate a la Tortura, formado por 11 peritos independientes que investigan y realizan informes donde hay sospechas de tortura.
En ese sentido, Piovesan defendió que los estados brasileños copien este instrumento del Gobierno Federal para garantizar investigaciones imparciales.
La semana pasada Piovesan fue elegida integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y asumirá el cargo en enero de 2018.
Brasil prohibió la tortura explícitamente en su Constitución de 1988 y el país ratificó diversas convenciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que la condenan, pero aun así la práctica persiste.
Para especialistas en la materia, como el fiscal del Ministerio Público de Río de Janeiro, Sérgio Suiama, a pesar de que la Constitución es democrática, no fue totalmente desvinculada de la dictadura porque garantizó amnistía a los torturadores.
En 2010 Brasil fue condenado por la CIDH a investigar y condenar a los autores de violaciones de derechos humanos durante el periodo militar, pero la sentencia no fue plenamente cumplida.
«A pesar de que el Ministerio Público haya propuesto hasta ahora 27 acciones penales, la mayoría se encuentra paralizada bajo los argumentos de prescripción y amnistía; la impunidad permanece incluso después de una condena internacional», lamentó Suiama en declaraciones a la Agência Brasil.
La ONU designó que el 26 de junio fuera el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura. (Sputnik)