San José, 25 Ene (Elpais.cr).- La lista de inmuebles declarados e incorporados al patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica tiene un nuevo integrante: la Casa Saborío González; “una dama josefina” ubicada en Barrio Amón, lugar donde a inicios del siglo XX muchas familias de la clase cafetalera agroexportadora eligió para asentar sus elegantes viviendas de estilo europeo.
“Barrio Amón, junto con Otoya y Aranjuez, se podría considerar como la zona patrimonial de San José, porque allí se conjuntan una serie de viviendas que todavía preservan su estado original, y esta es una de esas. Debido a lo difícil que resulta una declaratoria a nivel de conjunto, porque se necesita una ley expresamente para eso; entonces, hay que hacer declaratorias puntuales como se hizo esta”, expresó William Monge, director del Centro de Patrimonio.
La Casa Saborío González es más conocida como la “Casa Verde”, aunque según el estudio técnico realizado para su declaratoria como patrimonio histórico-arquitectónico, ese no fue su color original, sino el azul. Originalmente y durante mucho tiempo fue casa de habitación, años después hotel, y hoy es sede de oficinas administrativas del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), su actual propietario.
“Este es un buen caso puesto que lo asumió el TEC, lo que da mayor garantía de conservación que si la hubieran comprado para otros usos, sobre todo, para la tendencia en este barrio de hoteles o bares, lo que implica modificaciones y el riesgo de que no exista una buena conservación del inmueble, por lo que el hecho de que sea propiedad del TEC es muy importante”, agregó Monge.
El Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud realizó dicha investigación a cargo de profesionales en Historia y Arquitectura, lo que culminó en la recomendación de la declaratoria dada mediante el Decreto N° 40662-C, firmado por el presidente de la República y la ministra de Cultura y Juventud en agosto pasado y publicado en La Gaceta Nº 237 del 14 de diciembre del 2017.
En 2015 el Instituto Tecnológico de Costa Rica restauró la residencia mediante una propuesta elaborada por un equipo de estudiantes y profesores de la Facultad de Arquitectura, por lo que actualmente esta “dama de sociedad” luce con garbo y renovados bríos, su siglo de existencia.