Managua, 4 sep (EFE).- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, lamenta que los «gobiernos de derechas» de Latinoamérica hayan acabado, en su opinión, con los organismos de cooperación regional.
En una entrevista con Efe, Ortega explica que «América Latina está siendo víctima de lo que es la falta de actitud democrática de gobiernos de derecha que han provocado una polarización y una fractura en los organismos de integración» de la región latinoamericana.
«Nunca como hasta ahora, que gobiernan los partidos de derecha los países de América Latina, se había dado un debilitamiento de los organismos de integración regionales, desde la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que nació cuando teníamos una correlación diferente en América latina», manifiesta el mandatario.
En su opinión, esto «demuestra la tolerancia y madurez de las fuerzas de izquierda en el Gobierno y la actitud democrática que, cuando siendo mayoría, no actuamos con la prepotencia de buscar excluir, dinamitar a las fuerzas de derecha, sino a contrario buscamos como unir».
Recuerda el líder sandinista cómo se creó ese organismo de coordinación regional, bajo la supervisión de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil, «pero eso ha sido destruido ahora por la intolerancia de los gobiernos de derechas que actúan bajo la dirección de la política norteamericana».
Según Ortega, esto recuerda «la época aquella cuando ocuparon la OEA (Organización de los Estados Americanos) para invadir países como República Dominicana y donde entre las tropas liberadoras encabezadas por los yanquis iban las tropas de Somoza, frente a la amenaza del comunismo. Se está reeditando esa historia».
Respecto a Venezuela, asegura que mantiene «buena relación» y que el país de Nicolás Maduro «está siendo víctima de la misma política intervencionista que han sufrido países como Cuba y que ha sufrido también Nicaragua«.
Ortega asegura que construirá canal de Nicaragua, a falta de estudio ambiental
El proyecto de canal de Nicaragua, impulsado por una empresa china, está pendiente de la medición del impacto medioambiental para comenzar los trabajos de construcción, según asegura Daniel Ortega en una entrevista con Acan-Efe.
El presidente nicaragüense afirma que la empresa china hizo un primer estudio que fue sometido a la Comisión de Medioambiente del Estado nicaragüense, pero no pasó el examen, ya que se hicieron varias observaciones.
«Cuando se sometió el proyecto, se le hicieron observaciones en cuanto a la ruta y se planteó que había que modificarla, porque la que habían trazado iba a provocar impacto en zonas donde teníamos recursos vivos todavía», explica el presidente.
Detalla que, antes de comenzar las obras, «ellos tienen que presentar el estudio ya con las modificaciones que señaló la comisión. Para que el canal pueda empezar a ejecutarse tiene que haber un estudio con mínimo impacto ambiental».
Ortega se niega a precisar una fecha aproximada para el inicio de las obras, pero asegura que «ha tenido el respaldo de la mayoría de la población, aunque siempre hay un sector que lo cuestiona, sobre todo estos grupos que hoy nos están haciendo el daño al país, que también cerraron filas en contra del canal».
El presidente de Nicaragua considera que «traerá una fuente de recursos para poder dar un salto y que el mismo canal daría los recursos para recuperar zonas que han sido afectadas o arrasadas por incendios, tala de madera, etcétera. Nicaragua dejaría de ser el segundo país más empobrecido de América Latina».
Ortega descalifica a ex sandinistas por «hablar como demócratas de derecha»
Managua, 4 sep (ACAN-EFE).- Daniel Ortega sostiene que sigue siendo marxista, defiende el sandinismo y critica con dureza a algunos de los que compartieron con él la revolución que terminó con su llegada al poder en Nicaragua en 1979.
En esa lista se incluyen el escritor y premio Cervantes Sergio Ramírez, que llegó a ser su vicepresidente, y su hermano Humberto Ortega, que fue jefe de las Fuerzas Armadas sandinistas.
En una entrevista con Acan-Efe, Ortega califica de «cuentos» las denuncias de Ramírez y a su hermano Humberto le reprocha que en 1990 ordenara disparar contra campesinos.
Relata que en 1990, cuando perdieron el poder, organizaron movilizaciones con obreros, estudiantes y campesinos para defender lo que considera «logros de la revolución».
«La consigna era defender las conquistas de la revolución, que las respetara el gobierno, porque no era un triunfo contrarrevolucionario, no les daba derecho a ellos a venir a barrer con todo lo que había heredado de la revolución», explica el presidente.
Añade que «entonces sacaron al Ejército. El Gobierno democrático sacó al Ejército, no le bastó la Policía, y el Ejército salió a botar los puntos que había de protesta en unas barricadas que existían también».
Según Ortega, se ordenó «disparar siendo jefe del Ejército Humberto, que antes había dicho que iban a faltar postes en el país para colgar a toda la burguesía».
«Otro que recién habló, Wheelock (Jaime), ministro de Cultura, que luego se fue para Estados Unidos después del 90, antes había dicho que había que cortar las manos a los latifundistas, por eso digo que eran más radicales que yo», detalla el mandatario.
Recuerda que su hermano sacó a los militares, «y a trabajadores que habían sido beneficiados con unas empresas les lanzó al Ejército para que apunte a balazos y arrebataran las empresas. Y hubo muertos».
«Ellos se descolgaron a raíz de la derrota electoral. Mientras tanto eran radicales, eran más radicales que yo. Estos que hoy hablan como demócratas de derecha y que andan con la derecha en coalición, eran más radicales que yo», insiste el presidente.
Recuerda que «eran los que se oponían a que en el Gobierno sandinista hubieran sacerdotes, curas católicos o pastores evangélicos, los que andaban predicando el ateísmo».
«Nos crearon problemas, porque este es un pueblo muy creyente, e ir a predicar el ateísmo a un pueblo muy creyente, sencillamente, no está en nuestra realidad cultural y política», explica el líder del FSLN.
Para Ortega, «el marxismo es una guía para la acción. Nosotros nos aferramos a que teníamos una fuente de valor política e ideológica que era (Augusto César) Sandino. Sandino hacía una síntesis de lo que eran nuestros valores y nuestras luchas, con una esencia estrictamente y profundamente antiimperialista».
El mandatario asegura que ese ha sido su pensamiento: «el marxismo, como un instrumento para desarrollar las ideas, para desarrollar los programas y la acción».
«Jamás nos dejamos llevar por lo que era la interpretación dogmática que el mismo Marx no la mandó, sino que partimos de ese principio y yo sigo pensando de esa manera», reitera.
El presidente de Nicaragua afronta un crisis sociopolítica desde el pasado 18 de abril a consecuencia de unas reformas al seguro social y que desembocaron en una revuelta ciudadana en la que fueron asesinadas, según el Gobierno, 195 personas, mientras que organismos de derechos humanos elevan la cifra a más de 400. ACAN-EFE