San José, 4 oct (EFE).- Dos manifestantes serán denunciados ante el Ministerio Público debido a que el miércoles aparentemente intentaron agredir al presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, en el marco de la huelga en rechazo a un proyecto de reforma fiscal que hoy entró en su día 25.
«Hemos logrado identificar a dos personas, una de apellido Sanabria y otro de apellido Fernández. Se van a denunciar ante la Fiscalía para que determine si hay delito que perseguir», dijo este jueves a los periodistas el ministro de Seguridad, Michael Soto.
El hombre de apellido Sanabria trabaja para el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y aparentemente empujó por la espalda al presidente, mientras Fernández es funcionario de la Imprenta Nacional y supuestamente lanzó un objeto, no determinado, al vehículo del mandatario.
Estos hechos ocurrieron el miércoles cuando Alvarado, escoltado por un pequeño equipo de seguridad, salió por la puerta trasera del Teatro Nacional y cruzó la Plaza de la Cultura para abordar un vehículo.
Los huelguistas protestaban en los alrededores y las salidas principales del teatro, ante lo cual la seguridad del mandatario decidió sacarlo por la puerta trasera hacia la Plaza de la Cultura, un concurrido sitio público donde había un pequeño grupo de manifestantes.
Los manifestantes que estaban allí se acercaron al mandatario para insultarlo, según se aprecia en videos grabados con teléfonos celulares.
En ese momento, aparentemente el presidente fue empujado levemente por la espalda y le habrían lanzado un objeto al vehículo.
La huelga sindical contra el proyecto de reforma tributaria que discute el Congreso cumplió este jueves 25 días con diversas manifestaciones en varias regiones del país, pero el Gobierno asegura que ha ido perdiendo fuerza.
Los diputados siguen avanzando en la discusión de la reforma, la cual podría ser votada en los próximos días.
Los sindicatos rechazan el proyecto fiscal porque consideran que afectará a los pobres y clases medias y libra a las grandes empresas, ante lo que exigen que se redacte un nuevo texto basado en sus propuestas.
El Gobierno insiste en que la reforma tributaria debe ser aprobada, que es «progresiva» y necesaria para generar confianza en los mercados crediticios y evitar una crisis económica.
La reforma fiscal tiene como punto estrella la conversión del impuesto de ventas del 13% en uno de valor agregado (IVA) de la misma tasa pero que gravará los servicios y, de manera diferenciada, algunos productos que antes estaban exentos.
También incluye cambios en el impuesto sobre la renta, renta de capital, renta global y medidas para reducir el gasto público, como por ejemplo la disminución de pluses salariales. EFE