martes 23, abril 2024
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Francisco Madero en la Revolución Mexicana

Un retrato admirable de Rogelio Fernández Güell.

La sensación, siempre plena de intensidad, de haber  estado sumergido en aquel inmenso mar de circunstancias, cuyas encrespadas olas nos llevaban, de manera sostenida, desde lo inverosímil hasta lo más doloroso del acontecer, permitiéndonos captar el drama que se fue gestando durante ese interregno, donde se fueron desplegando la traición y la felonía más grandes hacia el presidente de la nación mexicana, durante la primera etapa revolucionaria, de hace poco más de un siglo, cuando Francisco Madero gobernó, entre los años de 1911 a 1913, la que culminó en una tragedia de grandes proporciones, minuciosamente narrada en este libro, todavía casi desconocido para la gran mayoría de los lectores mexicanos y costarricenses, de ayer de y de hoy, es algo que lleva al lector que toma contacto por primera con su texto, a no poder evitar sentirse embargado por la emoción más intensa, sobre todo una vez concluida la lectura de las más de trescientas cincuenta páginas de esta aún desconocida obra de nuestro no siempre recordado, y a veces injustamente olvidado,  Rogelio Fernández Güell (1883-1918), titulada EPISODIOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA Primera edición en México 2017, con un estudio preliminar de la investigadora literaria y escritora mexicana Beatriz Gutiérrez Mueller, un extraordinario costarricense, cuyo asesinato por los esbirros de la dictadura oligárquica de los Tinoco, en las orillas del Río Ceibo, allá en la localidad de Buenos Aires de Puntarenas, al lado de sus compañeros Carlos Sancho, Jeremías Garbanzo, Joaquín Porras y Ricardo Rivera, cumplió cien años el pasado mes de marzo, un hecho histórico que pasó casi desapercibido para un pueblo que ni siquiera se pregunta por qué la Avenida Central de San José de Costa Rica lleva su nombre, por lo que no puedo sino expresar mi inmensa admiración y respeto por este hombre, alguien que nos dejó una extraordinaria descripción e interpretación sobre los orígenes y vicisitudes de la primera etapa de la revolución mexicana, iniciada a partir de la decadencia más que evidente de la vieja dictadura de Porfirio Díaz, pero sobre todo por la manera como destaca el punto de partida de esa revolución, con el sacrificio heroico del líder maderista Aquiles Serdán y sus compañeros de la ciudad de Puebla, el 18 de noviembre de 1910, un par de días antes de la fecha en que los maderistas habían anunciado el inicio del levantamiento armado contra el viejo dictador, combatiendo contra fuerzas infinitamente superiores durante todo un día, lo que marcará la pauta de la intensidad de lucha, a lo largo de esa década de revolución y continua guerra civil.

Con un trazo firme, dentro de una prosa que nunca pierde la exquisitez y la amenidad, a la que vez nos introduce en toda la intensidad de una serie de vertiginosos acontecimientos, Rogelio Fernández Güell reconstruye toda la etapa maderista de la revolución, un período que discurre entre 1910 y 1913, la que culmina en los dramáticos enfrentamientos de la Decena Trágica de febrero de 1913 y el posterior asesinato de Francisco Madero y José María Pino Suárez, quienes hasta entonces ocupaban la presidencia y la vicepresidencia de México, para dar inicio a la etapa huertista (El general Victoriano Huerta da el golpe de estado y ordena el asesinato de los ya mencionados líderes revolucionarios, entre otros muchos que cayeron bajo una inmisericorde represión) caracterizada desde el principio como el período de restauración reaccionaria y un ciclo sangriento de asesinatos políticos y maniobras políticas de todo tipo, como la del intento huertista de provocar un enfrentamiento con los Estados Unidos, los que pensaba le permitirían llamar a una especie de frente común con los ejércitos maderistas que lo estaban derrotando en el norte de la República de México, cosa que Villa, Carranza y Obregón rechazaron, en el interregno cabe destacar la heroica resistencia del pueblo veracruzano y de los cadetes de la marina mexicana, quienes enfrentaron a la infantería de marina estadounidense que desembarcó en ese puerto, durante los primeros meses del año de 1914, hasta agotar el último cartucho y causándole 14 bajas mortales y alrededor de cien heridos a los invasores.
De este libro, que tuvo una edición en Costa Rica, por parte de la Imprenta Trejos, en el año 1915, además de una sola reedición por parte de la Editorial Costa Rica, durante los años de 1970, se extraen importante lecciones sobre el comportamiento y los perfiles psicológicos de los protagonistas de aquella tragedia, al menos durante la etapa maderista, en que la traición y el doble rostro de algunos fue abonando el camino para la tragedia en que culminó. Su lectura nos obligó a revisar muchos criterios erróneos, o demasiado parciales y limitados, sobre esos hechos históricos ocurridos en nuestra región. Los invitamos a sumergirse en sus páginas, ahora que esta obra llega, por primera vez, al público mexicano, pues conviene examinarla también desde nuestra perspectiva, y teniendo en cuenta que ha transcurrido ya más de un siglo de aquellos hechos históricos, que tuvieron tanta resonancia en toda la región centroamericana y caribeña.

(*) Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor.

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