martes 23, abril 2024
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Las dictaduras son todas enemigas de los derechos humanos.

Aunque muchos creen o digan, que ya no hay derecha e izquierda, comunismo o capitalismo, la verdad es que siguen existiendo y seguirán existiendo. Antes y durante los primeros años de la Revolución Roja en Rusia, existía un movimiento de izquierda en muchos países europeos, quizá la esencia fuese el “cabaret Voltaire”, centro del Dadaísmo, en Zürich, Suiza, donde las cabezas más calientes de Europa daban forma hace un siglo al radicalismo anticapitalista. No hay manera de mantener atada a la masa de un país que con inicialmente las promesas y luego la represión , por tanto todo movimiento radical deberá mantenerse atado a una dictadura: de derecha o de izquierda. No quiero entrar en detalles de si el nazismo fue en esencia izquierdista al principio, porque es largo de explicar y muchos confunden el periodo de doce años del Reich de Hitler con el principio del movimiento en sí mismo.

Quiero centrarme en dos movimientos principalmente, el de Hugo Chávez y el de Daniel Ortega. Hugo Chávez comenzó haciendo lo que había que hacer en una sociedad oligárquica y prepotente, explotadora de los bienes públicos en provecho personal. Fue relativamente sencillo para Chávez lograr el apoyo popular, la gente quería ver esos cambios del sistema injusto de las antiguas familias ricas de Venezuela, que por siglos habían explotado al pueblo y promovido las dictaduras de derecha (Antonio Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez), estas políticas represivas llevaron al empobrecimiento de las grandes mayorías. La llegada al poder de Hugo Chávez Frías, tuvo su origen en el mandato del blandengue Carlos Andrés Pérez, un denominado demócrata que se prestó al juego de los liberales.

Hugo Chávez empezó repartiendo riqueza y terminó repartiendo pobreza, mientras que el dueto Maduro-Diosdado corrompió profundamente el régimen, involucrando a una parte de las fuerzas armadas en el narcotráfico y regalando a los hermanos Castro petróleo a cambio de fuerzas especiales (un ejército dentro de otro ejército), lo demás lo sabemos todos. Chávez desapareció del escenario político, no se sabe exactamente cuándo ni cómo, pero desapareció, las fotos de un muñeco blandengue entre las hijas de él muestran la farsa, clásica de “made in Cuba”. Con esto se entronizaba a Nicolás Maduro, títere absoluto de los Castro y de Diosdado, teniendo el fetiche del chavismo para engañar al pueblo.

Hoy, una Venezuela arruinada y en deudas inmensas con Rusia y China, se enfrenta al fantasma de la madre te todas las invasiones, la de los EEUU, que meten tropas en varios países del vecindario y que están dispuestas a un ataque brutal en nombre de la democracia. Ya Maduro no podrá irse: no lo deja la mafia que lo rodea, está con él Síndrome de Noriega, cautivo de los verdaderos amos del poder.

Será una sangrienta invasión, porque si para Noriega metieron en Panama tanta fuerza innecesaria pues las FFDD panameñas eran un pigmeo en comparación al Comando Sur de la Zona del Canal, causando alrededor de tres mil muertos, ¿cómo será en Venezuela? No quiero ni pensarlo, y debemos ser claros: ya no hay marcha atrás, ahora no habrá negociaciones pues la franja del Orinoco es de importancia capital para los EEUU. No invadir sería dejarle a Rusia y China las manos libres en esa zona del mundo y los EEUU no lo aceptarían de ninguna manera. La única pregunta es ¿Cuándo?

Pasamos a Nicaragua, frágil mimetismo de Venezuela, tampoco se escapa de este cambio de estrategia hija de un Donald Trump, que no tiene ningún prestigio que perder y si muchos deseos de figurar, estos hechos muestran el porqué de la tolerancia del Senado estadounidense para con él.

No apoyo ninguna dictadura porque soy costarricense y nací después de la ida de los calderones, nací dentro de la democracia y no podría aceptar ningún tipo de intervención militar: un tico no puede sentirse atraído por el ejercicio del poder militar, aquí eliminamos a los sargentones hace muchas décadas. Lo único que podemos es tomar nota de lo sucedido en esos pueblos hermanos, para que ningún cabeza caliente quiera embarcar a las generaciones venideras en ninguna aventura tipo “mano dura”, no, aquí hay tribunales y leyes, que aunque hayan flaqueado en muchos sentidos, aún cuentan con la confianza de las mayorías.

(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico

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2 COMENTARIOS

  1. TOMADO DE UN DIARIO ESPAÑOL….–Las salas de operaciones carecen de aire acondicionado, los equipos están averiados y las intervenciones quirúrgicas se hacen sin ningún tipo de anestesia, pero mientras tanto el régimen insiste en negar la crisis .

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