La Haya, 10 oct (EFE).- Irán pidió hoy a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que se declare competente para juzgar a Estados Unidos por «la expropiación de propiedades de compañías» iraníes a través de la congelación de fondos de este país en bancos norteamericanos.
El agente de Irán ante la CIJ, Mohsen Mohebi, reclamó a los jueces que «rechacen todas las objeciones preliminares» presentadas el pasado lunes por Estados Unidos, cuyos abogados exigieron al tribunal que declare el caso inadmisible.
Las vistas orales de hoy se remontan a una denuncia presentada por Teherán en junio de 2016, dos meses después de que la Corte Suprema de Estados Unidos ordenase la congelación de 2.000 millones de dólares (unos 1.776 millones de euros) de fondos iraníes depositados en bancos estadounidenses.
Varias compañías estatales, entre ellas el Banco Central de Irán, se han visto afectadas por la medida.
Esos fondos se utilizarían para indemnizar a los familiares de 241 marines muertos en un ataque en Beirut, sucedido en 1983 y calificado por Washington como un atentado terrorista patrocinado por Teherán.
El agente de Irán en la CIJ negó dicha acusación y aseguró que su país es «una de las principales víctimas de actividades terroristas y siempre ha condenado el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones».
Puso como ejemplo los ataques coordinados en 2017 contra el Parlamento iraní y el mausoleo del imán Ruholá Jomeiní, que fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico, y otro atentado sucedido hace tres semanas en la ciudad de Ahvaz, donde murieron 29 personas.
La congelación de los fondos se basó en una ley federal estadounidense, aprobada en 2002, para que las víctimas de atentados puedan reclamar indemnizaciones cuando los ataques sean «promocionados» por terceros países, han explicado los abogados estadounidenses.
El agente de Irán señaló que dicha ley y su posterior aplicación en los tribunales forman parte de «una política orquestada entre las ramas judiciales, legislativas y ejecutivas del Gobierno» norteamericano para «dañar la economía iraní».
Añadió que en algunas cortes norteamericanas se ha asegurado que Irán fue responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, acusación que Mohebi calificó de «increíble».
Las medidas de Washington «no se limitan al territorio estadounidense», dijo el iraní, pues Estados Unidos ha pedido que tribunales de Canadá, Luxemburgo, Reino Unido e Italia congelen fondos de Teherán.
Mohebi explicó que su país se ha visto obligado a acudir a la CIJ porque Estados Unidos no ha garantizado a las compañías iraníes la «libre disposición de sus propiedades» y «la libertad de acceso a las cortes estadounidenses».
Irán fundamenta su denuncia en el Tratado de Amistad de 1955, un documento firmado por los dos países cuando aún gozaban de buenas relaciones y que, según Mohebi, Estados Unidos ha incumplido.
Dicho documento fue redactado para regular los contactos bilaterales en el plano económico y sigue en vigor a pesar de que la Revolución iraní de 1979 rompió los lazos entre Washington y Teherán.
La CIJ se basó la semana pasada en ese tratado para ordenar a Estados Unidos, en un caso aparte, que paralice las sanciones contra Teherán relacionadas con la exportación de algunos bienes básicos.
Según Estados Unidos, la CIJ no debería aceptar la denuncia de la congelación de fondos porque supondría un «abuso procesal» y un «mal uso del tribunal» por parte de Irán, pues «la relación de amistad ya no existe», dijo el pasado lunes el represente norteamericano ante la CIJ, Richard Visek.
Se calcula que los jueces darán a conocer en los próximos meses si se declaran competentes para juzgar este caso. EFE