Sochi (Rusia), 30 ene (Sputnik).- El Congreso del Diálogo Nacional de Siria en Sochi resultó un éxito en general, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
«Lo más importante es que cumplamos con el principio fundamental de la resolución 2254 que estipula que solo los propios sirios pueden decidir el futuro de su país, el Congreso iba dirigido a lograr este objetivo y creo que este primer paso, muy importante, se tradujo en éxito por lo general», indicó.
Según el jefe de la diplomacia rusa, la conferencia de Sochi es «el inicio del proceso destinado a poner en práctica la implementación de la resolución 2254 bajo los auspicios de la ONU, principalmente en lo que se refiere al comienzo del diálogo sobre lo esencial: en qué Siria quieren vivir los sirios».
Sobre la posibilidad de celebrar una nueva edición del Congreso, Lavov dijo que Rusia no pretende adivinar el futuro.
«Nos pusimos de acuerdo para remitir los resultados del Congreso a la ONU, con la esperanza de que den un impulso al proceso de Ginebra», expresó.
El canciller ruso refutó también las críticas por parte de algunos países occidentales, subrayando que el Congreso se celebró de una manera abierta y contó con la participación del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, así como de observadores de todos los países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Estados árabes y Kazajistán como país anfitrión del proceso de Astaná.
Este martes se celebró el segundo día del Congreso del Diálogo Nacional sirio, convocado por iniciativa de Rusia y acordado en las conversaciones sirias de Astaná, que busca propiciar un proceso político inclusivo y contribuir a la reconciliación y reformas políticas en el país árabe.
En total en el foro participaron más de 1.500 delegados, «representantes de distintos grupos sociales, políticos, religiosos y étnicos de la sociedad siria», según anunció este martes el comité organizador del evento.
En calidad de observadores al foro asistieron representantes de los países patrocinadores del proceso de Astaná (Rusia, Irán, Turquía), Egipto, Jordania, Irak, Líbano, Arabia Saudí, Kazajistán y una delegación de la ONU encabezada por De Mistura. (Sputnik)