«Esto no es verdad, no crean estos informes de los medios israelíes», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los periodistas.
A la pregunta de si Rusia está satisfecha con la información presentada por Israel en relación con el accidente, Peskov respondió que «hay que preguntar a los especialistas militares».
Agregó que el presidente ruso «está al tanto de toda la información», pero «se trata de datos específicos».
«Por eso, hay que preguntar a nuestros compañeros del Ministerio de Defensa», subrayó Peskov.
La víspera, la delegación israelí, encabezada por el jefe de la Fuerza Aérea israelí, Amikam Norkin, presentó a Rusia los datos sobre el incidente a causa del cual los sistemas de defensa antiaérea sirios derribaron el avión ruso.
Además, los militares israelíes compartieron información sobre supuestos intentos de Irán de fortalecer su posición en Siria y entregar armas estratégicas al movimiento chií libanés Hizbulá.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó que el 17 de septiembre sobre las 20.00 GMT se perdió la comunicación con un avión IL-20 ruso que regresaba a la base aérea Hmmeymim y se encontraba a unos 35 kilómetros de la costa del Mediterráneo.
Según el departamento castrense, en esos momentos cuatro cazas israelíes F-16 estaban atacando instalaciones en Latakia y usaron al IL-20 como escudo, exponiéndolo al fuego del sistema sirio de defensa antiaérea.
El IL-20 fue derribado por un cohete del sistema S-200, lo que provocó la muerte de 15 efectivos rusos.
El Ministerio de Defensa ruso calificó las acciones de Israel de intencionadas y hostiles y declaró que se reserva el derecho a responder adecuadamente.
Por su parte, el Ejército de Israel lamentó el derribo del IL-20 ruso en Siria y subrayó que la responsabilidad del derribo del avión ruso recae en Damasco, Teherán y el movimiento chií libanés Hizbulá. (Sputnik)