jueves 1, junio 2023
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Rusia acusa a EEUU de hacer competencia desleal con sus sanciones

Moscú, 11 abr (EFE).- Las últimas sanciones de Estados Unidos contra varios magnates rusos y las empresas que controlan, claves para la economía, tienen como objetivo sacar a Rusia de los mercados internacionales, denunció hoy el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev.

«Con el pretexto de que deben castigar a los rusos, que se portan mal, en realidad emplean métodos desleales en la lucha por los mercados económicos», dijo Medvédev al informar de la gestión del Gobierno a la Duma o Cámara baja del Parlamento.

El primer ministro se refirió en concreto a las sanciones contra los gigantes minerometalúrgicos Rusal (aluminio), al borde de la quiebra técnica tras perder el lunes la mitad de su valor de mercado en la Bolsa de Hong Kong; Norniquel (níquel) y Polus (oro), cuyas acciones también se han desplomado.

«Asistimos a una lucha contra los principales suministradores de aluminio y de otros productores metalúrgicos, desplegada por los círculos políticos y empresariales estadounidenses», señaló.

Advirtió al respecto de que ante la manifiesta intención de la Casa Blanca de «acorralar» comercialmente a Rusia, ha llegado la hora de «sopesar todos los aspectos de cooperación con EEUU», y recordó que en este país hay muchos productos estadounidenses.

Las sanciones adoptadas el pasado viernes por Washington contra siete oligarcas y trece funcionarios rusos, entre ellos dirigentes de grandes compañías estatales, han golpeado con fuerza al rublo y a la Bolsa.

La divisa nacional cae por tercer día consecutivo y ya se ha depreciado más del 12 % en relación con el dólar y el euro, mientras que la Bolsa de Moscú, que se derrumbó el lunes un 11,4 %, perdía a media tarde de hoy cerca de otro 3 %.

Los rusos hacen cola en las agencias de viajes para pagar sus vacaciones antes de que los precios se disparen por la depreciación del rublo, según informó la Asociación de Turoperadores de Rusia.

Ante la amenaza de Washington de castigar a empresas y países de todo el mundo si mantienen negocios con los conglomerados rusos sancionados, los expertos advierten de que el Gobierno deberá hacer un costoso esfuerzo para rescatar a esas compañías, de las que dependen cientos de miles de personas en todo el país.

Sin embargo, Medvédev sacó hoy pecho ante los diputados rusos, al asegurar que, pese a todos los ataques de Occidente que ha sufrido el país en los últimos años, Rusia ha avanzado como nunca en prácticamente todos los ámbitos.

La economía rusa «nunca antes en tan corto tiempo había recibido tantos goles simultáneamente: la crisis financiera mundial, el desplome de los mercados de materias primas, las sanciones y las restricciones de acceso a los mercados financieros y tecnológicos», destacó Medvédev.

«Pero no solo hemos sobrevivido: hemos comenzado a desarrollarnos, pese a todas las trabas que nos ponen desde el exterior», recalcó.

El primer ministro resaltó que las elecciones parlamentarias de 2016 y las presidenciales de este año, en las que Vladímir Putin fue reelegido con el 76,69 % de los votos, demuestran el respaldo popular a las políticas de las autoridades del país.

Medvédev subrayó que en los últimos seis años Rusia recorrió un camino que otros países tardaron decenios en hacer, «y eso sin que nadie ejerciera presiones sobre ellos».

El desplome de la Bolsa y de la divisa nacional empezó hace dos días, en un nuevo «lunes negro» de la historia contemporánea del país, que arrancó con una caída cercana al 50 % de las acciones en el mercado de Hong Kong de Rusal, del multimillonario Oleg Deripaska, uno de los sancionados.

A Rusal le siguieron a la baja prácticamente todas las grandes empresas minerometalúrgicas del país, con caídas por encima del 15 %, y el monopolio gasístico Gazprom, cuyo presidente, Alexéi Miller, también está en la última lista de sancionados por Washington.

Sberbank y VTB, los dos bancos más importantes del país, también acumulan importantes pérdidas en la Bolsa de Moscú.

También figuran en la lista negra de Washington Kirill Shamalov, exyerno de Putin y accionista de la empresa energética Sibur; Suleimán Kerímov, que controla la compañía extractora de oro Polus, y Víktor Vekselberg, presidente del conglomerado Renova, con intereses en diversos sectores de la economía rusa. EFE

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