viernes 19, abril 2024
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El equilibrio entre hombres y mujeres debe ser el fin

Columna Poliédrica

Muchas veces he dicho en esta columna, que se debe sospechar de los “ismos” y el feminismo no es la excepción. Para empezar es necesario indicar que esa palabra tiende a ocultar las diferentes perspectivas que giran alrededor de las reivindicaciones de las mujeres para equiparar un poco su situación dentro de la sociedad. El feminismo es algo más que una serie de radicales tratando de aplastar al patriarcado, como ellas dicen; o una tendencia que aboga por la incorporación de la mujer en el mundo laboral y político, esta posición es un poco más moderada que la otra..

Dicho lo anterior, es necesario indicar que estamos de acuerdo con equilibrar la posición de la mujer en nuestra sociedad. Ello supone que se respeten derechos elementales como la igualdad salarial con el hombre cuando se realice el mismo trabajo, el acceso a las mismas oportunidades en el ámbito intelectual y político, entre otras deudas que tiene la sociedad para con ellas.

Tengo la impresión que nadie se opondría a estas demandas femeninas. Se trata de exigencias mínimas para que puedan desarrollarse integralmente y lejos de los estereotipos que durante mucho tiempo han debido soportar. En estos aspectos no se observa oposiciones, al contrario, los hombres más duros tendrían que entrar en razón sobre la necesidad de proveer a las mujeres de estos mínimos sociales y legales.

El problema deviene cuando se radicaliza los planteamientos y se generan instrumentos sociales, políticos y jurídicos que perjudican el equilibrio entre mujer y hombre. Las pensiones alimentarias y las medidas cautelares son un buenos ejemplos en que se refleja los abusos que muchas mujeres, no todas, han hecho de estos instrumentos jurídicos. ¿Quién no conoce un varón que haya sido acusado de violencia doméstica y que, finalmente, resultó inocente y que fue sacado por la fuerza de su casa?

En estos temas lo que se debe solicitar a todas las partes es prudencia, serenidad y mucho equilibrio para discutir los aspectos que correspondan. Resulta altamente perjudicial para la propia sociedad que las mujeres puedan quedar impunes cuando realizan denuncias falsas de violencia doméstica o se encarcela hombres que no tienen trabajo y que deben la pensión alimentaria.

El equilibrio entre hombre y mujer debe ser el objetivo concreto para legitimar las acciones de los diferentes actores sociales.

(*) Andi Mirom es Filósofo

columnapoliedrica.blogspot.com

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