«No hay nuevo juicio, sino que simplemente se revoca la decisión del tribunal. Tienen que salir libres», dijo el juez Emiliano Rolón citando la decisión unánime de la Corte, consigna ABC Color.
En junio de 2012 murieron 11 campesinos y seis policías durante el desalojo de trabajadores rurales que ocupaban un predio en el municipio de Curuguaty (este) en protesta por la escasez de tierras para el cultivo.
Los magistrados alegaron que hubo «vicios» en el proceso y que no se pudo probar a ciencia cierta que los acusados tuvieran participación criminal en los hechos, según el periódico local.
La sentencia en primera instancia se dictó en julio de 2016, con penas de prisión de entre cuatro y 30 años para los 11 labriegos.
El caso estuvo plagado de irregularidades según denunciaron la defensa de los campesinos y organizaciones civiles.
Además, motivó un juicio político al entonces presidente Fernando Lugo, que culminó con su destitución.
Lugo celebró este jueves en Twitter la revocación de la sentencia en un proceso que tachó de «circo montado para ocultar los intereses de oscuros grupos de poder».
De los 11 campesinos, siete ya se encuentran en libertad tras haber cumplido sus condenas y se espera que en las próximas horas recuperen su libertad los cuatro restantes. (Sputnik)