En una rueda de prensa en el Bundespressekonferenz (BPK) antes de regresar a Bruselas, Puigdemont denunció la «violencia unionista de extrema derecha en Cataluña».
Según explicó el expresidente catalán, en Cataluña se dan agresiones todas las semanas contra «la gente que lleva el lazo amarillo», el símbolo escogido por los soberanistas catalanes para expresar su solidaridad con los líderes independentistas que se encuentran actualmente en prisión.
Puigdemont anunció este miércoles su regreso a Bélgica –donde fijó su residencia en octubre de 2017 tras la declaración de independencia del Parlamento de Cataluña con el fin de eludir la acción de la Justicia española– luego de que el Tribunal Supremo español retirase la orden de extradición por un supuesto delito de malversación de fondos relacionado con la organización del referéndum unilateral de autodeterminación del 1 de octubre de 2017 y la Justicia alemana desestimase su extradición por un supuesto delito de rebelión.
El expresidente catalán fue detenido a finales de marzo tras cruzar la frontera alemana procedente de Helsinki (Finlandia) camino de Bruselas (Bélgica) en virtud de una orden de detención cursada por las autoridades españolas y más tarde puesto en libertad provisional hasta que se resolviese su caso.
«Nos gustaría que hubiese un referéndum como el escocés», dijo Puigdemont.
Y agregó que «un referéndum acordado era la prioridad y nunca diremos que no a un referéndum» de ese tipo.
Preguntado por la división entre partidarios y detractores de la independencia en Cataluña, el político independentista respondió que «al igual que en una Cataluña autonómica había gente que quería la independencia, en una Cataluña independiente habrá gente que la querrá autonómica».
«Las puertas del diálogo estarán siempre abiertas», manifestó el expresidente catalán.
Puigdemont destacó que «la Constitución Española no prohíbe hacer referéndums» y recordó que esta posibilidad existe debido a que España está adherida a tratados internacionales que así lo reconocen.
«Se trata de voluntad política: en la Constitución Española entra la consulta a los catalanes», reiteró.
Cataluña, recordó, «propuso mejoras económicas que nunca fueron atendidas y a día de hoy no ha habido ninguna propuesta del Gobierno español» y puso como ejemplo las «propuestas de pacto fiscal con España», las cuales, insistió, «fueron todas rechazadas».
«El Estado español se reunió con la banda terrorista ETA y no lo hizo con los independentistas, que nunca actuaron con violencia», lamentó.
El dirigente independentista inquirió si «España tiene un proyecto político para Cataluña».
«Si el único argumento para seguir en España es la fuerza, es un argumento muy pobre», criticó.
«Yo no sé si estaré veinte años sin pisar suelo español, lo que si sé es que no estaré 20 años sin pisar suelo catalán», respondió Puigdemont a la pregunta de un periodista sobre la posibilidad de regresar a Cataluña teniendo en cuenta que en territorio español pesa sobre él una orden de detención por un supuesto delito de rebelión, castigado con penas de hasta veinte años de prisión.
El político independentista reconoció que «el cambio del Gobierno español ha significado un cambio de clima y de lenguaje» y afirmó que «la entrevista entre (el presidente del Gobierno de España, Pedro) Sánchez y (el presidente del Gobierno catalán) Quim Torra sirvió de forma respetuosa para exponer los puntos de vista de ambos».
El expresidente catalán dio la mañana de este miércoles una rueda de prensa en el Bundespressekonferenz (BPK) antes de regresar a Bruselas.
La Justicia española retiró la orden de extradición por un supuesto delito de malversación de fondos relacionado con la organización del referéndum unilateral de autodeterminación del 1 de octubre de 2017, después de que la Justicia alemana desestimase su extradición por un supuesto delito de rebelión. (Sputnik)