miércoles 24, abril 2024
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Los síntomas de una regresión al oscurantismo cultural

Columna Poliédrica

Venimos padeciendo una serie de síntomas que, poco a poco, van evidenciando la condición calamitosa en que se encuentra nuestra sociedad. Se está hablando no solo de la sociedad costarricense, sino de la sociedad occidental; y quizás, de la sociedad de las otras latitudes de la tierra. Estamos retrocediendo y la mayoría de las personas ni siquiera se percatan de ello, la razón: nunca vivieron en una sociedad mejor que la actual.

Un síntoma claro es la reducción de los derechos que costó tanto conquistar. Al contrario de lo que muchos han afirmado, los avances tecnológicos están restringiendo derechos básicos como la libertad de expresión y pensamiento. No solo se está viviendo un control del espacio de disenso, sino que ese espacio se ha reducido respecto a su relación con la toma de decisiones real. Otros derechos también están siendo menoscabados: el derecho de reunión, asociación, sindicalización y otros más.

Otro síntoma es el incremento de la inequidad económica entre los habitantes de las distintas sociedades. En general desde las dos décadas previas a la finalización del siglo XX y hasta nuestros días, se comenzó ha desarrollar un modelo económico totalmente diferente al que se planteó después de la depresión de los años treinta y con más intensidad en los cuarenta años posteriores a la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Costa Rica no ha sido ajena a este proceso y hemos llegado a la vergüenza de estar en los primeros lugares de desigualdad en América Latina.

Adicionalmente a los síntomas anteriores, se ha vuelto a generar procesos de intolerancia religiosa, étnica y de nacionalidad que se creían superados. Mencionamos estos ejemplos porque son los más señalados en los últimos años, obviamente hay otros que se quedan en el tintero como los relacionados con la identidad sexual de los individuos, la intolerancia de género y la que se ha dado con la condición de pobreza de muchas personas en las distintas sociedades del planeta.

Estos y otros factores están haciendo que algunos progresos que la humanidad había conseguido para intentar un mayor bienestar para la mayoría de los miembros de las distintas sociedades vengan a menos. Los esquemas de solidaridad como los seguros sociales, la educación pública, los servicios de electricidad y agua a cargo del Estado, han sido puestos en entredicho en la actualidad. Lo más lamentable es que una buena parte de los principales beneficiados con estos esquemas son los que están apoyando su destrucción.

Cuando se observa esta realidad resulta inevitable pensar en diferentes personajes que debieron sentir la misma impotencia que se tiene en la actualidad. Imagino a muchos intelectuales que en su día observaron el ascenso de dictadores y fueron testigos de cambios en sus sociedades, parecidos a los que se han señalado aquí. Al final, en muchos casos, terminaron cayendo los dictadores, pero a un costo altísimo de seres humanos inocentes y víctimas de los excesos del poder.

El ser humano en general es impredecible, pero hay conductas que se han repetido a lo largo de la historia de la humanidad. Leer la historia, al menos, permite percatarse de esas conductas que han llevado a la humanidad al despeñadero; sin embargo, muy poca gente se interesa por la historia. ¡Muy poca, por desgracia!

(*) Andi Mirom es Filósofo

columnapoliedrica.blogspot.com

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4 COMENTARIOS

  1. Y lo peor es que dedicamos el 8% de nuestro PIB a Educación.Nunca antes en nuestra historia invertimos tanto en ese rubro.Que ha pasado entonces ? A donde realmente va ese dinero ? Quienes dirigen la educación en nuestro país ? Ahi esta el problema.
    Politicos fracasados en la arena nacional, lograron hacerse de sus republicas independientes, sus feudos, sin importar los resultados, gastando a manos llenas en ellos mismos y olvidándose de la sociedad que juraron proteger !

  2. La idea de una sociedad con un ritmo de ascenso social y económico lineal ascendente y limitado es un mito más. La misma historia que usted cita demuestra que cuando una sociedad acumula más poder y riqueza del debido entonces comienza a decaer. Son los ciclos naturales de esta realidad. No se puede pretender que un bienestar aparente basado en siglos de explotación de otras naciones pueda perpetuarse indefinidamente. Y así les pasará a todos los vivazos en este país que se echan la plata a través de quitarle a los demás…eventualmente la ley del devenir los pondrá en su sitio.

  3. Lo que veo es una vuelta atrás en derechos para los de abajo, las élites, las oligarquías, a los poderosos de siempre los veo con buena salud.
    Se nota, lo he hablado con compañeros y efectivamente si llegamos de nuevo a la esclavitud, no sería cosa extraña. Súmele a lo anterior la desidia de los jóvenes que solo ven la oportunidad de ganarse unos dólares más, no importa si se tiene que esclavizar. Cuando se percaten de lo que se está perdiendo, de lo que se ha perdido, solo una explosión social con sus consecuencias, podrá revertir un poco la situación.

  4. Cuando dejemos de querer figurar con carro del año, casa en condominio de lujo, tarjetas de crédito platino, etc, es cuando le quitamos el poder a 3sa élite egoísta, nosotros mismos les alimentamos el ego y los bolsillos, no nos creamos ese espejismo del «estatus social», TODOS somos exactamente iguales, todos respiramos, vamos al baño, nos da hambre, cometemos errores, etc., la única diferencia es que vemos como superiores al que tiene más cosa «de lujo», y no lo digo por envidia o resentimiento social, lo digo porque esa es la trampa que nos ponen para ir y endeudar nos con algún banco por algo que no necesitamos.

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