Managua, 20 ene (EFE).- El Gobierno de Nicaragua mantiene una posición «cerrada y absolutamente de rechazo a todo diálogo», frente a la crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos desde abril pasado, aseguró hoy el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Silvio Báez.
«Todos los nicaragüenses hemos visto una posición absolutamente cerrada y absolutamente de rechazo a todo diálogo y a toda plática pacífica, para solucionar la crisis», dijo Báez, un crítico del Gobierno del presidente Daniel Ortega y una de las personas más influyentes de Nicaragua.
La crisis, que estalló el 18 de abril pasado, ha dejado cientos de muertos, presos y desaparecidos, además de miles de heridos y cientos de miles de exiliados, en protestas contra Ortega, quien en mayo pasado se mostró dispuesto a dialogar, aunque dos meses después rechazó el diálogo para superar la crisis.
El obispo también se refirió a los rumores, de que el Gobierno de México sea mediador en un diálogo, un papel hasta ahora exclusivo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
«Si el Gobierno de Nicaragua actualmente, como ya ocurrió en el pasado, no está dispuesto, ni con el mejor mediador del mundo se puede lograr, el mediador es importante, pero lo más importante es la voluntad política del Gobierno, de dialogar», afirmó Báez, a periodistas.
El religioso brindó sus palabras luego de una emotiva despedida de la parroquia Esquipulas, en las afueras de Managua, donde la misa cerró con cantos a favor de Nicaragua y reclamos contra el presidente Ortega, en un ambiente cargado de sentimientos patrióticos.
Desde abril pasado Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado entre 325 y 561 muertos, y de 340 a 767 detenidos, según organismos humanitarios.
Ortega reconoce 199 muertos y 340 reos, que llama «terroristas», «golpistas» y «delincuentes comunes».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por crímenes «de lesa humanidad», y la Organización de Estados Americanos (OEA) estudia la aplicación de la Carta Democrática Interamericana al país centroamericano, por ruptura del orden constitucional.
Ortega rechaza responsabilidades en la crisis, así como los señalamientos generalizados sobre graves abusos de las autoridades contra los manifestantes antigubernamentales, y denuncia ser víctima de intento de «golpe de Estado» que, asegura, ya ha sido aplacado. EFE