Moscú, 24 jul (Sputnik). – El pacto entre EEUU y Rusia sobre la zona de distensión en el suroeste de Siria demostró que los dos países son capaces de cooperar en aras de la seguridad global, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
«La primera reunión (entre los líderes de EEUU y Rusia) que se celebró en Hamburgo después de tres conversaciones telefónicas y el acuerdo sobre la creación de la zona de distensión en el sur de Siria es un ejemplo concreto de que somos capaces de trabajar juntos y encontrar soluciones que contribuyan a resolver problemas de nivel tanto regional como internacional», declaró Lavrov en una entrevista concedida a la televisión kurda Rudaw.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
El 9 de julio de este año entró en vigor un armisticio en las provincias de Al Quneitra, Suwaida y Deraa, en el suroeste de Siria, fruto de un acuerdo entre EEUU, Rusia y Jordania que se comprometieron a utilizar su influencia en las partes en conflicto para frenar la violencia.
Para consolidar el cese de hostilidades, Rusia, EEUU y Jordania crearon un centro de supervisión en Amán.
Otras tres zonas de distensión deben abarcar la provincia de Idlib, parte de las vecinas Latakia, Alepo y Hama, parte del norte de la provincia de Homs, Guta Oriental, de acuerdo con un memorando que Rusia, Turquía e Irán –países garantes del llamado proceso de Astaná– firmaron a principios de mayo pasado.
Los enfrentamientos en Siria han dejado entre 300.000 y 400.000 muertos, según estimaciones de la ONU.
Moscú responde a las aspiraciones de Trump de mejorar las relaciones con Rusia
Moscú responde a las aspiraciones del presidente estadounidense Donald Trump de mejorar las relaciones entre Rusia y EEUU, afirmó Lavrov.
«Respondemos con reciprocidad a la aspiración expresada por el presidente de EEUU (Donald) Trump durante su campaña electoral para encontrar vías de cooperación con la Federación Rusa», dijo Lavrov en entrevista con la cadena kurda Rudaw.
Agregó que Moscú espera que «el pueblo estadounidense no ate las manos» a Donald Trump para impedirle mantener el diálogo con Rusia sobre la seguridad cibernética.
Normalizar las relaciones con Rusia y establecer buenas relaciones con el presidente del país, Vladímir Putin, fue una de las promesas electorales del entonces candidato republicano Donald Trump.
En particular, Trump dijo que la cooperación con Moscú es necesaria para luchar contra los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) y solucionar la situación en Oriente Próximo y otros conflictos regionales.
Las relaciones entre Moscú y EEUU empeoraron por la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96 por ciento de los votantes avaló esta opción.
Ese mismo año, EEUU, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
Moscú, que respondió con un embargo alimentario a EEUU y a la UE y sus socios, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania.
La campaña antirrusa en EEUU está abocada al fracaso, asegura Lavrov
La campaña antirrusa lanzada en EEUU está abocada al fracaso porque carece de pruebas de la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses, declaró este lunes el ministro de Exteriores de Rusia.
«(La campaña antirrusa) está abocada al fracaso porque no ha sido presentada ni una sola prueba, y todo lo que se comenta en los medios de EEUU ha sido inventado», dijo en una entrevista concedida a la televisión kurda Rudaw.
Los servicios secretos de EEUU acusan a Moscú de injerencia en las elecciones presidenciales de 2016 mediante ciberataques.
Actualmente el Congreso estadounidense y el FBI llevan a cabo investigaciones independientes sobre la «implicación rusa» en las últimas presidenciales, pero no han presentado hasta la fecha ninguna prueba.
Las acusaciones de injerencia contra Moscú han sido esgrimidas frecuentemente por políticos en diversas campañas electorales ocurridas en Occidente, aunque también sin pruebas.
Respecto a las acusaciones de injerencia en las elecciones de EEUU, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las calificó de «infundadas».
El presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró el pasado junio que Rusia no está implicada en los ciberataques. (Sputnik)