Panamá, 7 jul (EFE).- La Autoridad Marítima de Panamá (AMP) ordenó la salida de aguas panameñas de la embarcación John Paul Dejoria, de la ONG conservacionista Sea Shepherd, con registro en Barbados, por supuestamente violar el permiso de navegación «de placer» que le expidió en abril, informó hoy una fuente oficial.
La AMP precisó en un comunicado que inspeccionó la nave el miércoles pasado y ayer expidió la cancelación del permiso a la ONG estadounidense, así como la orden para que saliera de las aguas jurisdiccionales escoltada por el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN).
La cancelación del permiso se dio tras la inspección a la embarcación, luego de la denuncia telefónica en el canal TVN de la televisión local por parte de pescadores que supuestamente faenaban en el Golfo de Chiriquí, en aguas del Pacífico, sobre que los miembros de la ONG, el pasado 28 de junio, les dañaron sus artes de pesca y los amenazaron con armas.
Personal técnico de la AMP, junto con el SENAN, realizó la inspección de Estado Rector de Puerto y encontró que la ONG no cumple con el permiso, expedido el 3 de abril pasado, para permanecer un año en aguas panameñas como «yate de placer», según el comunicado.
«Se pudo evidenciar que se encontraba haciendo una actividad diferente al permiso que le fue otorgado, como nave de placer», sostiene la institución.
Expone que también lo corroboró en la propia cuenta de Facebook de «Sea Shepherd Panamá-Oficial» en la que «los mismos tripulantes de la nave detallan el trabajo que están desempeñando en las aguas jurisdiccionales de Panamá, no ajustándose al de yate de placer».
La AMP acogió la queja de los pescadores, mientras el pasado 3 de julio la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá indicó que investigaba el caso y dijo en un comunicado que «rechaza cualquier tipo de intervención, monitoreo y fiscalización por parte de naves extranjeras a embarcaciones nacionales en las aguas jurisdiccionales del país».
El conservacionista español Antonio Sueiras y su colega panameño Alexis Sánchez, miembros de la ONG, dijeron hoy en TVN que el incidente se dio en aguas de la reserva de Coiba en donde está prohibida la pesca y que sus únicas armas son cámaras de filmación y drones para documentar su actividad.
«Hemos empezado una campaña que empezó en Costa Rica y que llegará hasta Ecuador, y llevamos unos diez días en Panamá», precisó Sueiras, quien mostró vídeos de cómo se acercaron a los pescadores para documentar su faena dentro del área de preservación.
Agregó que «nos acercamos y ellos nos rodearon de forma agresiva y nos dijeron que nos marcháramos de allí, tuvimos un incidente con una hélice y en cuanto lo resolvimos nos marchamos a la estación de los guardaparques».
Sobre la denuncia de que les rompieron sus aparejos, el conservacionista español dijo que eso ocurrió cuando la hélice de su embarcación se enredó con uno de los palangres, que cortaron para liberar la nave.
Sánchez aseguró que en el área donde estaban eran aguas donde «no se puede pescar» con esos equipos y lamentó la decisión de la AMP de expulsar la embarcación, en lugar de proteger la riqueza natural de los mares en torno a Coiba, que es Patrimonio Natural de la Humanidad, «y es responsabilidad de todo el mundo cuidarla».
«Es decepcionante la actitud de las autoridades, estamos destruyendo el futuro de nuestros hijos», reiteró Sánchez.
Mientras que Sueiras dijo que «nos marchamos del país con dolor en el corazón, no entendemos que hacer fotos no sea una actividad recreativa y que sea eso el motivo por el que nos echan del país», y enfatizó que «nos gusta denunciar la pasividad de las autoridades» porque no asignan recursos para cuidar la riqueza de Coiba. EFE