Ciudad de México, 20 sep (Sputnik).- Colectivos de familias mexicanas se ayudan con peculiares consejos en redes escolares destinados a los niños que sufren en silencio el impacto del devastador sismo que azotó el martes al país, como esta sugerencia enviada a un periodista de Sputnik desde el colegio al que asiste su hijo.
La infancia, el hilo más frágil del tejido social, es la más expuesta a padecer las secuelas de tragedias como la del sismo que sacudió México el martes y que ya deja más de 220 muertos y decenas de miles de damnificados, por lo tanto, «procura que los niños menores de 10 años no estén expuestos a las noticias sobre el sismo», dice la recomendación de un decálogo.
Recomendación difícil de cumplir para un padre periodista, socorrista, maestro, funcionario, miembro de las fuerzas armadas, policiales, o un simple voluntario ante la tragedia.
El impacto imborrable en las vidas de millones de niños puede causar que «su comprensión pueda alterarse por medios amarillistas que usan lenguaje catastrofista, ya sea televisión o radio», dice la presentación.
«No expongas a una preocupación innecesaria a los niños», acota la introducción a los diez consejos para niños de primaria, compartido en una red de padres de una escuela Montessori de la Ciudad de Puebla.
«Pueden llegar a pensar que continúan los sismos y los derrumbes, durante todo el tiempo que vean o escuchen los informes», advierte el texto para ofrecer en cambio los diez consejos.
Es mejor, «que te hablen de su experiencia», dice la primera recomendación; la segunda es que «dibujen lo sucedido».
«Que jueguen libremente; que canten, bailen o escriban» son las dos siguientes.
«Si en la noche piden dormir contigo, accede», dice la quinta sugerencia, excepción de una máxima en la formación de la individualidad autónoma.
La parte espiritual está contemplada: «una oración o una plegaria les caerá bien», es la sexta.
«Que lleven un peluche o una foto tuya a donde vayan»; y ser «compresivo si hay enuresis», es decir, micciones incontroladas.
La novena es de rutina: «abrázalos y bésalos».
Pero la más sorprendente para niños que no sean mexicanos es pedirles «que hagan un quitapesares».
La leyenda de los muñecos «quitapesares», proceden la mitología profunda de la antigua cultura maya del sur de México y Centroamérica, que alivian las penas de la vida humana.
La tradición de los indios mayas relata que cuando los niños tienen miedos o pesadillas por la noche, «se los cuentan a los muñecos quitapesares antes de irse a dormir».
Luego los colocan debajo de la almohada y, al amanecer, las preocupaciones desaparecen, por arte de magia.
Esos muñecos míticos se preocuparán por el problema, como un íntimo ángel de la guarda, «en lugar del niño, permitiéndoles dormir tranquilamente».
Es una muestra de que las reservas en la cultura profunda prehispánica ante las tragedias es prodigiosa.
No se sabe el origen del peculiar decálogo, pero refleja que en estos días, en México nadie duerme tranquilo, menos los niños.
Según las últimas cifras oficiales un total de 225 personas fallecieron a causa del terremoto; 94 en Ciudad de México, 71 en Morelos, 43 en Puebla, 12 en el Estado de México, 4 en Guerrero y 1 en Oaxaca.
Sin embargo, los damnificados por los miles de casas y edificios dañados en esos estados son decenas de miles que decidieron pasar la noche en las calles, por el miedo a las réplicas.
El terremoto ocurrió el martes por la tarde, un par de horas después de que el Gobierno mexicano conmemorara con un macro simulacro nacional el 32 aniversario del más mortífero sismo de la Ciudad de México, que el 19 de septiembre de 1985 dejó unas 20.000 personas fallecidas y unos 4.000 edificios derrumbados. (Sputnik)