«Todos hemos visto ya que no hay ningún provecho en tarifas adicionales. Se mire por donde se mire, influyen negativamente en la confianza de inversores y hacen que las empresas tarden más en decidirse a invertir», declaró Wang en una rueda de prensa celebrada este sábado.
El viceministro indicó que el intercambio comercial entre China y EEUU, según la estimación de Pekín, disminuyó en enero y febrero de este año un 19,9 por ciento sobre el mismo período de 2018.
El alza de aranceles perjudica a China, a EEUU y a todo el mundo, a obreros industriales y a granjeros, a productores y a exportadores, reiteró.
Preguntando sobre el desarrollo de las consultas económicas y comerciales entre las dos partes, el funcionario opinó que es «prometedor».
EEUU y China, la primera y la segunda economías del mundo, respectivamente, se enfrascaron en una guerra comercial después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció en junio pasado la imposición de aranceles de 25 por ciento a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares con el fin de reducir el déficit comercial.
Ambos países se han impuesto desde entonces varias baterías de aranceles recíprocos.
A principios de diciembre de 2018, los presidentes de China y EEUU acordaron una tregua en la guerra comercial. El líder chino, Xi Jinping, prometió corregir el desequilibrio importando más productos agrícolas, energéticos e industriales de EEUU.
Trump, por su parte, suspendió por tres meses la subida de aranceles del 10 al 25 por ciento a productos chinos por 200.000 millones de dólares para abonar el terreno a las negociaciones.
Cuando faltaban varios días para la fecha límite, el 1 de marzo, el presidente de EEUU decidió aplazar nuevamente el alza de aranceles al destacar un progreso en las conversaciones sobre propiedad intelectual, agricultura y otros asuntos. (Sputnik)