Tegucigalpa, 10 ene (EFE).- Berta Zúñiga, hija de la activista hondureña Berta Cáceres, asesinada en 2016, dijo hoy que el fallo que emitirá este jueves la Justicia hondureña por el asesinato de su madre, solo reafirmará «la violencia e ilegalidad» de un proyecto hidroeléctrico al que se oponía la líder indígena.
«El fallo que será emitido el día de hoy sólo reafirma la violencia e ilegalidad bajo la cual ha sido impuesto el proyecto Agua Zarca, de la empresa Desarrollos Energéticos (DESA)», subrayó Zúñiga, coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), en una rueda de prensa.
Señaló que la polémica hidroeléctrica «ha costado la vida de hermanos protectores del río Gualcarque, los derechos del pueblo lenca y su dignidad» y puso como ejemplo el caso de Berta Cáceres.
«Ni el Estado persecutor ha podido negar la culpabilidad de los miembros y directivos de la Empresa DESA en el crimen», enfatizó Zúñiga.
El tribunal de sentencia de Tegucigalpa emitirá este jueves el fallo de individualización de pena a los siete de los ocho acusados por el asesinato de Berta Cáceres.
La activista dijo que su familia y el Copinh «no olvidamos» que el crimen de Cáceres fue perpetrado «por la colusión de gente del Estado que, entre otros se han prestado para saquear los territorios indígenas, campesinos, para el lucro de grupos oligárquicos del país».
Aseguró que, si las autoridades hondureñas no hubieran otorgado la «concesión ilegal» a DESA, «nunca hubiera sido asesinados tantos compañeros», entre ellos su madre.
«Hoy exigimos que el Estado enmiende. Vamos a darle la oportunidad para que enmiende esta actuación ilícita que dio vida a la concesión al río Gualcarque», donde DESA pretendía construir la represa hidroeléctrica Agua Zarca, añadió.
Dijo además que el Estado hondureño debe «cumplir con la Justicia a cientos de víctimas que han sufrido por la implementación bajo la fuerza de este proyecto».
Berta Cáceres fue asesinada el 2 de marzo de 2016 cuando dormía en su casa en la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá, en el occidente de Honduras.
El día del crimen Berta Cáceres tenía como huésped en su casa al ambientalista y defensor de derechos humanos el mexicano Gustavo Castro, quien resultó con una herida de bala en una oreja.
Los abogados que llevan el caso de Berta Cáceres presentaron este jueves un recurso de amparo contra la concesión otorgada a DESA, antes de apelar a la Justicia internacional. EFE