jueves 28, marzo 2024
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2019, más complicado que 2018

De cal y de arena

Si 2018 fue un año plagado de arduos desafíos para el presidente de la República, don Carlos ya ha de haberse percatado de que el presente 2019 lleva todas las notas de algo mucho más complicado.

Porque el caos fiscal que le fue legado por su predecesor y que atinadamente fue advertido como una aproximación  a una bancarrota con todo lo que ello configura en lo social, lo político, lo económico y lo fiscal, pudo don Carlos encararlo exitosamente por gracia de una acuerdo de voluntades forjado por distintas corrientes políticas en torno a la propuesta de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. La tarea que sigue en este 2019 es particularmente del resorte del Poder Ejecutivo y tiene que ver no solo con la ejecución de los dictados de esta Ley; también con el cumplimiento de una serie de compromisos relativos a la administración de los presupuestos públicos (origen, montos y destinos), el manejo de la deuda pública (los eurobonos), la reforma institucional (echarla al menos a andar) y la reactivación de la economía nacional (hoy a una tasa de crecimiento apenas encima del 3% del PIB).

En la Asamblea Legislativa y a cuenta de la elección del directorio para la legislatura ya en marcha, sus diputados aliados lograron un consenso con los diputados del partido Liberación Nacional en torno a esa agenda de trabajo divulgada ante la opinión pública en sus líneas generales mas no en su contenido, lo que deja en pie una gran interrogante respecto a lo que en definitiva la fracción oficialista (que no precisamente tiene conformación y pensamiento homogéneos) y la bancada liberacionista determinen como los contenidos de los temas de la agenda.

Cuidado si no le sucede a la fracción del PLN lo que provocó la ira de los diputados de la Unidad Social Cristiana: que el gobierno Alvarado les deje “con las alhajas puestas y afuera de la fiesta”. En punto a temas críticos como el monto del gasto público, su racionalización y destino, recortes del árbol institucional, reactivación económica, el presidente nunca se desligó aunque sí acusó pereza, desánimo, falta de músculo –es el reproche del PUSC-. ¿De dónde brota si no la desconfianza sobre la cuantía a autorizar para la emisión de los eurobonos?

En el frente parlamentario cada agrupación tiene su tablero, tiene sus fichas y tiene su estrategia. Puede que para determinados movimientos se alcancen acuerdos, lo que no quiere decir que haya renunciamientos de sus objetivos principales fincados en el logro de respaldos populares a efectos electorales en 2022. Y así como el PUSC sintió que el matrimonio de conveniencia había perdido razón de ser y pertinencia para sostenerlo, al PLN podría sucederle lo mismo si con la marcha de los meses se le evidencia que las resoluciones del gobierno de Alvarado no son suficientemente vigorosas como para poner la cuestión fiscal y sus derivaciones sociales y económicas “en orden”, a los efectos de la situación que heredaría el gobierno electo para 2022/2026 que –lógico- pretendería liderar.

Otro flanco complicado para este 2019 es el de las relaciones del gobierno con el frente sindical. Evidentemente, sus movimientos tienen distintos puntos de partida y metas también diferentes, en cuya búsqueda y tránsito pueden surgir confrontaciones quizás tan candentes como las vividas en la huelga declarada en repudio de la Reforma Fiscal. Y si el frente sindical tiene bien identificados sus objetivos, estrategias y tácticas, no sucede lo mismo en el caso del gobierno y de las perspectivas que le permite una heterogénea composición de las líneas de mando en Zapote y en su partido. En todo lo cual, el liberacionismo no será un actor contemplativo.

No es aventurado hablar de que ese frente sindical está desbordado por la sed de ajustar cuentas y que si de fuerza y capacidad operativa se trata, puede hacer ostentación de ello.

2019 también le será complicado al presidente Alvarado en cuanto a la permanencia en su gabinete de los ministros y altos ejecutivos que se identifican con la línea de pensamiento y acción del ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, que ya anticipó su salida. ¿Quiénes dimitirán? ¿Quiénes les reemplazarían? ¿Sobreviviría la versión del multipartidismo con otros actores? ¿Del PLN, del PAC? ¿Privaría la tendencia liberal que ahora personifica Piza?

Año de inestabilidad en las estructuras políticas, en la gestión administrativa del Estado, en la puja de los partidos ante la cercanía de los comicios municipales, en la anémica marcha de la economía ya amenazada con perder todavía más vitalidad por los impactos de la ley # 9635 (Reforma Fiscal), una ley que se queda corta ante las dimensiones del desajuste fiscal y sus causas. Añada el recelo que dejan ver las cámaras empresariales ante la forma en que el Ejecutivo se conduce de cara a los retos de la situación fiscal y la no disimulada presión del agente del Fondo Monetario Internacional.

A todo lo cual hay que añadir, subrayada, la presencia de un amenazante problema de desempleo que angustia al presidente de la República, como lo dijese en sus comparecencias en el Congreso y ante la prensa. A una tasa que gira en torno al 12% con cuantías mayores en las regiones marginales, con énfasis el desempleo entre las mujeres y en los jóvenes. Presente como una verruga operativa en el funcionamiento del aparato productivo del país y que se expresa –por un lado- en la Costa Rica movida por un motor potente que le da fuerza para crear empleos calificados con sueldos altos aunque con poca demanda de mano de obra, y en la Costa Rica –al otro lado- que marcha al ritmo que le permite un motor menos potente que no crece tanto pero que sí genera mucho empleo en ramas como el comercio, la agricultura y la manufactura. Así la ve el presidente Alvarado en sus confesiones de esta semana.

Al país entero, a él como jefe de Estado, en obsequio a la estabilidad social y a la imperiosa necesidad de hacer crecer vigorosa la economía, a todos nos resulta indispensable reactivar la economía. Una necesidad que convoca enormes coincidencias a pesar de lo cual –parece increíble-  no se logra producir en la institucionalidad del Estado los acuerdos idóneos entre el Estado, la empresa privada y el frente sindical para impulsar la economía y abatir el desempleo, el subempleo y la informalidad.

Sin liderazgo político personal, sin una estructura política de amplia y fuerte base a su lado, sin un equipo homogéneo, a don Carlos  Alvarado Quesada no le va a quedar otra ruta que no sea la de buscar alianzas para construir los acuerdos políticos que viabilicen los contenidos de la agenda de trabajo que impone la realidad tan estrecha como incómoda en lo fiscal, en lo social y en lo económico. ¿Cómo es que se tras un año entero en su informe de labores sólo hable de objetivos y planes, sin exhibir algo más que la Reforma Fiscal y la resucitación de los proyectos relativos a la infraestructura de vías, puertos y aeropuertos?

Ha de tener presente nuestro mandatario que para forjar los entendimientos políticos debe ganarse la confianza de los actores políticos –institucionales y fácticos- presentes en este tramo de la historia.

(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista

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2 COMENTARIOS

  1. La enfermedad senil de Costa Rica es su burocracia, carísima y pésima, alcahueteada por el arismo para lograr la escalada de poder de que hizo gala por años, junto al PUSC. La compra de los cabeza caliente seudo comunistas con pensiones millonarias para meterlos en un tren de vida de ricos, que los hizo creer que si, en efecto lo eran. No hay presupuesto que alcance y no podemos vivir vendiendo Eurobonos todo el tiempo: ¿con qué los vamos a pagar? Estas medidas bizarras son como poner un suero a un moribundo, únicamente se prolonga la agonía y no la vida misma. ¿Acaso no han comprendido muchos pensadores que estamos quebrados como nación? Oscar irresponsablemente saturó el pais de más burocracia en 2008, con la mentira de que iba a paliar el efecto que la burbuja de los bienes raíces EEUU tendría sobre este país. Laura comenzó a pagar la mitad de la planilla estatal con deuda, entonces se supo que íbamos rumbo al despeñadero. Después de ahí fue Jauja. ¿Es que no entienden que únicamente vendiendo las joyas de la abuela podríamos medio sobrevivir un tiempo? Desde luego sin una poda de gollerías y traerse abajo el higuerón estatal no se podría enderezar la barca. Irresponsable Luis Guillermo que dejó ese agujero negro en las finanzas. Esto lo sabía Carlos Alvarado o sencillamente es tonto, cosa que me cuesta creer. Los astros están conjugados para una debate, se quiera o no se quiera. El sindicalismo podría seguir, y seguirá, haciendo presión, pero no logrará nada, porque no hay nada. ¿De que sirven las instituciones de la República si no pueden mantenerse y cada vez es mayor el hueco que causan en nuestra economía?

  2. Cuando los ingresos son superados por los egresos, la quiebra es irremisiblemente clara. Este principio fundamental de contabilidad básica, lo ignoró el PLUSCPAC, este triunvirato se dedicó a llenar vasos de buen vino, mientras el pais se hundía. ¿Ignorancia o cálculo de los oligarcas? Me temo que esto último, del brazo de los amanuenses de turno. ¿Alternativas? Me da la impresión que no existen, me refiero a alternativas realistas. Los políticos costarricenses de los últimos treinta y cinco años, han sido pésimos administradores, han administrado esta pulpería con frivolidad. Todavía muchos ciudadanos no entienden y los boyantes economistas nuestros de siempre, guardan silencio de tumba.

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